ZEPPELIN ROCK: CARNIFEX - Graveside confessions (2021): CRÍTICA Review

lunes, 22 de noviembre de 2021

CARNIFEX - Graveside confessions (2021): CRÍTICA Review

 

Por Esteban Martínez (@EMartineC)



Es uno de mis lemas: "al que no le guste, pues se lo pierde". Y es que precisamente he publicado hace unos días la reseña del IOWA de Slipknot, una maravillosa brutalidad que nos dejó el nu metal de comienzos de siglo, pero que seguro los puristas detractores del género aún son incapaces de valorar (como también se siguen resistiendo a la belleza de Deftones, seguro). Todo esto a propósito de Carnifex y el deathcore, otro lugar plagado (aún, aunque parezca increíble) de metal haters. Pasa el tiempo, sin embargo, y los discos de estos norteamericanos se vuelven cada vez más necesarios. Y es que siempre viene bien disfrutar de una descarga como esta, bien escrita y dispuesta a deambular a placer por distintas aristas del metal.


Hablando de la música, esta vez no hay intro y van directo al hueso. Basta darle play al álbum para captar la capacidad de "Graveside confessions" (la canción) son cuatro minutos y medio de ira + depresión que se conjugan sin entregar respiro, un grito de angustia, de auxilio, que se resume muy bien en la estrofa final del tema ("Déjame recordarte quien realmente soy / Un olvidado/ Un caído / Ahogado en la sangre de pecados imperdonables...") en donde Scott Lewis cambia su forma de cantar cada dos líneas en un ejercicio impresionante que más adelante se replicará en cosas como 'Carry us away' o 'Talk to the dead', todas canciones dispuestas a volar cabezas donde no hay tregua con el auditor. El matiz aparecerá, sin embargo, en cosas como 'Pray for peace' + 'Seven souls', la primera más death, la segunda más black metiendo teclados en estrofas y puentes, o en 'Cursed', uno de los temas más curiosos del disco a causa de lo diversa que suena por si sola, demoledora y melódica a la vez en el estrofa + coro pero sabiendo romper la estructura a media canción (desde el 2:05, con pedos incluidos en el 2:20) incorporando breaks más típicos del deathcore. ¿Qué decir? Todo un bicho raro.

Agarrando la recta final escucharemos un grato instrumental que desembocará nuevamente en la oscuridad de 'Cemetery wander' + 'Countness of perpetual torment', seguramente lo más directo del disco y que dará paso a la versión que han creado de 'Dead bodies everywhere' (original de Korn), en una muestra más de amplitud creativa por parte de Carnifex, quienes no temen ocultar sus referentes de juventud incluso realizando un guiño al álbum más comercial (y resistido) de los de Jonathan Davis (Follow the leader, 1998), aunque por supuesto, llevando el tema a su terreno. 

Finalmente, la descarga cerrará con otra pasada directa como 'Cold dead summer' (que sobra y se vuelve algo redundante) + 'Alive for the last time', que es puro death, aunque esta si se justifica con sus cambios estructurales y teclados nuevamente presentes. Como regalo, la banda ha re grabado tres canciones de su álbum debut Dead in my arms (2007), que cumplirá ya quince años, también en una jugada que cierra el círculo de manera evidente, dando muestras del crecimiento de una agrupación que ha sido capaz de superarse a si misma. Y si, que tras el notable Slow death (2017) habían vivido un pequeño tropiezo con el predecible World wart X (2019), sin embargo, con Graveside confessions vuelven a situarse en la primera línea mediante uno de esos álbumes que se sitúa por sobre cualquier etiqueta y prejuicio. De lo mejor que han grabado. 

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