ZEPPELIN ROCK: EAGLES - Hotel California (1976): CRÍTICA Review

miércoles, 23 de abril de 2025

EAGLES - Hotel California (1976): CRÍTICA Review

 


por Dani Matute (@dmatuteb)



Os traigo hoy este archiconocido, quizás hasta la saciedad e, incluso, hasta el hartazgo, Hotel California de Eagles. El mayor éxito en su carrera. Quizás el éxito que destruyó a los Eagles.

(Perdonadme si lo que leáis a partir de ahora ya lo sabíais, pero es que no se puede aportar demasiado a algo tan universalmente discutido y analizado).



Entre marzo y octubre de 1976, Don Henley, Glenn Frey y Randy Meisner, con la baja del otro fundador del grupo Bearnie Leadon, complementados por Don Felder, que ya llevaba un par de discos en el grupo y Joe Walsh, nueva incorporación, se dedicaron a dar forma a este trabajo entre los Criteria Studios de Miami y los Record Plant Studios de LA, bajo la producción de Bill Szymczyk (mejoradme este apellido sin vocales, joder). Bearnie era bastante “conservador” (su novia de entonces era la hija de Ronald Reagan) y veía con malos ojos la deriva hacia el rock desde el folk sureño. Sin embargo, Henley y Frey pensaban que necesitaban más el desenfado estilo de Walsh para evolucionar.

 


En fin, que en este su quinto álbum de estudio los Eagles buscaron la perfección. Y la encontraron, al menos en la canción que da título al disco. Eso sí, como casi todos los temas clásicos y que han perdurado a lo largo de los años, la canción nació de “chiripa”. Las musas visitaron a Don Felder en su casa de Malibú estando en ropa interior. Afortunadamente, tuvo tiempo de coger la grabadora para capturar ese momento de inspiración sublime. Cuando se lo puso a sus compañeros, quedaron gratamente impresionados por la rara mezcla de influencias musicales. De hecho, el primer título que barajaron era “Mexican Reggae”. Durante la grabación, un año después de aquello, y tras múltiples intentos, en diferentes tonos, consiguieron construir el tema casi perfecto, a falta de los solos de guitarra, que necesitaron de dos días de grabación, pues el amigo Fender tuvo la feliz idea de improvisarlos. Frey y Henley, que ya habían compuesto la letra, le dijeron que a dónde iba. Que ellos querían aquello que les puso en la demo. Pero Felder, tras el tiempo transcurrido, ni se acordaba. Afortunadamente, consiguió que la ama de llaves de su casa de Malibú encontrase la grabación y se la pusiese por teléfono. O sea, como un whatsapp antiguo. Y bueno, ya solo falta hablar de las múltiples interpretaciones de la canción. Eagles siempre han defendido que la letra describe un resort de lujo, donde puedes pagar la cuenta en cualquier momento, pero nunca puedes salir; y que la canción es una alegoría sobre el hedonismo, la autodestrucción, y la codicia de la industria de la música de finales de 1970 y que, básicamente, es una canción sobre el lado oscuro del sueño americano y sobre el exceso en los Estados Unidos. En ese momento, Henley y Frey estaban inspirados por las texturas sobrenaturales de la novela The Magus de John Fowler. Sin embargo, algunas voces decían que la canción también puede ser interpretada como una metáfora sobre el mundo de la droga y los centros de internamiento para el tratamiento de las adicciones. También que habla de un psiquiátrico. Pero la más pintoresca es la leyenda satánica que muchos ligaron a la canción. Los seguidores de las teorías de la conspiración han encontrado muchos indicios para apoyar la idea del satanismo en el tema. Para empezar, el título aludiría a la dirección en la que el llamado Papa Negro fundó la iglesia satánica, en California Avenue, en San Francisco. Para más inri, en una foto en la parte interior del disco, donde aparece el grupo, se puede ver a un tenebroso personaje asomado a una ventana, calvo y con una afilada barba, que muchos identifican con el anticristo. Versos como 'This could be heaven or this could be hell' ('Esto puede ser el cielo o puede ser el infierno') o 'You can check out anytime you like but you can never leave' ('Puedes cancelar tu reserva cuando quieras, pero no puedes marcharte nunca') son, según algunas opiniones, frases que no se refieren a un simple hotel ni a una crítica social, como dice el grupo, sino que esconden algo más. Y que si ponías el disco al revés se escuchaba «Satán ha organizado su propia religión. ¡Qué maravilla!». Cuando le preguntaron a los Eagles, estos dijeron: «lo único que pasará si pones el disco al revés es que se te va a rayar».



El disco se publicó el 8 de diciembre de 1976 y, curiosamente, el primer single fue “New Kid in Town”, que llegó al número 1 el 26 de febrero de 1977. A “Hotel California” le costó bastante más llegar al número 1: 7 de mayo de 1977. Pero hay que tener en cuenta que estamos hablando de un tema rock de más de seis minutos. El vinilo ha sido comprado por unos 42 millones de terrícolas a lo largo de la historia.

Y tras este megaéxito, ya os lo he adelantado, llegó la destrucción de los Eagles. El éxito conllevó críticas y, sobre todo, hizo difícil la vida después. La banda mostró una confusión creativa y se obsesionó durante tres años trabajando en el siguiente álbum, The Long Run. En una entrevista de 1992, Frey resumió muy bien qué le pasó al grupo: “Fue el mejor trabajo que hicimos juntos. Rebosábamos confianza. No teníamos miedo de buscar riesgos. Y teníamos un par de guitarristas muy prolíficos. Entonces, tras el éxito, dejó de ser divertido. Ya no confiábamos en los instintos de cada uno, por lo que había un desacuerdo continuo. Además, tanto Henley como yo teníamos problemas con las drogas, lo que no ayudó. Ir al estudio era como ir a la escuela: simplemente no tenía ganas de ir. Pero lo más importante es que durante el proceso de hacer 'The Long Run', Henley y yo encontramos que las letras ya no nos llenaban". Un concierto en apoyo al senador de California Alan Cranston durante el tour de 1980 provocó una gran disputa entre los miembros de la banda, que terminó separándose. Ante las preguntas de los periodistas si volvería a reunirse en algún momento, los Eagles soltaron una frase lapidaria: “Antes se congelará el infierno que los Eagles vuelvan a tocar juntos”. Bien, 14 años después, posiblemente por temas monetarios, como pasa casi siempre en este mundillo, los Eagles se reunieron de nuevo. Y aquel disco de vuelta se tituló Hells freeze over o, lo que es lo mismo, “El infierno se congeló”. De sorna no iban escasos los señores. Frey puntualizó en la primera de las muchas y lucrativas giras mundiales: “Cualquier relación que valga la pena sobrevive a los extremos". Y más si hay muchos ceros en uno de los extremos, diría yo.

 


En cuanto al disco en sí, Henley toma el protagonismo tanto en letras como cantando en la mayoría de los cortes. La sección rítmica con Meisner da un paso adelante con relación a sus discos más country. Con esos mimbres y las guitarras rock de Felder y Walsh, consiguen un sonido de rock clásico. Está claro que “Hotel California” eclipsa el resto del disco. Pero si intentas ponerlo en perspectiva, todo el trabajo es perfecto, todo encaja y suena como debería sonar. Es un álbum conceptual, que no se desarrolla en el Far West con forajidos como Desperado. Los Eagles eran conscientes de que una nueva época llegaba en su país y esbozaron una amplia y pesimista historia de USA que bordea el nihilismo. La última canción, “The Last Resort” trata sobre la muerte de esa sociedad en la que ya no habrá nuevas fronteras y ahora hay que dedicarse a colocar la chatarra y la basura en el espacio.

Ah, para que la controversia no termine, la imagen de la carátula es del hotel Beverly Hills. Muchos hoteles alrededor del mundo han reclamado haber servido de inspiración para la canción, muy especialmente el "Hotel California" situado en Todos Santos, Baja California Sur, México. Hubo hasta un proceso judicial que se resolvió con un acuerdo entre ambas partes.

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