by King Piltrafilla (@KingPiltrafilla)

La historia del álbum que os presento hoy tiene su origen en los años 70 en Ingolstadt, localidad bávara que –además de ser la sede de Audi- era el lugar de residencia de un jovencito Hans Ziller que, junto a su hermano y unos amigos, creó el grupo de adolescentes que sería el germen de Bonfire. No sería hasta mediados de los 80 cuando Cacumen –que tal era en nombre de la banda en cuestión, bregada en mil conciertos de ámbito local- editase su opera prima con RCA y el nuevo nombre de Bonfire con la formación de Claus Lessmann a las voces, el citado Hans y Horst Maier-Thorn a las guitarras y coros, Jörg Deisinger al bajo y coros y Dominik Hülshorst en la batería, con calidad suficiente para que Michael Wagener se fijase en ellos.
A
Ready 4 reaction
Never mind
Sleeping all alone
Champion
Don’t get me wrong
B
Sweet obsession
Rock me now
American nights
Fantasy
Give it a try
El disco comienza con la pegadiza y cañera Ready 4 reaction y sigue con Never mind, otro pelotazo cañero pero con una melodía que se te graba en el cerebro a la primera. Sleeping all alone es un medio tiempo que ralentiza la velocidad del álbum, con estribillo repetitivo y un bonito solo que nos sirve de descanso y preparación para la rápida Champion. Luego llega Don’t get me wrong, otro medio tiempo que nunca me ha llamado demasiado la atención y que pone el punto final a la cara A. La B se inicia con Sweet obsession, otro tema con muchos teclados -aunque esta vez demasiado poppy para mi gusto- que nos introduce en Rock me now, una canción que parece que va a ser una balada y de inmediato vemos que no es así. Es, en mi opinión uno de esas canciones tapadas, un tema eclipsado por los más llamativos del álbum pero que encuentro altamente recomendable. American nights es un nuevo medio tiempo, comercial, con estribillo pegadizo, muchos coros y una voluntad –hasta en el título- de servir de pica en Flandes en Estados Unidos. Fantasy es el tema que más me gusta del álbum, elegante, con una buena melodía, unas ritmicas poderosas contrapuestas a unos coros pegadizos y un buen solo... y el álbum finaliza con Give it a try, una balada pastelosa y azucarada que te deja con bajón pero –debo admitir- está muy bien. En resumen, un estupendo álbum de hard rock melódico típicamente eighties en el que quizás pueda apreciarse en demasía ese toque Wagener que os he comentado.
Y ahora, disfrutad con la grabación completa.
¡Feliz viernes!
@KingPiltrafilla
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