por Rockología (@RockologiaTwit)
[La máquina del tiempo: 40 años de rock. Una memoria de canciones publicadas entre la muerte del rey blanco del rock, Elvis Presley, en 1977, y la del rey negro del rock, Chuck Berry, en 2017].
El año 1983 fue, sin duda, de Michael Jackson y su álbum Thriller; copó las listas de ventas a lo largo a ambos lados del Atlántico casi la mitad de las semanas con temas como Billie Jean, Beat it o The girl is mine. Dejó hueco para que le acompañaran en el trono de singles el pop bailable de Cindy Lauper (Girls just want to have fun), Irene Cara (con la banda sonora de Flashdance), David Bowie (Let’s dance, con la colaboración de Steve Ray Vaughan) y Culture Club (Karma Chamaleon), junto a Every breath you take, single por excelencia de The Police. En cuanto a discos, además del susodicho Thriller, se arrimaron al top roqueros jóvenes como Def Leppard y su Pyromania, U2 y su War o Quiet Riot y su Metal health, junto a tipos más veteranos como ZZ Top y un sorprendente Eliminator, Pink Floyd con The final cut (éxito efímero), David Bowie con Let’s dance o los propios The Police con su disco final, Synchronicity.
En cuanto a lo más roquero, podemos considerar a 1983 el Año del Debut. La lista de grupos que editaron su primer trabajo, y que ocuparán parte de esta Historia del Rock en futuras entregas, es sorprendentemente larga. Alcatrazz, REM, Marillion, Pantera, Queensryche, Europe, Dokken, Ratt, Suicidal Tendencies, Metallica, Slayer o Mercyful Fate, por ejemplo. Durante este mismo periodo comienzan sus primeros pasos otras formaciones que serán igual de importantes: Megadeth, Bon Jovi, Poison, Death, Helloween o Stryper. Casi nada. Como curiosidad, Bon Jovi consiguió un éxito veraniego en la costa este, con una primigenia versión de Runaway, que le facilitó su primer contrato discográfico.
El mundo del metal está al borde de otra revolución. Si desde 1980 la NWOBHM había cambiado los hábitos sonoros de Europa y Estados Unidos, su declive será compensado por dos discos que conformarán un nuevo estilo desde San Francisco: Metallica y su Kill ‘em all y Slayer y su Show no mercy. Las legiones metálicas están de enhorabuena. ¿Qué hay de las bandas de la NWOBHM? Iron Maiden publican Piece of mind acrecentando su leyenda con giras mastodónticas y Saxon despachan más de un millón de copias de Power & Glory.
Como curiosidad, Gary Moore editó nada menos que cuatro álbumes. Dos directos, el Live at the Marquee y el Rockin’ every night – Live in Japan, y dos en estudio, el Victims of the future, grabado este año, y Dirty fingers, grabado originalmente en 1981.
¿Qué olvidamos? El éxito de Bryan Adams con Cuts like a knife, el adiós al maquillaje de KISS con su Lick it up, la revolución sonora (breve) de Motörhead al fichar a Brian Robertson para su Another perfect day, el paso de Ian Gillan por Black Sabbath para el álbum Born again y Thin Lizzy editando su último trabajo en estudio, Thunder & Lightning. Con todo esto, debemos recordar dos discos que trascienden su importancia en la Historia de nuestro rollo. El primero en solitario de DIO, titulado Holy diver, y el más heavy de los Mötley Crüe, Shout at the devil.
Por aquí os dejo nuestra particular playlist. Varios jovenzuelos con ganas de éxito, algunos veteranos en forma y mucha buena música. Dale al play.
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