ZEPPELIN ROCK: Mr. Big - The stories we could tell (2014): Crítica del disco Review

lunes, 6 de octubre de 2014

Mr. Big - The stories we could tell (2014): Crítica del disco Review


por Rockología (@RockologiaTwit)
del blog Rockologia




A una banda con historia musical a través de décadas debe exigírsele un disco nuevo que emocione, con buenas canciones, bien ejecutado. Si, además, están inspirados y entregan un trabajo de altura, mucho mejor. Y eso es lo que encontramos en este … the stories we could tell.


Una colección de canciones que suenan a Mr. Big por todos lados. Ahí están los arpegios y los maravillosos solos, intros y outros de Paul Gilbert, la maestría de Pat Torpey, esa forma única de mantener un tema en tempo mientras los otros se lucen, la voz inconfundible de Eric Martin (¿qué pacto ha hecho este hombre con el diablo para conservar la voz tan bien?) y, finalmente, el mago Billy Sheehan con sus licks, sus trucos estratosféricos y su impasible maestría. Todo muy bien producido, muy bien acabado, con capas de guitarras, armonías casi perfectas y canciones buenas, algunas muy buenas.




En la inicial "Gotta love the ride" se resume todo. Si no te gusta, no sigas. Ahí han resumido el disco: la guitarra, el bajo, la batería, las voces, la melodía. "Vas a disfrutar del viaje" dicen sin ningún tipo de dudas. Una de las que más deseo escuchar en directo, "I forget to breathe": un blues lleno de hard rock o un temazo hard lleno de blues, qué más da. Fabulosas guitarras y ese groove que Pat Torpey impone; estribillo fantástico, armonías muy logradas y uno de esos solos que parece tan sencillo, pero... Sigue esa especie de falso medio tiempo con garras titulado "Fragile" ("under my skin I 'm still fragile") donde Martin se luce de manera increíble. "Satisfied" nos da el rock que les puso en primeros puestos hace treinta años, sencillo, directo, pero tan atractivo y pegajoso que te apetece volver a cantarla: ese puente y ese estribillo, buff.

Por supuesto, hay baladas. Ahí llega "The man who has everything" con acústicas y Martin en primer plano entregado y con un toque soul; Sheehan se sale también, aunque el tema flojea un poco. Las baladas y los medios fueron una seña de identidad del grupo y en este álbum encontramos "Just let your heart" decide, que comienza también con acústicas y Eric muy comedido, pero va creciendo poco a poco hasta regalar otro de esos geniales estribillos. Me gusta más "East/West", rítmica, mejor trabada, con unos coros bien metidos.

Los temas cañeros copan el resto (trece cortes en total). "Cinderella smile", penúltima, tiene el tufillo de los primeros trabajos, un toque funky en el ritmo, resuelta con maestría por el grupo, de aparente sencillez, uno de esos up-tempo donde Martin está a gusto. "The monster in me" tiene la entrada típica de Gilbert, roquea con aspereza el tema, la banda se desmelena y salen bien parados, vaya. En la misma línea rápida y sucia, "The light of day es brillante", con un final Gilbert/Sheehan tremendo para cerrar con la classic-Mr. Big song que da título al álbum The stories we could tell, muy en la línea de su debut allá por...

Resulta fantástico pinchar un trabajo tan bueno, hecho con tanta profesionalidad. Más si lo fabrica una banda con tantos años a sus espaldas. De lo mejorcito que ha salido este año, no lo dudes.

©Rocklogía

1 comentario:

  1. Escuchado por primera vez, y totalmente de acuerdo con tu analisis. Disco con grandes temas y con cierto regreso a los origenes. Entre los discos del año.

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