Desastre
LA culminación del mal fario de esa novela loca, abocada a la fatalidad desde el primer capítulo, llegó cuando el narrador fue atropellado por un tranvía en mitad de la trama, de modo que el resto de las páginas tuvieron que ser publicadas en blanco. Los personajes deambulan por un limbo.
Ángel Carrasco Sotos
Guaaaaaaaaaau!
ResponderEliminar¿Te imaginas algo parecido en tu vida?
No sé, como si cada noche alguien te soñara o te escribiera, dándote vida y un buen día deja de hacerlo...
¿Te imaginas que un día te despiertas en el limbo? o que te das cuenta de que solo eres el proyecto de alguien. ¿Qué harías?
¡Qué listo eres, Ángel! Felicidades porque me ha gustado mucho, me encantan estas ideas.
Besos.
¡Cómo te pasas con tus calificativos! Ya no sé cómo tomármelos, jaja (es broma: muchas gracias, Tow). Muy buen comentario: en realidad somos el proyecto de quizá no de alguien, pero sí de algo, por eso lo de "no somos nadie". Vivimos al albur de la suerte, de las circunstancias, de los embates de la vida, y además el final es... demasiado previsible.
EliminarSaludos.