Un hombre
Un hombre va andando por la acera a un paso acelerado. La cáscara de plátano (como en los tebeos) se encuentra ya a tan solo unos metros, a unos pocos segundos de que él la pise y caiga al suelo con la mala suerte de golpearse la nuca con una papelera. Se levanta de inmediato para comprobar que nadie lo ha visto y sigue andando por la acera, ahora más despacio, y limpiándose con ligeras y disimuladas sacudidas el culo del pantalón y las perneras. Menos mal que no ha mirado hacia tras para comprobar lo peor: el charco de sangre, el corro de gente rodeando en silencio a ese transeúnte (como si se tratase de una mano amputada de la que salen hormigas), que yace muerto sobre la acera junto a una cáscara de plátano.
Él, pobre, se obstina en su disimulada perseverancia de borrar las huellas de su traje arrugado… mientras todo a su alrededor, poco a poco, se va volviendo borroso, etéreo, y una luz blanca inmensa que crece y crece se va adueñando de su campo de percepción, lo que no significa otra cosa que la muerte de esas últimas neuronas, que se baten en retirada hacia la nada. Como pequeñas migas de pan casi invisibles se van posando entonces muy muy despacio sobre la acera, algo mojada, ahora que ha empezado a chispear.
©Ángel Carrasco Sotos
Hola, Ángel.
ResponderEliminarMe encanta. Creo que había alguno parecido en Basura espacial ¿o no?
Me gusta el modo en que se desentiende ese hombre de su propia y absurda muerte.
Jó, Ángel, eres un "mostro". Felicidades, porque este micro -concretamente- me gustó muchísimo y me sigue gustando.
Unos besazos.
Hola, Towanda. Tendré que repasar esa basura espacial, no sea que esté también ahí metido. Y sí tienes razón en casi todo, pero sobre todo en lo de "mostro", jaja. (siempre palabras complacientes; ¡me estoy hartando", tendré que presionar más en los tuyos, no te saco ni una mala palabra, aggg). Besote, guapa.
EliminarBueno, el de la zanahoria no es que me gustara mucho...
ResponderEliminarNo te di caña, pero tras 20 comentarios en los que nadie entendía el texto creo que fueron una crítica feroz. Piénsalo.
No te puedo decir nada malo de este micro porque no veo ni un pero que ponerle. Lo recuerdo y eso es porque me gustó.
Muak.
No te hartes tanto que si alguna vez algo no me gustara te daría una suculenta colleja.
¿Que el de la zanahoria no te gustó? ¡Pero si es el que nos unió para siempre! jajaja. Oyes, no te cortes ni un pelo, chata, tengo un pescuezo que aguanta todo, así que pega con fuerza. Soy de hierro, muñeca.
ResponderEliminarJajajaja, ya lo creo que nos unió, pero no precisamente por su sencillez... Ese micro nos tuvo enganchados mucho tiempo porque no había manera de interpretar lo que querías contar.
EliminarSiempre intento ser sincera comentando porque, en este mundo de ególatras, hay personas que se molestan (lo veo, lo leo). Si algo no me gusta intento decirlo con delicadeza; nunca entraría en polémicas con nadie.
No te preocupes que si algo no me mola (de lo tuyo) te lanzaré un derechazo al pescuezo. Quizá alguna vez ya lo he hecho... pero igual he sido tan sutil que ni lo recuerdas... Que no, que es broma.
Igual te digo, a mí no me molestan las críticas. No tengo tan buen pescuezo, pero las acepto de buen grado.
Besos, Ángel, que se me ha echado la hora encima como a Cenicienta.