ZEPPELIN ROCK: CRÍTICA de la película BAD GIRLS FROM MARS (Fred Olen Ray, 1991): Reseña

domingo, 1 de mayo de 2022

CRÍTICA de la película BAD GIRLS FROM MARS (Fred Olen Ray, 1991): Reseña

 


by King Piltrafilla (@KingPiltrafilla)




Bad Girls from Mars es una bazofia (dicho con toda simpatía) de película para pasar una tarde de cinéfilo friki de la manera más amena. La bizarra película es una obra perpretada por Fred Olen Ray en 1990, un realizador que no es la primera vez que nos visita en este blog. La historia que nos cuenta es la del rodaje de una película del espacio llamada Chicas malas de Marte, un rodaje que alguien está decidido a sabotear y le da por asesinar a las actrices principales. De hecho, no tardaremos en ser testigos de la muerte de una amante del Jack Daniel’s que hace el número cuatro de las fallecidas. Con objeto de finalizar la película de una vez, los productores –que se están forrando gracias a los seguros de vida de sus actrices- contratan pese a la negativa del director a una starlet europea llamada Emanuelle –en realidad una madam de ricos y famosos- para interpretar el papel protagonista femenino. Pero la tal Emanuelle es un pendón desorejado que sólo llegar a la ciudad se dedica a llevar una vida disoluta mientras –vaya por Dios- en el set de rodaje continúan produciéndose hechos extraños relacionados con un misterioso enmascarado y la policía lleva a cabo su investigación. 





Amiguitos, Bad Girls from Mars es el típico producto de bajo presupuesto –muuuuuy bajo- protagonizado por Edy Williams, quien en ese momento tenía ya unos respetables 58 años que la convertían en cualquier cosa excepto en un cuerpo sexy. Completan el despropósito un elenco de actores a los que echaron de la cola del Actor’s Studio el día de la matriculación, un guion que no se sustenta, situaciones inverosímiles y ridículas –solo hay que ver el primer asesinato para darse cuenta de ello- y unas actrices con menos talento que una silla pero con asombrosa predisposición para mostrarnos las tetas. Además, desde el principio está clarísimo quien es el culpable de los asesinatos. En resumen, piltrafillas, un perfecto exponente de cinta barata, cutre y casposa de serie Z que me ha hecho pasar un buen rato porque no esperaba absolutamente nada de ella y –para qué negarlo- porque la he acompañado con tres copazos de ron añejo. Para los amantes de los pechos siliconados de la peor calidad que quieran darse un festín de cine friki.

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