ZEPPELIN ROCK: Crónica de El Drogas en Razzmatazz 2, Barcelona (30/12/2016): Review

martes, 3 de enero de 2017

Crónica de El Drogas en Razzmatazz 2, Barcelona (30/12/2016): Review



Alfonso Díaz (del blog Rockeando)



Durante las últimas décadas Enrique Villarreal Armendáriz, más conocido como El Drogas se ha consagrado como uno de los músicos más carismáticos de nuestro país. Este carisma junto a su apabullante personalidad han dejado huella en bandas insignes como Barricada, pero su carácter polifacético y su creatividad han quedados plasmados en los trabajos de Txarrena, La Venganza De La Abuela, o en su actual proyecto bajo su propio nombre. Hace tan solo unos meses salía a la venta su último trabajo Un Día Nada Más, un resumen de su dilatada trayectoria en la que el músico navarro repasaba en directo y junto a una larga ristra de ilustres invitados algunos de los himnos que han marcado su carrera y que han sido coreados por diferentes generaciones de roqueros en nuestro país.


Si la memoria no me falla, la banda ya había estado por aquí el pasado mes de mayo presentando su ultimo trabajo Demasiado Tonto En La Corteza, pero la presencia del navarro siempre suele movilizar a una buena cantidad de seguidores, y más cuando su descarga se presentaba como una de las últimas del 2016. Además, el que trajera bajo el brazo una mirada retrospectiva a toda su carrera como Un Día Nada Más, abría la puerta para que el repertorio incluyera algunas de las gemas que grabara junto a sus excompañeros, lo que sin duda acabó propiciando que en la sala se agotara todo el papel y se respirara un fantástico ambiente.

Mucha ganas y muchísima expectación había entre los presentes para conseguir que la velada se convirtiera en una auténtica fiesta. Así que puntualmente, cuando las agujas del reloj marcaban las nueve de la noche, las luces de un local abarrotado se apagaban para dejar que a través del P. A. resonara la extensa introducción que serviría como preámbulo para el primer tema de la noche “Están Para Violarlas”. Ataviado con una americana a cuadros que hacía juego con su corbata, y luciendo sombrero de copa, su inseparable pañuelo y unas llamativas gafas de sol, el carismático vocalista no tardaría en convertirse en el centro de todas las miradas. Sin embargo, lo que nadie puede discutir a día de hoy es que detrás de El Drogas hay una banda compacta y rotunda, de forma que allí estuvieron Flako al bajo, Txus a la guitarra y Brigi a la batería para dar empaque y consistencia a temas clásicos dentro del rock nacional como “Barrio Conflictivo” o “Sofokao”, que hacían que la sala se viniera abajo mientras la gente coreaba enloquecida cada una de sus estrofas.




Tras haber calentado el ambiente con un par de clásicos de Barricada, que sirvieron para que la gente se desfogara a base de bien, la banda abriría el capítulo dedicado al material publicado bajo la denominación de Txarrena para regalarnos “Algunas cosas Por Terminar”, que nos dejaría a Txus encaramado sobre la tarima de la batería mientras el Drogas no dejaba de recorrer el escenario buscando la complicidad de unas primeras filas que no dejaron de animar y saltar durante toda la velada en temas el funkero “Así”, o la pieza que abría su segundo trabajo “Salvaje Mirar”.

Una nueva mirada sobre el material clásico de los míticos Barricada nos abocaría sobre un coreadísimo “Como Animal Caliente”, que sería la excusa perfecta para que la audiencia se convirtiera en protagonista, entonando cada uno de sus versos mientras el Drogas volcaba su micro sobre las primeras filas. Pese a que el material de su exbanda tuvo un papel destacado a lo largo de la velada, que nadie piense que la actual aventura del frontman navarro se dedica a vivir únicamente de las rentas del pasado, ya que a lo largo de las más de dos horas que duró el show también habría tiempo para repasar temas como “Como Elefantes” o los reivindicativos “ Cerocomasiete” y “Que Mal Rato”, que servían para demostrar que pese a su veteranía el navarro no ha perdido su lengua mordaz y su aguzado espíritu crítico contra las injusticias.

Cabe remarcar que la conexión entre la banda y el público fue fantástica, con una audiencia completamente entregada y una banda entregadísima, que no nos dio ni un segundo de tregua. Y es que a lo largo de la velada fueron muy pocas las interrupciones que tuvo el show. De modo que el nivel de intensidad no decrecería cuando el cuarteto se embarcó en “En Punto Muerto”, que nos conduciría sobre “La Hora Del Carnaval”, para la que el Drogas empuñaría la guitarra mientras el audiencia volvía a encargarse de cantar la letra del tema. Una nueva dosis de material de Barricada nos conduciría hacia “No Sé Qué Hacer Contigo” y “Tentando A La Suerte”, que con el vocalista agitando enérgicamente sus bastones volvería a desatar la euforia entre el personal.




El recuerdo para los que no pueden disfrutar de estas festividades navideñas con sus seres queridos quedaría plasmado en “Fue 24-D y Que?”. Tampoco faltaría el recuerdo a Manolo Tena en su versión del clásico “Frío”. Pero sin duda uno de los momentos más calientes de la noche llegaría con un clásico como “Oveja Negra”, que ponía a toda la sala a botar mientras coreábamos ensordecedoramente su estribillo. “Todos Los Gatos”, sería la elegida para continuar con una fiesta que seguiría en clara línea ascendente con “Deja Que Esto No Acabe Nunca” y “Cordones de Mimbre”, nuevamente con el Drogas empuñando la guitarra.

Si intenso y vibrante fue toda la actuación, la recta final del show acabaría de rebricarel triunfo indiscutible del cuarteto, dejando que temas como “Bahía de Pasaia”, el mítico “No Hay Tregua”, “En La Silla Eléctrica” o un coreadísimo “Todos Mirando” fueran el último guiño a Barricada antes de encarar la recta final con el mordaz “Peineta Y Martillo”, con recadito incluido para la actual ministra de defensa, un celebradísimo “Empujo Pa´Ki”, del primer trabajo de Txarrena, y “Azulejo Frío”, que ponía el punto y seguido a la velada.

Acompañado de los cánticos de sus seguidores el cuarteto no tardaría mucho en retornar sobre las tablas para rematarnos definitivamente con una fulgurante versión de “Victimas” y el imprescindible “En Blanco Y Negro”, que volvía a convertir el recinto en un desmadre, con todos los presentes cantando mientras el Drogas se paseaba exhibiendo su mejor sonrisa a lo largo de todo el escenario.


Lo dicho, el Drogas es un personaje imprescindible dentro de nuestro rock. Su personalidad, su carisma y, por supuesto, su obra le han convertido en algo más que un simple músicos de rock n´roll. Sin duda sus letras afiladas y su espíritu crítico y combativo permanecen intactos tras más de tres décadas en activo, demostrando que su tirón y su poder de convocatoria siguen siendo un atractivo reclamo para los roqueros de nuestro país.

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