ZEPPELIN ROCK: Nightwish - Century Child (2002): Crítica review

sábado, 21 de enero de 2017

Nightwish - Century Child (2002): Crítica review


por Edy Fernandes (@adylefer)
del blog Soonatas



La pérdida y búsqueda de la inocencia es el gran dilema que la banda Nightwish plasmó en su cuarto álbum de estudio, una preciosa joya que dieron a conocer en el año 2002 y a la cual llamaron “Century Child”. Este disco es una producción madura, profunda, cuenta con letras y música que va más allá de las fronteras de Finlandia y el norte de Europa, son armonías universales que hacen vibrar al más duro de los corazones.


Fueron los primeros escritos de una poetisa de la era victoriana la musa de Tuomas Holopainen, de allí se recogió las ideas que dieron vida a las letras que soportan este monumental disco. Christina Rossetti es la escritora a la cual nos referimos, autora de “The Goblin Market and Other Poems” (El Mercado de los Duendes), un libro que recoge versos que plasmó en el papel cuando apenas tenía siete años de edad, allí sorprendentemente expresó un fuerte conflicto que vivió en su niñez, una lucha entre la inocencia y las tentaciones.

La novela “Possession: A Romance” de la también británica A.S. Byatt, publicada en 1990, se basa en una parte de la vida de la escritora Christina Rossetti, a la cual le colocó el nombre ficticio de Christabel LaMotte. Aquí está la clave del porque deduzco que es ella y su poesía la inspiración de cada una de las letras que compuso Tuomas para este disco, está justo al final de la última canción: -“Oh, dulce Christabel: Comparte conmigo tu poema, porque yo sé ahora que soy un títere en este escenario silencioso. Sólo soy un poeta que falló en su mejor obra, un muchacho muerto que no escribió un final para cada uno de sus poemas”.




“Bless The Child” es la canción que abre este álbum, comienza con esa melodía que nace de la iluminada voz de Tarja Turunen, que de a poco va apareciendo una música de orquesta que cubre de neblina el bosque que está a primera vista. Nevalainen hace acto de presencia, la batería marca el tiempo, la voz del invitado Sam Hardwick introduce la historia que va a contar Tarja. La letra de Holopainen se puede interpretar como el origen de la inocencia, la necesidad de ser bendecido para no convertirse en un ser inanimado. La poesía es hermosa, musicalmente poderosa. Contiene una de las frases más impactantes que uno pueda encontrar en la música metal: -“Remember, my child: Without innocence the cross is only iron, hope is only an illusion and Ocean Soul’s nothing but a name… (Recuerda, mi niño: Sin inocencia la cruz es sólo hierro, la esperanza es sólo una ilusión y el Alma del Océano nada más que un nombre…)”.

Si solo te dejas llevar por “Bless The Child” podrás ver como chocan sentimientos, quieres saber más, pero al mismo tiempo huir; quieres gritar pero necesitas silencio; la tristeza te puede abrumar pero no habrá lágrimas en tu rostro; quieres ser el guía cuando realmente debes buscar quien te dirija.
“End Of All Hope” se inclina más al power metal, la voz operística de Tarja te envuelve y eleva para ver todo desde arriba; la batería de Nevalainen va jugando constantemente con cambios suculentos, la guitara de Vuorinen es desgarradora. La letra es una continuación de lo escuchado en “Bless The Child”, solo que aquí se trata de la perdida de la esperanza, toda la fuerza musical nos traslada a un ser que habla desde el lado oscuro, donde no existe inocencia, fe, amor; y para recuperar esos sentimientos es necesario que nazca un niño, porque él es la esperanza: -“This is the birth of all hope. To have what i once had. This life unforgiven, it will end with a birth. (Este es el nacimiento de toda la esperanza. Tener lo que yo una vez tuve. Esta vida sin perdón, terminará con un nacimiento)”.




Tuomas Holopainen saca oro de sus teclados para que la rabia sea trasmitida por Tarja, hay una lucha interna que busca expulsar todo lo malo, llamando al renacimiento, una vida que tenga realmente esperanza. Todos los elementos combinados dan vida a una magistral pieza.

“Dead To The World” es otro viaje muy revelador, una composición fuerte, estamos frente a la primera canción donde Marco Hietala tiene un papel protagónico. Holopainen hace una descarga emocional, los teclados están llenos de furia, no tarda mucho para que llegue un descenso donde Hietala nos hable de él, ¿De quién? Casi seguro del propio Tuomas, nada más leamos esta frase: -“I studied silence to learn the music. I joined the sinful to regain innocence. (Estudie el silencio para aprender música. Uní la pecaminosidad para recuperar la inocencia)”. Tarja canta a dúo con el bajista, ella habla sobre los miedos: “It’s not the monsters under your bed, it is the Man next door that makes you fear, makes you cry, makes you cry for the child. All the wars are fought among those lonely men unarmed, unscarred. (No son los monstruos bajo la cama, es el hombre en la puerta siguiente que te hace temer, que te hace llorar; te hace llorar por el niño. Todas esas guerras que luchan esos hombres solitarios, desarmados, sin miedo)”.

Tarja Turunen es la encargada de deslizarnos suavemente sobre las suaves nubes de “Ever Dream”, el piano de Holopainen llega al alma, la batería entra para que el ser ascienda mucho más. Es una bella composición, para muchos la mejor de Nightwish, en lo personal creo que una de las grandes canciones del heavy metal de todos los tiempos que ha pasado desapercibida.




“Ever Dream” tiene vida propia, estas frente a un amor profundo, sientes en tu piel las cicatrices que ha dejado el destino, puedes ver la belleza radiando luz, oler el agua de la cascada caer sonando colores inimaginables, mientras escuchas el sabor de los sueños. Tarja tiene claridad, no hay oscuridad en toda la pieza, es hermosura plena, es la puerta de la esperanza, confirmada por la voz grave de Marco gritando “Dream of Me”. En cualquier punto donde te ubiques de la canción sentirás que eres parte de ella, justo después del cautivador solo de Vuorinen hay un descenso para tomar impulso y así con mucha fuerza hacer ese llamado para que no te alejes, no mientas para que seas parte del sueño eterno.

Esto es una historia contada en distintos capítulos, cada canción nos mueve por diferentes escenas, “Slaying The Dreamer” es la aparición del lado oscuro que está en ese bosque encantado, su voz está llamando al fin de todo tipo de esperanza. Es una pieza de heavy metal de principio a fin, un primer experimento de Hietala que pudo ser mucho mejor, la idea es genial pero quizás exageró con su bajo para resaltar la maldad, además sus gritos cercanos a lo gutural rompen con lo presentado hasta ahora. Se entiende y se aplaude el objetivo perseguido, pero siento que pesó un poco la sed de protagonismo que traía Marco desenfocando la verdadera esencia que debía conseguir.




“Forever Yours” es una pieza muy suave, Tarja tiene en su voz todo el poder de una canción que habla de una despedida, un adiós a un corazón roto pero que recuerda que el momento está por llegar y por siempre será suyo. “Ocean Soul” viene en la misma sintonía, cuenta con una lírica más desarrollada, es un monologo que alguien hace frente al mar. De manera delicada Tarja Turunen va desarrollando este conversatorio personal donde el protagonista expresa su miedo a la soledad, lo hace pensar sobre la posibilidad de entregarse al mar para ser parte del alma oceánico: -“Long hours of loneliness between me and the sea. I only wished to become something beautiful, through my music, through my silent devotion. (Largas horas de soledad entre el mar y yo. Sólo deseaba convertirme en algo hermoso, a través de mi música, a través de mi silenciosa devoción)”.

“Feel For You” es otra gran interpretación que realizan a dúo Tarja y Marco, aquí la introducción realizada con el bajo distorsionado suena genial, está tocado a la medida, mientras las dos voces se conjugan con total naturalidad. La letra es hermosa, ella por si sola tiene un gran valor, acompañado por la combinación de sonidos salidos del sintetizador de Tuomas hace que esta bella pieza se sienta hasta el tuétano: -“You were my first love. The earth moving under me. Bedroom scent, beauty ardent, distant shiver, heaven sent. (Fuiste mi primer amor. La tierra moviéndose bajo mí. Olor de alcoba, belleza ardiente, escalofrío distante, que el cielo envió)”.




Ahora podemos dejarnos llevar por la famosa “The Phantom Of The Opera” de Andrew Lloyd Webber quien la compuso para el musical basado en la novela de Gaston Leroux, una versión fascinante que realiza Nightwish para nuestro deleite. Tuomas aprovecha esta canción para explayar todo su talento sobre los teclados, mientras Tarja y Marco vuelven hacer un dueto que merece todos los aplausos. Una versión que tiene calidad de principio a fin. La pieza termina con un cierto toque de heavy metal que recuerda por momentos a The Call Of Ktulu de Metallica.

Si pensabas que el cierre pasaría desapercibido te equivocaste, “Beauty Of The Beast” es una canción de diez minutos veinticuatro segundos sin desperdicio la cual se encuentra dividida en tres partes: “Long Lost Love”; “One More Night To Live”; y “Christabel”. La pieza que hace entrada es una composición musical de Marco Hietala, es lógico que el bajo tenga un gran papel, antecedida por un sutil juego que realiza Holopainen con su sintetizador. La música va creciendo en intensidad aunque en este tercio de la historia el ambiente es tenue, es la desesperanza en su máxima expresión: -“Distance is covering your way, tears your memory, all this beauty is killing me. (La distancia está cubriendo tu camino, las lágrimas tu memoria, toda esta belleza está matándome)”.




La segunda parte es una composición musical de Tuomas con Emppu Vuorinen, aquí vamos ascendiendo en intensidad, el ritmo nos arrastra a una historia en la cual volvemos a ese punto donde la inocencia se perdió: -“Beware the beast but enjoy the feast he offers. All of my songs can only be composed of the greatest of pains. Every single verse can only be born of the greatest of wishes. I wish I had one more night to live. (Ten cuidado con la bestia pero disfruta el banquete que él ofrece. Todas mis canciones sólo pueden componerse del más grande de los dolores. Cada simple verso sólo puede nacer del más grande de los deseos. Deseo que tuviera una noche más para vivir)”.

La melodía, la forma de expresar cada una de las palabras, el toque celestial que sale de cada uno de los instrumentos sin que pierdan fuerza, la composición podría ser interpretada por una gran orquesta sinfónica, pero es la magia de los miembros de Nightwish que hacen desplazarte sobre las hojas de la copa de los árboles que se mueven suavemente, donde se reflejan las angustias de Holopainen. La guitarra de Vuorinen es viento que mueve el bosque, está por llegar la tormenta, la fría agua caerá para levantar el suelo, el infierno es helado mientras el cielo que está por encima de las nubes es cálido, la lucha interna producto de las tentaciones es llamativamente aterrador.




La voz que abrió el disco es la encargada de cerrarlo, el invitado Sam Hardwick da lectura al mensaje que resume toda esta joya musical: -“Oh, sweet Christabel: Share with me your poem, for I know now, I’m a puppet on this silent stage show. I’m but a poet who failed his best play, a dead boy, who failed to write an ending to each of his poems. (Oh, dulce Christabel: Comparte conmigo tu poema, porque yo sé ahora que soy un títere en este escenario silencioso. Sólo soy un poeta que falló en su mejor obra, un muchacho muerto que no escribió un final para cada uno de sus poemas)”.

La belleza de la bestia tentó a la pureza, desde entonces la guerra interna de ese ser se volvió compleja, endurecedora; la rosa roja se oscureció y el delicado viento se transformó en tormenta permanente; pero será de ese dolor que vendrá la esperanza de vivir, de retornar a la candidez.

“Century Child” es para mí el mejor disco hasta ahora ha grabado Nightwish, y una de las más grandes obras del metal en general que injustamente no se le ha dado el lugar que merece. Escúchenlo, y sobre todo, permítanse viajar por ese mundo mágico que trata de contar una compleja realidad que vivimos a lo interno los seres humanos, ese deseo de regresar a la sencillez dejando de lado los peligros que arrastran las constantes tentaciones.

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1 comentario:

  1. personalmente , estan muy bien,molan,y tarja se sale cantando,pero Nightwish no me entran ni con calzador,ni esta época ni la actual...por cierto si he disfrutado la reseña bien larga como a mi me gustan.saludos

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