ZEPPELIN ROCK: Crítica de la película "Shoot'Em Up" (Michael Davis, 2007): Review

martes, 20 de noviembre de 2018

Crítica de la película "Shoot'Em Up" (Michael Davis, 2007): Review


por Möbius el Crononauta





Os cuento. ¡Malutos masacrados con zanahorias! ¡Un cordón umbilical cortado a tiros! ¡Manos cortadas que accionan dispositivos ultramodernos en pistolas! ¡Tiroteos a 10.000 pies de altura en caída libre! ¡Clásicos del rock and roll! Shoot'Em Up es una entretenida cinta de acción sin pies ni cabeza ni sentido alguno, y está compuesta a base de faltadas, una detrás de otra. Y todo es tan over the top que por eso puede funcionar con cualquier cinéfilo que tenga ganas de pasar hora y media sin darle al coco. Sencillamente todo está tan salido de madre que uno no puede ni pensar que le estén tomando el pelo. Evidentemente aquí la seriedad y el ojo crítico están de más. La palabra clave para hoy es: ¡velocidad absurda!



La primera media hora ya nos dice lo que va a ser toda la peli: el personaje de Clive Owen comiendo zanahorias y usándolas de las maneras más imaginativas para acabar de vez en cuando con los tipos malos, lógica subcero en cada escena de acción y frases irónicas que no funcionan con un Owen poniendo todo el rato cara de leño seco. En Sin City el personaje le iba, pero aunque no he visto Closer, no me imagino por qué demonios este hombre fue nominado a un Oscar. Con un duro más irónico la cosa habría ido mejor, pero bueno, al fin y al cabo todo lo que hacía falta es alguien que apriete el gatillo sin cesar. De todas formas el guión, escrito y dirigido por un tal Michael Davis (autor de clásicos como Doble dragón) tampoco es para tirar cohetes. Pero estoy siendo injusto. Cuando el bueno atraviesa la garganta de un tipo con una zanahoria, ¿quién necesita a Ben Hecht?




Por suerte, entre otras cosas, si la peli funciona es gracias al viejo axioma de que el malo ha de ser más carismático que el bueno para que la cosa vaya bien. Y en Shoot'Em Up tenemos al usualmente alternativo, y grandísimo actor, Paul Giamatti haciendo de maluto graciosete y psicópata. El detalle de que su mujer (que obviamente parece no saber a que se dedica su hombre) le esté llamando al móvil cada dos por tres está cachondo. Aunque cuando al fin tiene al tipo duro a tiro, su mujer le llama y él le dice que no puede hablar que está ocupado, con voz de psicopáta. ¿Qué pensara la mujer? ¿Os preocuparíais si vuestra pareja por teléfono sonara como si estuviera a punto de volarle los sesos a alguien?

Y hablando de cosas cachondas, otro acierto es la protagonista, Monica Bellucci (bellezón mediterráneo, excelentísima MILF, y muchas otras cosas), que más o menos luce palmito y poco más, pero supongo que tanto ella como nosotros ya sabíamos que no iba a ser el papel de su vida.

Y aun un aliciente más: de forma inopinada suenan gominolas como Nirvana, Wolfmother, Motörhead, Iggy Pop (por desgracia es su desastrosa canción con Green Day), y para el final feliz nada menos que el "Kickstart My Heart" de Mötley Crüe. Mooola.




Pues eso, multitud de tiros, montones de muertos (bombástico el momento en que Giamatti tiene que reunir a 50 pistoleros para acabar con el maldito Owen. Por supuesto, ninguno dará en el blanco. ¡La hecatombe!), y escenas delirantes por doquier. Las hay a manos llenas, y es difícil quedarse con sólo una. A parte del tiroteo en caída libre desde un Boeing o algo así, la flipante maniobra tioteril en el parque, el choque frontal para que Owen caiga limpiamente dentro de la furgo de los malutos, o el chico bueno dejando a la chica y al bebé (toda la historia gira alrededor de un bebé, que se pasa media peli con un calcetín del prota en la cabeza, ¡entrañable!) dentro del tanque de un museo para que estén protegidos (!) creo que sin duda la escena más delirante es la inevitable escena de cama entre la Bellucci y el Owen. Y la escena es grandiosa gracias a la Bellucci, pero sólo al 50%. Os la voy a describir porque no tiene precio. Supongo que esto podría considerarse un SPOILER, pero no creo que os importe mucho con una peli así. Además, una vez lo sepáis, cuando veáis la peli, ¡estaréis deseando verla!




En fin, pues el chico, la chica y el bebé con calcetín se refugian en un hotelucho. Tienen la única conversación profunda entre ellos (totalmente mongólica, y metida con calzador para que luego no digan que los personajes no son profundos), y ella le cuenta como perdió a su bebé (porque ella es prostituta, y el Owen la busca para que se encargue del niño, porque, ahí os dejo la cosa, la Bellucci es una meretriz especializada en satisfacer a quienes quieren volver a sentirse como tiernos bebés... ¡ya sabéis!). Después de que quede claro que ella es una mujer vacía y triste, y él un tipo enigmático y triste, llega lo inevitable: el chico y la chica se acuestan juntos y le dan al matute.




Pero por supuesto ahí están los pistoleros para interrumpir la escena de amor. Pechito con pechito, Owen y la Bellucci se lo estaban pasando en grande girando por la cama, y nada, tenían que llegar los hijos de Caín a dar por saco. ¿He dicho interrumpir? ¡Ja! ¿Qué impide que el Owen se haga con sus pistolas y se ponga a rodar por la habitación disparando a los malos, mientras la Bellucci sigue acoplada y orgasmando? Obviamente, ¡nada! Psicotrópica escena que vale por sí sola ver toda la peli. Supongo que es el sueño machuno por excelencia: símbolos de poder fálicos en la mano soltando casquillos y la Bellucci ahí a lo suyo. ¡Viva el cinema verité!

Y bien, ¿qué más queréis? ¿A Owen acabando con el gran maluto a pesar de tener todos los dedos de la mano rotos? You've got it! Aunque de todas la escenas, para mí la más conseguida e hilarante (pero a propósito) es el juego que se llevan el Owen y el Giamatti con unos letreros luminosos. Una entretenida ocurrencia, ya veréis.

Para acabar, os dejo con un comentario que me ha hecho la vecina del quinto respecto a la peli. En realidad dicha vecina no existe y soy yo mismo, pero a veces me hablo con peluca en plan El quimérico inquilino. No sé por qué, pero a lo largo de la peli la Bellucci me recordaba mucho a Berta Collado con sus pelucas negras, o viceversa. ¿Creéis que hay algún parecido, o ha llegado la hora de que me abra la cabeza y me dé un festín con los sesos que encuentre dentro?



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