ZEPPELIN ROCK: Dream Theater - Dream Theater (2013): Crítica del disco (review)

viernes, 20 de septiembre de 2013

Dream Theater - Dream Theater (2013): Crítica del disco (review)



by Don Críspulo

Saben ustedes que de entre los grupos de fans histéricas, los aficionados a esto del metal, algunos, van justo detrás de los de Justin Bieber. Qué yo he visto a más de uno llorando por los rincones cuando Dickinson se cortó el pelo. Pues bien, esto se agrava más, si cabe, cuando la palabra “progresivo” se pone por medio. Les cuento esta milonga porque ya he visto críticas furibundas hacia el nuevo disco de Dream Theater. Dream Theater, el disco, es, para empezar, mejor que el anterior “A Dramatic...” o, si lo prefieren, menos estándar, más arriesgado y, también, más logrado y, hay que decirlo, muy irregular. Y digo esto reconociendo que “A Dramatic...” fue un disco que me gustó mucho.


La vida sigue, y como cada año impar desde hace más de una década, somos bendecidos con ese don que es un nuevo trabajo de Dream Theater. ¿Y ahora qué? Imagino que esa pregunta no sólo habita en las cabecitas de los fans, sino que debe haber llamado, y muchas veces, a la de los músicos. ¿Y ahora qué coño hacemos, si ya hemos hecho de todo? Supongo que ese estrés lo tenían hasta los Ramones. Gracias a dios ya se acabó la moda de los desenchufados y las orquestas y los neoyorquinos simplemente han grabado otro disco de Dream Theater, así, sin más y, claro, sin menos. Y es que Dream Theater que es un grupo de claras y múltiples influencias, pero que siempre han sonado a sí mismos, a veces demasiado, no necesitan de más artificio que el que pueden llevar en su propio maletero aunque en este disco, como en todos, hay algo diferente, siempre hay algo diferente.



Y lo que hay diferente, o menos explorado que en realidad no es la primera vez que lo hacen, son algunas partes, primera copla y última, donde la cosa suena a banda sonora de película palomitera del hollywood más comercial. Personalmente no es algo que me entusiasme, pero entiendo que queda de maravilla. Así que quitando esa primera “False Awakening”, que a priori parecía que iba a ser una de aquellas largas y sinuosas que tanto nos gusta y al final se ha quedado en una buena y curiosa introducción, la cosa empieza de verdad, para mí, con el single de adelanto: “The Enemy Inside” que contiene todos los ingredientes que amamos los fans de DT. Esa mezcla de fuerza y virtuosismo que los ha hecho grandes.

Hablábamos antes de las influencias que la banda nunca se preocupó en ocultar. Al contrario, siempre parece que dejan en cada disco algunas pinceladas dedicadas a aquellas bandas, ya sean Metallica, Pink Floyd, Kansas o los mismísimos U2. Está vez nos dejan dos perlas de puro RUSH (una de sus grandes influencias). La primera en esa copla que se ha convertido en, por el momento, mi favorita llamada “The Looking Glass”. No se puede hacer mejor. Así que estamos en pleno apogeo, con dos coplas de mucha calidad y con “The Enigma Machine” nos cortan un poco el rollo. Instrumental, cortita y el pie (aunque dure seis minutos) en la primera parte del disco que en mi opinión aporta poco a pesar de que, de lejos, el principio recuerda aquella maravillosa YYZ de RUSH (otra vez). La réplica la da “The Bigger Picture”, una balada con azúcar suficiente para dejar diabéticos a la mitad de la provincia de Albacete, que se endereza a medida que va endureciéndose con un gran golpe de timón final, volviendo a sonarme a Rush (sí, estoy obsesionado). “Behind The Veil” viene cargada de no sé que ropajes (hola, Juan Ramón), riffs como la hoja de un aizkolari, un Petrucci desatado y un estribillo cautivador ¿Quién puede quejarse?



¿Ese principio de “Surrender To Reason”, con ese riff arpegiado no podría ser de Lifeson? Vale, lo acepto, lo mío debe de ser de psiquiatra, pero es la emoción, no me lo tengan en cuenta. Más madera, uno más al camarote, la parte contratante de la primera parte, con coros, melodía, Labrie comandando el cotarro, Myung pegando codazos para salir en la foto... a esta altura del disco yo me siente muy feliz y todavía queda lo mejor, lo mejor siempre es al final, que yo lo sé. Pero antes pasamos por “Along For The Ride” que es otro momento de feeling, otra vez con azúcar, pero a ¿quien le amarga un dulce? Además es DT haciendo de DT, quizás de manera demasiada obvia y con un Rudess soltándose la melena que no tiene.

Y lo que todos esperábamos viene al final. Que a ver, que una canción de más de veinte minutos de Dream Theater es el sueño húmedo de muchos. Y no decepciona, al contrario es un clásico desde ya. Dividida en cinco partes, cada uno, la verdad sea dicha, de su padre y de su madre. Comienzo estratosférico, caballos desbocados y tangana dan paso a momentos tranquilos, con Jordan Rudess configurando el GPS y aunque no me acaba de entrar esa ambientación de película con pretensión de Oscar que se marcan a mitad retomando un poco el principio del disco, no puedo sino rendirme, que en el fondo soy un fan y los fans somos así. Claro que digo esto después de que el bajo de Myung me lleve de cabeza hacía el final, con Labrie cantando alto, como me gusta. Hay que ser muy bueno para tocar esos diez minutos finales (aunque tienen un coitus interruptus). Bueno, hay que ser muy bueno para tocar cualquier segundo de la música de estos tipos.

©Don Críspulo

10 comentarios:

  1. Grandes, inspiradas y bien escritas palabras. Después de exprimir el último de Flotsam & Jetsam, ardo de ganas de echarle el oído a este (de hecho, el leer esta crítica y me ha servido de escucha para comenzar la degustación) esperado álbum de los DT.

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  2. Genial crítica. Ya me ahorro la mía en mi blog. Me parece el mejor disco de DT desde Train of Thought, con una primera parte llena de buenas canciones y una segunda, el tema final, con esos veintipico minutos geniales (sí, a mí las melodías de banda sonora me resbalan un rato, pero compensa el resto). Espectacular.

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    1. Estoy casi de acuerdo contigo aunque para mí "Black Clouds..." es una OBRA MAESTRA, especialmente esa Count Of Tuscany final!!!!

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  3. Para mi gusto, de los tres últimos discos de DT, de momento éste es el que menos me gusta... a ver si con más escuchas...

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  4. Estupenda critica...muy buena,
    Coincido con vos en muchas cosas..primero en el exqusito sabor que me dejan los homenajes a Rush!! absolutamente merecidos..nunca podria disgustarme algo que rime con Rush...
    Segundo que, como fan absoluto de DT, caigo rendido a sus pies con cada cancion...Pero el final...con Illumination theory..es increiblemente SUBLIME, EPICO, HERMOSO, VIRTUOSO..majestuoso en definitiva...
    Dream lo hizo de nuevo!!!! gracias otra vez

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  5. disco mas asequible desde la primera escucha que los últimos que si bien me encantaron no terminaron de ser redondos...este tal vez tampoco lo es ( dentro del elevado estándar de dream theater) pero no recuerdo un duodécimo disco de ninguna banda tan impresionante...que merito tienen estos bestias...

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  6. El solo hecho de que DT saque nuevos discos, es un placer,... siempre tendremos temas favoritos y discos en el N° uno de nuestra lista personal,... pero lo mas importante para mi es que la banda sigue creciendo,... sigue evolucionando y lo mas importante de todo es que yo, que tengo 39 años y mi hijo de 16, esperábamos con ansias este nuevo disco,... y lo disfrutaremos juntos, y lo comentaremos,... y seguramente cuando vengan a Chile, una vez mas estaremos hombro con hombro cantando las canciones con nuestro rostro iluminado y sonriente.

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  7. El álbum está increíble, la critica es muy agradable, sincera, humana. Me encanta el nuevo sonido que le dan a la batería de Mangini en esta mezcla... Claro , se siente el tributo a Metallica y a Rush. Sin duda una obra maestra, al nivel de sus mejores álbumes... Ese último tema es en definitiva un orgasmo.

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  8. Debo decir que no estoy del todo en acuerdo, aunque si comparto ciertas situaciones con la crítica. De entrada, no me suena tantísimo rush, de hecho se suena más a progre italiano de los 70´s (que wow). Pero en definitiva me agrada más que Black Clouds... y A dramatic... En lo personal noto a la banda en franca decadencia compositiva desde octavarium, de alguna forma más de lo mismo; aunque claro, más de lo mismo de DT termina siendo algo exquisito. Me gustan esos intentos de modernidad, al estilo djent con riffs muy percusivos, sin el sonido característico de estos; también me gusta el dinamismo que aporta mangini, aunque por momentos resulta frenéticos, casi annihilator y no estoy seguro de la buena vibra entre estos y DT. Al final, me parece delicioso, casi exquisito Labrie cantando alto con reverberación y chorus al más puro estilo de Gianni Leone, y secundado por Rudes con esos teclados reafirmando la influencia de Ill balleto di bronzo... Genial que buen sentimiento. Sin embargo, termina siendo un disco no tan redondo, algo irregular y que se convierte en una mezcla de los otros 11 discos de DT, con un poco de toques frescos para unirlo a la modernidad y vanguardia. En fin, sin proponer nada nuevo como en aquel maravilloso Scenes from a memory o Octavarium. Sigo extrañando a Mike Portnoy, y rezo porque este sea un disco transitorio para regalarnos la próxima vez un verdadero Dream Theater... exquisito, soberbio, propositivo y vanguardista.

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  9. necesito 14 dolares para tenerlo!!
    Bueno ya lo descargué y creo que para las primeras escuchas me parece muy raro. Todavía no me acostumbro a la forma de tocar de Mangini. Tambien me parece desordenado en algunas partes, pero que demonios, me gusta!
    James creo que no mejoró ni empeoró. Rudess es cierto que tiene mayor participación. Petrucci impecable.
    Aunque sí. Faltan los coros pegadizos y mejor fraseo... no sé falta algo. Creo que a dramatic estuvo un poco mejor, aunque debo escuchar más el album.
    Otro punto que quiero resaltar es si era necesario nombrar a éste album "Dream Theater"? por qué no solo se tituló "Illumination Theory"?
    Creo que es una falta de respeto a Portnoy como miembro fundador y gran compositor de DT.
    Bueno eso es todo.. le doy un 8 de 10.

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