ZEPPELIN ROCK: Pervy Perkin - ToTeM (2016): Crítica del disco review

lunes, 19 de septiembre de 2016

Pervy Perkin - ToTeM (2016): Crítica del disco review


por Jose Meh (@josepzs)




Nivelón del gordo, chavales. Abrumado me hallo ante el enorme talento que han mostrado los murcianos (afincados en Madrid) Pervy Perkin en ToTeM, su segunda obra en la que muestran un fantástico esfuerzo tanto a nivel de composición como en cuanto a la producción. Un enorme derroche de ideas y trabajo que han desembocado en uno de los mejores trabajos del género progresivo del año, no solo a nivel nacional. Pervy Perkin es una joven banda (sus músicos tienen entre 19 y 24 años) formada en 2011 por Álvaro Luis (guitarrista), Carly Pajarón (batería/voz) y Dante The Samurai (guitarra/voz) a los que posteriormente se unieron Rafa "Fika" al bajo y Ugo Fellone al teclado. En 2014 sorprendieron a más de uno con su debut, Ink, que cosechó muy buenas críticas y al poco tiempo de sacarlo ya se pusieron manos a la obra para sacar este ToTeM que, desde luego, hace honor a su nombre, pues es un disco gigantesco.

Tras algunos cambios en el bajo y teclado más la marcha de Álvaro Luis que supuso la entrada de Juan Tides a la guitarra, actualmente Pervy Perkin son Carly Pajarón (batería/voz), Dante The Samurai (guitarra/voz), Alex Macho (teclado y voz principal), Pablo AKS (bajo), y Juan Tides (guitarra). El disco ha sido producido por ellos mismos y mezclado y masterizado por Adrián Hidalgo y han colaborado miembros de Persefone, Dry River, Jardín de la Croix o Carvin Colours entre otros.




ToTeM es una locura de disco. En él podemos apreciar influencias de jazz, metal extremo, electrónica, country... de todo en un disco largo, que dura 79 minutos de los cuales no sobra ni medio. Tenemos un total de 5 temas divididos entre sus correspondientes interludios, que sirven de conexión entre unos y otros. Así, abrimos con I Believe, casi 16 minutos que empiezan poco a poco y van presentando, en distintos pasajes, múltiples sonidos. Abre con Alex cantando a cappella y deja paso a una sección ambiental que poco a poco te va envolviendo mientras el tema ofrece influencias de Pink Floyd entre otros. Destacable la labor tanto de los instrumentistas (todos) como el juego de voces entre Dante y Alex, que aporta un dinamismo enorme al tema. Tras el interludio I. The City, basándose en sonidos de electrónica acompañados por el teclado y el inconfundible sonido de un disco de vinilo, llega KountryKunKlub, una locura country-fiestera que te pilla por sorpresa y te acaba obligando a bailotear con esas animadas guitarras acústicas. No sé de dónde se la han sacado, pero es imposible estarse quiero escuchando este tema. Seguimos con II. The Fog, de nuevo marcado por la electrónica pero esta vez otorgando un ambiente más oscuro, que sirve de intro para la locura desatada de Mr. Gutmann, el corte más largo del disco, de 26 minutitos de nada. Empieza con unos riffeos cojonudos, acompañados por un psicodélico teclado mientras van entrando las voces, cada una interpretando un personaje. A partir de ahí, momentos de jazz, metal extremo, voces a cappella... y así durante el resto de un tema que te atrapa y aderezado con momentos de un humor ácido típico de la banda. Pervy Perkin no tienen cabecitas normales, ellos tienen un universo diferente al del resto de los mortales entre oreja y oreja y, por suerte para nosotros, lo convierten en música. Es tremendo como estos chicos pueden tocar tantas variedades estilísticas en tan poco rato pues, aunque el anterior tema dure 26 minutos, la cantidad de estilos que meten ahí es enorme y muy difícil de encajar.




El inquietante sonido de interferencias de III. The Sound, que me ha hecho mirar asustado hacia atrás y a los lados, deja paso a Hypochondria, en la que los Pervy sacan a relucir sus influencias extremas, con un arranque muy a lo Ihsahn, oscuro y con una desgarrada voz que me recuerda ligeramente al vocalista gafapasta de Emperor y que acaba pasando a una sección comandada por el jazz. Sí, amigos, black metal, progresivo y jazz en el mismo tema, pero no al estilo de Ihsahn o Shining, que parece que el saxofonista está poseído por el diablo (y mola un huevo, ojo) sino jazz del clásico, de toda la vida. Llegamos al final con IV. The Void, que se divide entre el sonido del típico paseo en góndola de cualquier película y un sonido machacón, digno de un apocalipsis tecnológico del cual Fear Factory harían un disco entero, y T.I.M.E (Part I, The Experiment), primera parte de una trilogía y de la cual encontramos la tercera en el anterior disco. Un tema que arranca suave, cual balada, poco a poco va creciendo tirando hacia un rollo más épico y acaba en locura total, dejándonos a la espera de la segunda parte de la trilogía que vendrá en el siguiente disco.




Lo que está claro es que Pervy Perkin no van de bromas (aunque haya pasajes de cachondeo durante Mr. Gutmann, no me refiero a eso, leñe), van muy en serio y tienen las ideas muy claras. Ya las tenían en Ink, su primer trabajo, pero en ToTeM las han pulido y con ello presentan un disco a lo grande, muy ambicioso y con un trabajo compositivo y de producción extremadamente meticuloso. Así tiene que ser, pues para poder mezclar tantísimas influencias en un solo disco tienes que ir con mucho cuidado, ya que puedes crear un batiburrillo caótico e insoportable pero, por suerte, no es el caso. Este disco es un intenso viaje, cargado de sensaciones y sentimiento, guiado por las incansables cabezas de estos jóvenes muchachos y al que hay que darle bastantes vueltas para poder disfrutar los miles de matices que contiene. Gigantesco trabajo de Pervy Perkin, unos musicazos como la copa de un pinto y que han parido un claro candidato a top nacional (e internacional) del año. Y por cierto, si os compráis el disco (deberíais) os recomiendo echar un ojo al artwork, obra del polaco Michal Krasnodebski, es espectacular.

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