Aún no somos legión (ni es la pretensión de quien esto escribe), pero poco a poco se está formando un equipo solvente en Zeppelin Rock Sabbath a mayor gloria de esta humilde página. A las últimas incorporaciones de Blue Monday y Tatiana (Don Críspulo ya es viejo conocido), se une ahora a nosotros todo un maestro del rock: Addison de Witt. Si no lo conocéis, ya tardáis en pasaros por un blog de altura llamado Rock and More, y solo así podréis comprender parte de lo que digo. No es retórica, amigos, ni peloteo: es la pura realidad. Addison es un maestro y tendremos una colaboración llegada de su pluma cada semana. Sea bien venido.
Lo estoy intentando
por Addison de Witt
del blog Rock and More By Addison de Witt
Ciertamente lo estoy intentando, lo estoy intentando por ellos, porque siempre me ha encantado la música de los hijos de Jim Dickinson, lo estoy intentando porque el año pasado vibré con su actuación en el escenario pequeño del ARF, lo estoy intentando porque me caen bien, porque su padre era un Dios mitológico y desde el mas allá querrá hablar con orgullo de sus vástagos, babear mientras comenta cómo, sin saber en que momento ocurrió, un día se dio cuenta de que le habían superado en habilidades artísticas...
Sigo insistiendo, porque es que además tienen un ramillete de discos realmente excelentes y no quiero que la racha pare, y no quiero rendirme porque su anterior álbum, The Keys of The Kingdom me parece un disco fabuloso y emocionante.
Y pienso seguir dándole caña al material porque el próximo día 11 de octubre me reencuentro con ellos en directo y quiero que me vuelvan ha hacer palpitar de emoción, y que sus nuevos temas traspasen mi piel y se queden temblando de forma intercutánea durante una noche de gozo mágico y brujo, y volver a sentir con ellos el calor que produce en las tripas la combinación maldita de blues y alcohol a partes iguales...
Pero sobre todo quiero seguir intentándolo por mí. Sí, ya sé que es egoísta, pero qué le voy a hacer, necesito que me guste este disco, había mucha ilusión depositada en él, muchas ganas de encontrarme cara a oreja con su contenido, muchos preámbulos al sueño especulando sobre cómo sería, si tendría incluida alguna versión, si sería más blussero que tal o cual trabajo pretérito...Necesito que me guste este disco porque amo la música de NMAS, porque amo el southern Rock, porque no puedo encajar una decepción, no me decepcionéis tíos...
Pero lo cierto es que cada escucha, incluida la que ahora mismo está torpedeando mis oídos mientras tecleo esta reseña con los ojos consternados de pena, no hace que me sienta más animado, todo lo contrario, no consigo comprender los propósitos ocultos que han motivado la forma definitiva que los hermanos Dickinson han decidido dar a este esperado disco que responde al titulo de World Boogie Is Coming.
Pero vayamos por partes, intentemos que el exceso de emotividad no enrede mis palabras con la onda expansiva de mi corazón y podamos ser claros y justos con este trabajo que de momento me está decepcionando.
Cuenta con la colaboración de un buen numero de grandes artistas, lo que no está ni bien ni mal, pero siempre resulta atractivo ver cómo artistas importantes aportan en trabajos ajenos y se ponen a las órdenes de camaradas y a la vez rivales, más si estos artistas tienen nombres como: Robert Plant, Duwaine Burnside o Alvin Youngblood Hart. Otra decepción supone la no presencia del gran Chris Chew, aunque según parece son problemas de salud los que le mantienen alejado de la banda al fantástico bajista sureño.
Y comienza el disco, con una sensacional y pantanosa pieza instrumental: "JR", ardiente, calentada por la fogosa sonoridad de una armónica que deja caer su maldición entre una nebulosa sónica de tremendo impacto, buen comienzo, buenísimo. En "Goat Meat" en cambio hay algo que no funciona, al menos a mí no me encaja en la mollera, nada melódica y estilísticamente en la ambigüedad y se me hace pesada, rutinaria y aburrida, y lo es, en mi opinión por no dar con la tecla instrumental adecuada; primer sinsabor.
"Rollin 'n Tumblin" es un blues internacional, mil veces versionado y popularizado principalmente por Muddy Waters. Aquí simplemente no entiendo el concepto que utilizan los hermanos Dickinson, pretendiendo dar al tema una sonoridad moderna que no le va, que creo que no le aporta nada al sentir de la melodía mucho más dura e inflexible que otros temas. Este es un tema que no se adapta con facilidad, un tema rígido y todos estos efectos de estudio, simplemente opino, que no le van para nada al tema. "Boogie" es un tema que comienza con una guitarra nerviosa que suena a eso, a Boogie, y está bien, pero tanto la vocalidad como el tempo utilizado es excesivamente saltarín, nervioso, que no camina en la misma dirección que el alma del tema, y esos desvaríos no funcionan. Progresivamente el tema va fraguando en los oídos y termina resultando coherente, que ya es bastante.
"Snake Drive" es una jarana y como tal la afronta la banda, es un gran tema, qué duda cabe, y en cuanto a vivirlo, lo viven como se debe vivir, pero el aire Funky no le viene bien, o eso, o es que a mí el funky no me gusta, pero la versión intenta algo que quizás funcione en otros oídos, en los míos no. El que sí me gusta es "Meet Me in the City", armónico y sensual en su transcurrir melódico y sonoro, acertado en el ritmo y en la interpretación vocal, es un tema con una aportación coral hermosa, discreta y sutil, un buen tema y lo mismo debo decir de "Turn Up Satan", oscura, densa y amenazante, humeante como las calderas del hogar del protagonista del tema, de lo mejor del disco.
"Shimmy" me parece aburrida y además un batiburrillo sónico sin demasiado sentido, instrumental totalmente prescindible en el disco, y hasta ahora el gran Luther apenas nos ha abrasado los oídos con sus cuerdas bluseras, ¿A qué espera?...Se empalma con "My Babe", ligera y breve que hace de nexo para esa especie de marcha militar que es la indescriptible "Granny, Does Your Dog Bite", tema que despista y cuya incursión tampoco termino de entender, la guerra de secesión en el último de NMAS.
Loopins y efectos sonoros para este boogie de modernas intenciones sonicas y buen funcionamiento a pesar de todo, y lo que esta claro es que los Dickinson hacen un ejercicio de rejuvenecimiento del género que también es justo reconocer y que en este "World Boogie" saldan con un éxito parcial, pero definitivo.
"Goin' To Brownsville" demuestra una vez más que es en los sonidos que reptan desde los humedales del blues donde mejor funciona esta banda, y aunque también crean un concepto diferente para la interpretación de este clásico de John Estes, la valentía en esta ocasión tiene un justo y merecido premio logrando una novedosa y efectista versión del tema que popularizó Ry Cooder. Aquí nos olvidamos de aquella mítica versión para sumergirnos en la oferta que nos hacen Luther y Cody y que no podemos rechazar. Ritmo vivo, Boogie-blues a lo Lee Hooker en una de las visiones más clásicas que ofrece este trabajo. Dentro de los parámetros ortodoxos se desenvuelve este buen y entretenido tema que invita a darle justo castigo a las caderas, sometiéndolas a un baile reconciliador con el álbum.
Buen tema "Jumper on The Line", aunque a un servidor esos más de diez minutos se le hacen excesivos, y eso es un problema, pues al tratarse de un boogie, nuevamente a lo Lee Hooker, la rutina se adueña de la situación e irremediablemente hace que la concentración vuele y busque soles mas cálidos, una lastima, pues es un tema seminalmente mas que aceptable.
Y únicamente queda una despedida a modo de documento sonoro de irrelevante interés.
Un disco que crea en quien suscribe una confusión de la que no logra escabullirse por más que lo intenta y que no resulta cómoda a la hora de intentar disfrutar de unos cortes, que en otras circunstancias hubiesen sido al menos disfrutables, melodías más bordeadas, sonido más clásico, con incursiones de modernismo más atenuadas y sutiles y una mayor actuación guitarrera a modo "marca de la casa" creo que hubiesen hecho de este disco un producto más coherente y redondo, aunque, eso es cierto, menos ambicioso y tirao p'alante.
No puedo evitar sentirme un pelín indefenso ante la escucha de un disco que quiere y no puede, que juega a ser y pierde la baza de la musicalidad apostando demasiados amarracos a la carta de la evolución moderna.
Tiene por supuesto aciertos parciales, como corresponde a tan talentosos músicos como son los hermanos Dickinson, pero los, digamos, "no aciertos", al menos logran un empate, que al serles fuera de casa tiene sabor a victoria.
Seguiremos intentándolo y tal vez un día de estos tengo que rectificar alguno de los argumentos aquí expuestos, lo haré encantado, ojalá lo haga.
©Addison de Witt
Totalmente de acuerdo, cada día me gusta menos. Y me gusta, pero yo quería más, esperaba más, necesitaba más. De todas maneras sigue en la lista de los discos del año.
ResponderEliminarBuena crítica!!!
Pues a mi, al revés que a todo el mundo, me encanta este disco, se han acercado a ese pseudo blues que tan en boga está y lo hacen bien, pero bueno, para gustos colores.
ResponderEliminarDon Crispulo; encantado caballero, yo soy amante confeso de los Dickinson y quizás por eso soy como un padre severo e inexpugnable con sus hijos, pero les exijo porque conozco su talento y en este disco no lo demuestran, creo que han intentado hacer algo que no les es afín, pero lo han intentado, yo, como tu, necesitaba mas, esperaba mas.
ResponderEliminarGracias por comentar y encantado de nuevo.
Carlos Tizón: Efectivamente, para gustos...creo compadre que entiendo lo que dices y me consta que es así, lo han intentado y parcialmente conseguido, pero creo que ese sonido y actitud blusera a la que te refieres la están consiguiendo otros mas afínes a ese tipo de experimentos por características propias. A este respecto y si no conoces te sugiero los discos de Henrys Funeral Shoe, si te interesan y no los tienes te los puedo enviar encantado, creo que a lo mejor entiendes un poco por donde van mis comentarios.
Muchas gracias por tu aportación.
Saludos.