ZEPPELIN ROCK: Los discos que más defraudaron a... King Piltrafilla (los discos malos del rock)

sábado, 25 de mayo de 2013

Los discos que más defraudaron a... King Piltrafilla (los discos malos del rock)




Piltrafillas, el otro día, hablando sobre las listas de los 10 discos que habían marcado nuestras vidas, surgió el tema de tomarnos el reto desde la vertiente negativa, es decir los álbumes que nos habían aguado la existencia, podría decirse. La verdad es que tampoco tenemos que exagerar, pero si al igual que algunas obras suponen para nosotros una fuente de recuerdos alegres, creo que con toda seguridad la mayoría de nosotros podríamos encontrar en nuestras discotecas un par o tres de vinilos que no sabemos qué diantres hacen aún en la estantería en lugar de haber sido prensados por la cuba del camión de la basura. 

En mi caso, me negué a decir que los 10 discos que relacioné como influyentes en mi vida de oyente fuesen los “más”, ya que durante unos años –allá por los 80 y principios de los 90– vivía con tal pasión la música que casi todo lo que me compraba me proporcionaba grandes momentos de emoción. En ese aspecto, si tuviese que destacar lo positivo me saldría una lista de decenas o cientos de discos. Pero, amiguitos, en el lado contrario de la balanza tengo algunos ejemplos que se me han quedado en la memoria como grandes fiascos. Seguramente hay más que los que hoy os comentaré, pero tampoco he querido remover la mierda. Así pues, aquí tenéis cinco ejemplos de compras que realicé en su día y al llegar a casa me parecieron verdaderos truños, cinco discos que –pese a que quizás a algunos de vosotros os parezcan genialidades– a mí me aburrieron soberanamente y de los que nunca me he desprendido por respeto. ¿Os animáis vosotros?


Forcefield II – The Talisman (1988) 


Cuando vi que en la banda –en realidad un proyecto sin continuidad– estaban Tony Martin, Neil Murray y Cozy Powell, no me lo pensé más. Cogí el vinilo –que seguramente se vendía por cuatro duros– y me lo llevé a casa. Pero esa mezcla de AOR y jazz me dejó frío y contrariado. Exceptuando el par de veces que lo escuché intentando digerirlo, se puede decir que en más de veinte años no ha sido acariciado por aguja alguna. Nuevecito que está. Acompaño el tema que se salva de la quema, Heartache, el que casi me da a mi al llegar a casa y perder la ilusión. (Lp)




Helmet – Betty (1994) 


Amiguitos, el anterior disco de estos neoyorquinos recibía buenas críticas en las revistas especializadas, la portada era preciosa... ¿qué podía fallar? Pues todo, ni más ni menos. La verdad es que a este le di más oportunidades que al de Forcefield. Era como si me dijese a mí mismo que esas guitarras gruesas tenían que acabar gustándome por fuerza, que ese era un gran disco... pero, tras múltiples escuchas, me pareció repetitivo a más no poder. Acabé tan saturado que ni recuerdo si algún tema destacaba sobre otro. Os acompaño Wilma’s rainbow para que os hagáis una idea del sonido general de la obra. Total, el resto de canciones suenan igual. (CD).





Damien Thorne – The sign of the Jackal (1986) 


Thrash metal estadounidense, una portada con fauces, sangre, ojos demoníacos, un nombre sacado de la trilogía cinematográfica de La Profecía... El vinilo tenía todos los números para girar y girar en mi tocadiscos. Pero no había contado con la voz de Justin Fate abusando de chillidos agudos y una producción pésima. En resumen, que el álbum se me atragantó y creo que dio solo un par de vueltas más que el de Forcefield II en mi tocadiscos. En la actualidad -gracias a YouTube, porque mi giradiscos está estropeado desde hace meses- estoy intentando reiniciar mi relación, pero es difícil porque cuando se pierde la confianza en el otro es complicado prender la llama de nuevo. Sin embargo, ahí estamos. Os acompaño el álbum entero, para que sepáis de qué os hablo. (Lp)




Babes in Toyland - Nemesisters (1995)


Otro de eso álbumes que uno se compra por culpa de una portada bonita. En ocasiones la cosa funciona, pero otras veces –como la que me ocupa ahora– la aventura acaba en desastre. Creía que me encontraría con un grupo de hard rock femenino, pero me encontré con una banda punkarra alejada del estilo de música que me gustaba a mí, cuyo sonido me resultó muy poco atractivo. Ignoro si era la voz de Kat Bjelland o la producción de Tim Mac, pero lo que me encontré al poner el cedé en el reproductor no se parecía en nada a lo que esperaba encontrar. Total, que tras varias escuchas tipo –voy a comer mucho hígado de cordero a la plancha a ver si acaba gustándome– Nemesisters acabó perdido entre el resto de sus primos en la parte más oscura de la estantería de los cedés. Os acompaño Sweet ’69, el único tema que recuerdo que se me hacía medianamente escuchable (sería por la segunda intención). (CD)




Varios artistas - Kiss my Ass: Classic Kiss Regrooved (1994)


He dejado para el final adrede este álbum. Empujado por mi amor por Kiss, impelido a adquirir lo que fuese de esta banda, me hice con este álbum de versiones que contaba con el beneplácito de Gene Simmons. En el álbum estaban Anthrax, Lenny Kravitz, Extreme, Die Arzte... pero también The Lemmonheads, Garth Brooks, Gin Blossoms o Dinosaur Jr. Total, que lo que podía haber sido un documento interesante fue para mí una completa decepción, un aburrimiento, una basura. ¿Dónde estaba ese álbum tributo de Kiss con bandas de hard’n heavy de primera línea? Aquí no, aquí teníamos rock alternativo, country... en fin, un truño. Pero, piltrafillas, uno no tira a la basura un álbum con una portada así de buena. En fin, os acompaño un ejemplo de lo poco que se puede escuchar sin sentir cierta vergüenza, el "She" de Benante, Ian y compañía. (CD)


Y con esto acabo el breve repaso a la parte negativa de los álbumes que me marcaron. Espero vuestras listas en este incomparable marco.

©King Piltrafilla

2 comentarios:

  1. La rubia promete, no lo niego, pero Helmet me ha dejado KO, si bien tiene un aire Pearl Jam...

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  2. Quien con fuego juega luego se quema, jeje. Tanta música usamos que al final algún truño se nos cuela. Totalmente de acuerdo con ese recopilatorio de Kiss. ¿Garth Brooks? Joder...

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