En fin, amiguitos, lo cierto es que Extraterrestre me ha gustado bastante, pero tampoco es que sea la película del año. Con un reparto eminentemente televisivo, el gaditano Julián Villagrán ha supuesto para mí todo un agradable descubrimiento, haciendo su papel muy creíble. Y qué decir de Carlos Areces y Raúl Cimas -naturales como cualquier hijo de vecino- o de Michelle Jenner, tan decorativa como siempre. Y es que, en realidad, Extraterrestre es una comedia romántica de enredo simpática y ligera que no necesita de grandes dosis de dramatismo ni aporta gran cosa al género -¿a cual, ahora que lo pienso?-, pero es original y fresca. Lenta a ratos y con momentos que parecen querer engordar artificialmente un guion que quizás hubiese ganado con menos metraje –es el típico problema de esas historias que necesitan más tiempo que el que concede un cortometraje pero a las que les viene grande el largometraje-, en el fondo se deja ver con comodidad. Así pues, recomendada sin duda, pero prefiero al Vigalondo de Los Cronocrímenes.
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