ZEPPELIN ROCK: CRÍTICA del disco de SAVOY BROWN "Raw Sienna" (1970): Review

sábado, 6 de noviembre de 2021

CRÍTICA del disco de SAVOY BROWN "Raw Sienna" (1970): Review

 

por Rockología (@RockologiaTwit)
del blog Rockologia

Savoy Brown estuvo formado durante dos años por un dúo de amor-odio que eran Chris Youlden a la voz y Kim Simmonds a la guitarra (y ambos al piano). Juntos, aunque no siempre revueltos, editaron cuatro discos de blues rock lleno de psicodelia y salidas hard que les llevaron a la primera línea de festivales y escenarios con su característica mezcla de riffs aguerridos, ritmos percusivos con arreglos cercanos en ocasiones al funky e, incluso, al jazz más bravo, algunos brillantes solos, letras directas con estribillos facilones y mucha inspiración. Guitarras acústicas, bottleneck, arreglos orquestales, trompetas… Un disco que traspasa géneros. Compartían los créditos de este Raw Sienna tres monstruos que al año siguiente abandonarían la nave para formar Foghat: Dave Peverett como segundo guitarrista, Tone Stevens al bajo y Roger Earl a la batería.



Master hare es el perfecto ejemplo, con el protagonismo de un inspiradísimo solo de Simmonds la banda al completo se luce. La línea de bajo te pone inquieto, los cambios de ritmo conjugando batería e instrumentos de viento y el arreglo de violines justo en el centro haciendo de contrapunto. Otra composición casi progresiva en su concepción, Is that so, comienza con una larga introducción de ritmo latino, se detiene, y exprime un desarrollo jazz blues que vaga entre la improvisación de la guitarra y el contrapunto de batería y bajo.

Pero, además, en Raw Sienna escuchamos algunos de sus mayores aciertos, o, al menos, algunas de sus  composiciones más populares. La inicial A hard way to go pasa por ser su único tema de verdadero éxito en cuanto a ventas de singles se refiere. Marcado por el ritmo de bajo y guitarra sobre los que la línea de voz recrea una historia de redención y huida. De cercana y épica comercialidad, con el saxo y las trompetas como protagonistas, That same feelin’ gira alrededor de un riff repetitivo sobre la voz más negra de Youlden. Quizá las dos canciones más accesibles para los oídos roqueros.



La mejor interpretación vocal la encontremos en Needle and spoon con un toque jazzy en las armonías y la batería. Letra polémica: “Don’t need no women don’t need no wine/’Cause life is sweet when you hit the main line/(…)/I feel alright with my needle and spoon”. El heroinómano que se justifica. Otro momento de gloria para Youlden se titula Stay while the night is young. Ritmo sincopado, acústicas y seducción: “Just experience the moment/Instead of thinking what’s to come/Can’t have the fall before the summer/So stay while the night is young”. Y para que no falte ningún vicio, piden A little more wine con un soberbio puente-estribillo (“just got time for a little more wine”) y un buen bottleneck.

Pero como no todo es fiesta, devoran su pena y su continua búsqueda en I’m crying, pelotazo soul cuyo gran valor es conseguir un ritmo oscuro y una melodía cadencial para recrear una sencilla historia de perdedor. El contrapunto a este tema, When I was young, cierra Raw Sienna con unas sencillas acústicas y una reflexiva letra: “Yesterday’s illusions are tomorrow’s smiles/I’ll look back and laugh Baby, sometimes, in a while”.

Chris Youlden abandonó la nave a poco de editarse el disco para comenzar una poco exitosa carrera en solitario y el resto abandonó a Simmonds a su suerte tras otro álbum para formar Foghat. Así que a disfrutar de un disco único.

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