ZEPPELIN ROCK: LAS MEJORES PELÍCULAS DE GUERRA DE LOS AÑOS 80: El mejor cine bélico de los 80

domingo, 11 de julio de 2021

LAS MEJORES PELÍCULAS DE GUERRA DE LOS AÑOS 80: El mejor cine bélico de los 80

 

La chaqueta metálica.

por MrSambo (@Mrsambo92)
del blog CINEMELODIC




No fue mala década para el bélico… o más bien antibélico, ya saben. Vietnam, la 2ª Guerra Mundial… Muchos nuevos directores, con el auge de esta década, querían manifestar su visión, renovada, de aquellos conflictos que, parece, nunca dejarán de generar obras. La segunda mitad de los 80 es potente, y vemos a directores de tremendo prestigio y fama que se sumergieron en el género con fuerza. Spielberg, De Palma, Kubrick, Weir…


Cuando el viento sopla.

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Las mejores películas de guerra de los años 80
(el mejor cine bélico de los 80)


BAT 21 (1988), de Peter Markle. 

Ambientada en la Guerra de Vietnam, con Gene Hackman de protagonista, tenemos esta historia de supervivencia y amistad en la distancia. No es un hallazgo en el género, pero resulta entretenida.

CORAZONES DE HIERRO (1989), de Brian De Palma. 

De Palma poniendo todo su talento visual, que es ilimitado, en este drama bélico sobre los límites morales en la guerra, esos que a menudo se obvian.



CREADORES DE SOMBRAS (1989), de Roland Joffé. 

Paul Newman en el proyecto Manhattan. No es un bélico explícito, sino de contexto, pero lo traigo por su curiosidad.

CUANDO EL VIENTO SOPLA (1986), de Jimmy T. Murakami. 

Cinta animada británica con el holocausto nuclear también de fondo, un tema muy recurrente en los 80 con toda la Guerra Fría en su apogeo. Ojo, pese a ser animada no tiene que ver con lo infantil. Es una cinta dura, conmovedora y profunda. Muy notable.

EL ARPA BIRMANA (1985), de Kon Ichikawa. 

Remake de la película que el propio Ichikawa rodó en 1956. Algo inferior, sigue siendo una notable obra.

EL IMPERIO DEL SOL (1987), de Steven Spielberg. 

El genio de Spielberg seguía apostando por proyectos serios, buscando quizá el reconocimiento de la industria, que lo veía, como pasó con Hitchcock, como un mero director de entretenimiento (como si eso fuera despreciativo). Es un espléndido, duro y sensible título que, sobre la novela de J.G. Ballard, emociona, conmueve y nos presenta a Christian Bale.

EL SARGENTO DE HIERRO (1986), de Clint Eastwood. 

Un papel que le va a Eastwood que ni pintado. Parece hecho a medida. Pocos actores como él para roles de este tipo. Deja frases gloriosas que ahora serían políticamente incorrectas (¡a dónde hemos llegado!). Francamente divertida.



EL SUBMARINO (1981), de Wolfgang Petersen. 

Es la obra maestra de Petersen, una joya extraordinaria y claustrofóbica que nos encierra en un submarino para sufrir los miedos y tensiones de la tripulación a bordo. Petersen lograr que lo que ocurre en off sea una amenaza constante. De obligado visionado.

ESCARLATA Y NEGRO (1983), de Jerry London. 

Interesante film sobre la figura del sacerdote Hugh O’Flaherty, que escondió y protegió a multitud de judíos y prisioneros de guerra huidos, así como a familiares de los partisanos italianos durante la 2ª Guerra Mundial. Protagonizada por Gregory Peck.

FELIZ NAVIDAD, MR. LAWRENCE (1983), de Nagisa Ôshima. 

Choque de culturas en un campo de prisioneros japonés durante la 2ª Guerra Mundial. Relaciones de poder, la incontenible humanidad abriéndose camino, el horror de la guerra. Buen film.

GALLIPOLI (1981), de Peter Weir. 

Una auténtica joya de uno de los mejores directores vivos y activos, y de los más infravalorados. Aquí recrea magistralmente la batalla de Gallipoli, que tuvo lugar en 1915 durante la Primera Guerra Mundial. Los ejércitos australiano y neozelandés se unieron al del Reino Unido para enfrentarse a los turcos en Gallipoli.



LA BATALLA POR MOSCÚ (1985), de Yuri Ozerov. 

Película extraordinariamente larga, 358 minutos, para retratar la sangrienta batalla por Moscú en la 2ª Guerra Mundial desde la perspectiva rusa.

LA BESTIA DE LA GUERRA (1988), de Kevin Reynolds. 

Cinta que se ambienta en la guerra entre URSS y Afganistán. Una cinta poco conocida, pero que bien merece apoyo porque resulta entretenida y está bastante bien rodada.

LA CHAQUETA METÁLICA (1987), de Stanley Kubrick. 

Otro de los grandes clásicos de Kubrick. De nuevo centrado en el tema bélico, aunque en esta ocasión dividiéndolo en dos. La fase de instrucción y programación de los soldados y su resultado en combate. No deja indiferente.

LA COLINA DE LA HAMBURGUESA (1987), de John Irvin. 

Conocida cinta sobre una concreta batalla durante la Guerra de Vietnam en la que Irvin se queda un poco a medio camino. En cualquier caso, es una aceptable muestra más de cómo el cine americano trataba de sanar las heridas de aquel conflicto.



LA ESCAPADA DE SOBIBOR (1987), de Jack Gold. 

La fuga de un campo de concentración que ha tenido más de una versión. Una hazaña histórica. Protagonizada por Rutger Hauer, es un buen film, eficaz, que se hizo para la televisión.

LA PRESA (1981), de Walter Hill. 

Una de acción de supervivencia con tensión bien administrada y un retrato terrorífico de la Norteamérica profunda.

LA TUMBA DE LAS LUCIÉRNAGAS (1988), de Isao Takahata. 

Posiblemente se trate de una de las películas más tristes y desoladoras de la historia, pero desde luego lo es dentro del cine de animación. Dura, conmovedora, se grabará a fuego en su retina.



MASACRE: VEN Y MIRA (1985), de Elem  Klimov. 

Una gran cinta antibélica que retrata el conflicto entre los rusos y los nazis durante la 2ª Guerra Mundial. Un contexto de puro horror brillantemente mostrado desde el punto de vista ruso. Un gran referente.

NACIDO EL CUATRO DE JULIO (1989), de Oliver Stone. 

Poco sutil película de Stone (algo habitual en él), donde la magnífica encarnación de Tom Cruise es lo mejor, con diferencia, de todo el conjunto, mientras se narra con crudeza las consecuencias del conflicto de Vietnam en los soldados que volvieron.

PLATOON (1986), de Oliver Stone. 

Un clásico del cine bélico, denuncia del conflicto en Vietnam, algo que sería recurrente en los grandes cineastas de la época y que Stone mostró en toda su crudeza, metiéndose en el campo de batalla sangriento y retratando también los conflictos internos dentro del ejército americano.



RAN (1985), de Akira Kurosawa. 

Obra maestra de Kurosawa que adapta libre y magistralmente el Rey Lear shakespeariano. Obra colosal, espectacular en la puesta en escena y la estética, profunda, intensa y de enjundia en lo dramático. Obligada cita cinéfila.

TIEMPOS DE GLORIA (1989), de Edward Zwick. 

La Guerra de Secesión, el racismo, el cambio y la verdadera historia del 54º Regimiento de Infantería de Voluntarios de Massachusetts. Gran trabajo de Zwick, una de sus mejores películas, que dio el Oscar a Denzel Washington además.

UNO ROJO, DIVISIÓN DE CHOQUE (1980), de Samuel Fuller. 

Otro Fuller crudo inmerso en el cine bélico. A través de cinco militares se nos mostrarán con crudeza el horror y absurdo de la guerra.

2 comentarios:

  1. Diría que el fotograma de "Corazones de hierro" no se corresponde con dicho film. Es de "Fury" o Corazones de acero". Un saludo, y Enhorabuena por estos interesantes artículos.

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    1. Toda la razón. Me chirrió cuando lo puse y con las prisas no repasé la entrada. Thanks, amigo, voy a cambiarlo.

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