La variable y enorme calidad vocal de Skin se demuestra escuchando del tirón Secretly, On my hotel TV y You’ll follow me down. Cómo pasa de la suavidad y la confesión del amor perdido y oculto de la primera, a la agresividad de la segunda o la profunda tristeza de la última. Y de remate, la cambiante anti-racista We don’t need who you think you are, con su tempo calmado que estalla en un estribillo rabioso. Cuatro canciones que resumen Post orgasmic chill. Y antes de merendarte enterito el disco pincha The skank heads, Good thinks don’t always como to you o la final I’m not afraid.
Junto a ella un estupendo batería, Mark Richardson, muy técnico, siempre con el groove correcto para adornar la canción; un bajista característico de los años 90 pero con amplia influencia del rock setentero, Richard “Cass” Lewiss; un guitarrista, Martin “Ace” Kent, que me recuerda inevitablemente a Tom Morello. Lo produjo Andy Wallace, quien también metió pianos y hasta un Hammond.
Un disco para rescatar como ejemplo de buena música rock en años de turbulencias estéticas y sónicas que dejaron a más de una banda legendaria en el ostracismo. Para mi gusto, el mejor y más completo disco de Skin y Skunk Anansie. A disfrutarlo.
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