by King Piltrafilla (@KingPiltrafilla)
En fin, amiguitos, que la película no tiene ni acción, ni intriga, ni sangre... ni aparecen cuerpos desnudos, pero si os gusta el buen cine –quizás sería mejor decir las buenas interpretaciones- os hará pasar un buen rato. El discurso del Rey es el duelo interpretativo entre Lionel y Bertie –Geoffrey Rush y Colin Firth-, el uno australiano y un poco alejado del sentimiento clasista británico, quien tiene como norma tratar a todos sus pacientes sin excepción como iguales, y el otro un príncipe tan acostumbrado al trato de alteza real como a la falta de afecto desde la cuna, con sus limitaciones, temores y traumas, pero con una gran voluntad apoyada sin duda en su amante esposa. La fotografía es preciosa y hay profusión de grandes angulares y primeros planos que a mi juicio la hacen muy atractiva y original. El tema de Wallis Simpson se toca algo de pasada, aunque quiero mencionar que cuando yo era pequeño se contaba que Edward había renunciado al trono por amor como algo digno de cuento de hadas y aquí se nos presenta como alguien irresponsable, encoñado y con la sospecha del colaboracionismo filonazi flotando sobre él. En el aspecto puramente cinematográfico hay que decir que Colin Firth en su papel de Duque de York y posterior monarca ganó el Globo de Oro, el BAFTA y el Oscar mientras que Geoffrey Rush –también uno de los productores ejecutivos de la película- se llevó el BAFTA en su papel de actor shakesperiano metido a logopeda. Muy recomendada, os lo digo yo, sobre todo si la podéis disfrutar en versión original.
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