ZEPPELIN ROCK: AC/DC - If You Want Blood (1978): Crítica del disco review

miércoles, 16 de noviembre de 2016

AC/DC - If You Want Blood (1978): Crítica del disco review


por Alberto Iniesta (@A_Maqueda_8)
del blog Discos




Por varias razones, este directo de los australianos es especial. Supone un repaso de sus primeros discos con Bon Scott al que es difícil resistirse ya que contiene muchos de los himnos del grupo y son todos unos trallazos de puro rock and roll en su máxima esencia. Empezando por esa mítica portada con Bon Scott que secunda a un Angus en éxtasis que se está clavando su Gibson, sangre incluida, una de las mejores del grupo sin duda.




Luego vendría el Highway To Hell y Back In Black y el grupo se convertiría en una banda todavía más grande especialmente a nivel de ventas, pero lo cierto es que en este LP se despachan una cantidad de canciones que, en la voz de Scott siempre suenan más especiales. Corría el año 78, habían lanzado el Powerage meses antes que este (bendito disco aquel) y en cinco años apenas que llevaban como grupo habían pateado culos en medio mundo. Iban directos al infierno… pero esa es otra historia. Empecemos con esta.



Riff Raff es uno de los mejores riffs (y esto cobra importancia cuando se habla de AC⚡️DC) del grupo, lo era en su momento y lo sigue siendo ahora casi cuarenta años después. Es ideal para empezar el concierto, y deja al personal enloquecido. Quien pudiera haber estado en Glasgow aquel 30 de abril del 78… Sigue el rock and roll con esa maravilla llamada Hell Ain’t A Bad Place To Be, que suena tanto o más poderosa que en estudio. Es el mismo cóctel que bebía Chuck Berry pero la fórmula cambia y suena caliente… si en el infierno suena esta canción, definitivamente es buen lugar para estar. En Bad Boy Boogie el virtuosismo de Angus a la SG queda bien demostrado, con unos solos que volarán la cabeza a más de uno, bien respaldado por ese monstruo a la rítmica que es Malcolm. The Jack quedará para el recuerdo por aquel grito de Bon de “¿alguien virgen en Glasgow?”. Problem Child, auténtico autorretrato de Bon, da paso a una enérgica versión del Whole Lotta Rosie. Además de contar una de las historias más cachondas del rock, los guitarrazos que escupe no son aptos para oídos sensibles.




Ese Rock N’ Roll Damnation es una auténtica gozada, simple pero adictivo. Como ese High Voltage que nació para convertirse en himno y que tan brillantemente adaptaron nuestros Platero en ese Hay Poco Rock And Roll. La apoteosis llega cuando Tchaikovsky nos trae las noticias en Let There Be Rock: hágase la luz, el sonido, la batería y las guitarras. El resultado, rock and roll. No es más que eso, pero nos gusta. La sencillez superlativa de Rocker no hace sino evidenciarlo aún más. Que nunca deje de sonar. Y ahí está la principal pega que se le puede poner a este disco, que se acaba demasiado pronto. Diez canciones son pocas, se echa en falta Dirty Deeds Done Dirt Cheap, Sin City, Kicked In The Teeth, TNT… nunca rockea a gusto de todos, pero aquí falta más tiempo de rock. Que nunca pare…












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2 comentarios:

  1. yo soy de los que AC-DC la era de bon es la que mas me gusta,y de los que se resistió y mucho a que me gustara un disco de ellos sin estar bon scott.la verdad es que este directo es de esos vinilos que te encontrabas en casi todas las casas de cualquier heavy de la época,suena cañon,crudo,y potente....y como dije encima esta bon,que soltaba ese feeling en la voz,tan especial para la banda.Es cierto como dices que el disco dura muy poco.saludos

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  2. Bon tiene algo está claro, a mi me encantan algunos discos con Brian como el Stiff Upper Lip o el Razors Edge aparte del Back In Black por supuesto pero es que Bon... Como los AC/DC dirían mas adelante en forma de canción, Rock In Peace! Un abrazoo

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