ZEPPELIN ROCK: Soy Ozzy (memorias de Ozzy Osbourne) (2018): Crítica del libro reseña

sábado, 3 de noviembre de 2018

Soy Ozzy (memorias de Ozzy Osbourne) (2018): Crítica del libro reseña



Agotada la edición española (con la que no me hice en su día, ¡cachis!) de la autobiografía de Ozzy Osbourne, I am Ozzy (2009), que en España se decidió que se subtitulase (curiosa y nerudianamente) Confieso que he bebido (2011), fue imposible hacerme con él. Bueno, imposible del todo no era, pero ¿quién se gasta 100 euros por un libro de 20 así a lo tonto, y encima de segunda mano? No yo, desde luego. Miraba de vez en cuando por la Red por si algún despistado lo ponía a la venta a un precio asequible y razonable, pero esa circunstancia no se presentaba. Y hete aquí que llega este 2018 (mayo) y Es Pop Ediciones decide reeditarlo, esta vez con el título original Soy Ozzy. Las memorias de Ozzy Osbourne. [Se agradece que no pusiesen ese Yo espurio en que se cae en ocasiones].





En fin, la reedición se hace en esa espléndida traducción (tan cercana) que hizo en su día para la primera edición Pablo Álvarez Ellacuria, revisada. Y aun así se escapan algunas (no muchas, la verdad) inevitables erratas. Aunque ya sabéis que, como la arruga, la errata es bella. Una escritura muy limpia, muy correcta, en general.

Desconocemos cuál fue el método original en la redacción definitiva de esta obra para su primera versión en inglés publicada por Sphere (en Londres). Lo digo porque Ozzy no escribe directamente su autobiografía, sino que media (imagino que esto es inevitable) Chris Ayres. Lo que quiero decir es que no podemos saber cuánto pone Ozzy y cuánto pone Ayres en la redacción del libro (“A Chris Ayres, coautor de este libro. Gracias por organizar las historias de mi vida en un formato publicable. Si ti no habría sido capaz”, dice Ozzy en los agradecimientos). Y por lo tanto, no puede uno valorar cuán fino es Ozzy en sus chistes, cuánto aporta en la estructuración de las anécdotas, en el estilo con que están narradas las mismas… En fin, que uno se ve imposibilitado de poder enjuiciar a Ozzy como autor. Más aún cuando, además, no estamos leyendo la obra original, sino ésta pasada por el tamiz de la traducción de Pablo Álvarez, que me da que pone mucho de su parte y sale airoso del reto.




Lo que sí podemos hacer es valorar la obra en sí, más allá de que su escritura pertenezca a uno o a otro autor. De la simbiosis de las aportaciones de unos y otros ha nacido, suponemos, y el resultado –ya os lo digo- es más que meritorio. Fluidez, amenidad y una composición atractiva y limpia es el resultado con que se encuentra el lector de esta edición en español. Al texto, estructurado en dos partes de 6 capítulos cada una, se le adjuntan dos lotes de fotos en color.

He disfrutado sobremanera leyendo estas memorias, las memorias de John Osbourne Clarke, y me he reído (por dentro casi siempre) de muchas de las anécdotas o aventuras de tan singular personaje que sigue milagrosamente vivito y coleando (bueno, coleando ya menos; lo leeréis). Por poner una pega, creo que el libro va como de más a menos. Y es que la última parte del libro se centra demasiado (a mi entender) en enfermedades de la familia y en ese programa de telerrealidad llamado The Osbournes que triunfó en América e Inglaterra. Es parte fundamental de su vida, no lo dudo, pero se hace menos atractiva para el lector; y más aún para el lector que espera que se hable sobre todo de música, de sucesos e historietas relacio

No haré spoiler aquí recordando tal o cual anécdota, tal o cual episodio de su ajetreada vida, tanto con Black Sabbath como de su carrera en solitario. Las hay a puñados y la mayoría hilarantes a tope, hermano. Puedes descubrirlas por ti mismo. Y te puedo decir que te espera una lectura con la que vas a disfrutar cantidad. Como el agua cristalina de un río fluye en un día soleado. Soy Ozzy es la repera. Muy aconsejable; dicho queda (de nada).



1 comentario:

  1. quizá es que no haya mucho mas que le haya pasado en los últimos años que ese programa de tv... de alguna manera lo trajo al planeta de los vivos ja...

    no es un personaje que me atraiga pero las autobiografías si me pueden... si decís que es tan divertida no estaría mal leerla... saludos...

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