The Hunter
He de decir que siempre me ha parecido extremadamente curiosa la percepción que de su propia obra suelen tener los artistas. Más allá del tópico de las promociones o de que su último trabajo siempre sea del que están más orgullosos (¿qué van a decir?), pienso en los comentarios de, por ejemplo, Mick Jagger sobre el Exile o del caso que nos ocupa, este Clossing Time de 1973. Y es que Tom Waits siempre ha pasado muy por encima de lo que para mí (a ver si vamos a ser los fans los de las curiosas percepciones...) es una obra maestra, pequeña, si se quiere, pero una obra maestra.
En mi opinión, un disco emocionante hasta el tuétano, de atmósfera noctámbula que se abre con ese himno a la libertad sobre ruedas que es "Ol´ `55" y a la que sigue la inmortal "I hope that I don´t fall in love with You", todo congoja y sensibilidad.
"Virginia Avenue" huele a asfalto mojado y a vagabundear bajo el neón y qué decir de "Martha"; puede haber alguien que no se conmueva con la historia de amor del viejo Tom Frost, enamorado 40 años de su antigua chica.
Menos mal que antes que las lágrimas nos ahoguen llega el ritmo chispeante de "Ice cream man" porque al igual que los protagonistas de estas canciones no podremos escapar de nuestra melancolía y antes de echar el cierre el piano y las cuerdas de "Grapefruit Moon" nos volverá a inundar llevándonos otra vez a un paseo nocturno por nuestros recuerdos.
Como pasa cada vez que ponemos este disco.
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