ZEPPELIN ROCK: Crítica de la película El libro de la selva (Jon Favreau, 2016): review

domingo, 27 de noviembre de 2016

Crítica de la película El libro de la selva (Jon Favreau, 2016): review



por MrSambo (@Mrsambo92)
del blog CINEMELODIC





Me encantó esta adaptación en imagen real del libro de Rudyard Kipling y, a su vez, remake de las versiones anteriores, especialmente la animada de Disney, a la que rinde sentido tributo, no en balde es otra obra de la inmortal productora, que sigue en su cruzada por llevar a imagen real sus éxitos animados de antaño.





Por supuesto, hay muchas licencias, como ha ocurrido con todas las adaptaciones realizadas, con respecto al texto literario, incluso diferencias con la cinta animada de 1967, pero Jon Favreau ha facturado un extraordinario mecanismo de aventuras, de ritmo narrativo perfecto y trepidante, que satisfará a niños y padres. Sí, la película es más fiel a la adaptación animada, de la que recoge numerosos guiños e incluso canciones, que al texto literario.




Tan buenas han sido las sensaciones y los resultados, que el director va a realizar el remake de “El Rey León”, previsto para 2019.

Estamos ante la mejor película del director, por encima incluso del primer “Iron Man” (2008), que es otra de sus películas más destacadas.

El gran acierto del director radica en vertebrar su planificación en el plano general, magníficamente usado, para dar la verdadera dimensión de la selva, el espacio natural y la aventura. Un ejemplo de ese maravilloso uso del plano general lo tenemos en la carrera con la antorcha de Mowgli (Neel Sethi) por la selva nocturna que ven sus amigos Bagheera (Ben Kingsley) y Baloo (Bill Murray) en la distancia.




Una selva fascinantemente retratada. Ese desorden bello, retorcido, natural, estético y amenazante con sus árboles imposibles y sus infinitos recovecos. Una fascinación que ya se logra desde el primer plano, que transmite una extraña paz absorbente. Lo mismo ocurre con los distintos tonos estéticos, desde la frondosidad misteriosa y tenebrosa a los espacios acogedores que dotan de una belleza al film realmente rica.

Una narración muy bien llevada y salpicada de trepidantes y soberbiamente rodadas escenas de acción, donde las virtudes del film, algunas de las mencionadas, se subliman.




La tesis del film se centra en la asunción de la propia esencia y naturaleza. La humanidad de Mowgli es mal vista por sus protectores lobos porque lo aleja de la ansiada conversión lupina. En esa manada destacaré a la madre, absolutamente encantadora, que bien pudo ayudar a fundar Roma.

Ese potencial humano reprimido en Mowgli, irá saliendo a la luz por la propia naturaleza y gracias, en especial, al impulso de uno de sus amigos, Baloo, un oso algo egoísta pero honorable que también tendrá su evolución y se transformará en el mejor y mal fiel de los amigos.




En esa evolución de Mowgli tenemos la carga de profundidad de la película, cuando asuma lo que es, su condición humana, logrando todo su potencial (esos trucos y trampas que es capaz de crear gracias a su inteligencia), en la aventura por su supervivencia. De esta forma, la cinta se convierte en una reivindicación de la tolerancia y la propia individualidad, donde sus amigos tendrán que aceptarlo como es, aprendiendo la riqueza de la diferencia y quedando todos integrados en una dispar comunidad que desarrollará las individualidades, entendiendo que nunca deben anularse en pos de una comunidad que los convierta en iguales desprovistos de yo.




Esa aceptación y su dificultad, es analizada desde distintos puntos de vista: Desde el individual y personal de Mowgli y su ambivalencia, sus dudas y su conflicto interno sobre quién es, cómo debe ser y cómo debe actuar; el grupal de la manada que lo acoge y cuida, que intentará, con la complacencia de Mowgli, que no ha conocido otra vida, hacerlo uno de los suyos convirtiéndolo en lobo, o un remedo; y el odio a la diferencia que representa Shere Khan (Idris Elba).

Kaa, la seductora serpiente a la que presta su sensual e hipnótica voz Scarlett Johansson, es la pura tentación del mal, ante la que es imposible no huir mentalmente hacia el Génesis bíblico.

Si pueden, disfruten de ella, sobre todo si tienen hijos; pasarán un buen rato.



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2 comentarios:

  1. todavia no la he visto.....me la voy a ver que tal,pero será solo los hijos ya estan grandes,jejej

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    1. Jajajaja también lo pasarás bien. Así la vi yo! Jajaja

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