Vidas paralelas
MIENTRAS él lee en voz alta las últimas páginas de un libro ante el auditorio de alumnos embobados, ella se encuentra fuera de casa, haciendo la compra diaria.
Mientras él corrige exámenes en la sala de profesores, ella está planchando sus camisas.
Mientras él asiste a la reunión de departamento de los jueves, ella ve un programa de televisión sobre hogar y plantas.
Mientras él se dirige a la biblioteca para sacar unos libros, ella comienza a pelar las patatas para la comida de hoy.
Mientras él regresa a casa escuchando una música suave (siempre Chopin), ella coloca sobre la mesa los cubiertos, el pan, la ensalada.
Ahora que llega y aparca el coche en el lugar habitual, un hombre sale por la puerta trasera de la casa y ella se retoca el pelo ante el espejo y se recompone el vestido.
Y así todos los días.
©Ángel Carrasco Sotos
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Vidas completamente paralelas.
ResponderEliminarSuena jocoso pero debe ser muy triste tener una existencia así, sobre todo si eres el marido. Pobre hombre, todos los días agachando la cabeza para no darse con los cercos de las puertas. Eso no es vida y de tanto golpe, supongo que habrá matado la raiz del pelo y lucirá frente despejada. Lo siento mucho por él.
La de ella es, más divertida, aunque yo abandonaría la plancha, el pelar patatas y el programa de plantas. Creo que esa aventura la embellece y la estará rejuveneciendo. Me alegro por ella y es que, con un marido tan aburrido, no le quedaba otra solución.
Pensaba, al principio que estabas hablando de alguien muy cercano: los alumnos, la sala de profes, las reuniones... Luego supe que no, por lo de Chopin.
Muy bueno, Ángel.
Un beso y un abrazo muy grandes.
¿Alguien muy cercano? Jaja, lo que me faltaba. Nada, todo ficción (espero). ¿Así que te da penita él, pero luego dices que esa "aventura" (que manera de suavizar la cosa, jeje) la embellece. Eso es corporativismo, querida, porque estoy seguro de que si fuera al contrario... Por cierto, me encanta Chopin ;)
EliminarSaludos, besos y abrazos, Tow.
Ayyy, the Good Old Times... de aquella no había tanto paro.
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