Se publicó como anónimo este soneto dieciochesco en el aconsejable Diccionario Secreto del ya fallecido Nobel ilustrísimo don Camilo José Cela y Trulock. Tanto ese libro, publicado por Alianza en varios tomos, como los 5 de que consta la Enciclopedia del Erotismo, salida igualmente de su pluma, son de agradable y regocijada lectura, y que no habrían de faltar en doméstica biblioteca si es que esta es de precio, o lo pretende. He aquí el susodicho soneto, el de marras, que a más de uno le recordará en el comienzo al quevedesco "Érase un hombre..." No, no es nariz en este caso, sino un inmenso carajo de dos cuartas al que intentan vencer impíos bujeros sin conseguirlo. Agotador trabajo el que les espera a estos ejemplares singulares tan apreciados, según creo, entre el femenil coro. Leed.
Érase un largo y colosal carajo
de ensortijadas crines revestido;
carajo entre carajos escogido,
de empuje horrendo y formidable tajo.
En su continuo y singular trabajo,
de coño en coño errando embravecido,
jamás se vio su frenesí rendido
ni agotado su ardiente espumarajo.
Cuarenta coños de doncella intacta,
quince culos de frailes bien cebados
piensan rendirlo. ¡Miserables tretas!
La furibunda máquina compacta,
dejándolos a todos estropeados
aún pudiera aguantar doce puñetas.
ÁCS
Curiosa pieza de humor del maestro Cela.
ResponderEliminarComprueba que el camino del escritor a veces pasa por sitios de los que prefiere no acordarse.
Y por seguir avanzando llego a ocupar un sitio glorioso en las letras.
Si el portentoso falo tenía tal éxito entre las mujeres no entiendo porqué tenía necesidad de darle a frailes, Quizás lo puso como elemento chistoso, ignoro si tenía tendencia bisexual.
En realidad es un soneto anónimo del siglo XVIII, según se hace constar en su "Diccionario secreto" (así lo digo).
EliminarEn otro orden de cosas, hay falos que se enamoran de culos de la más variada idiosincrasia, como todo el mundo sabe.
Saludos.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarAlgo raro pasó al pegarlo.Lo repito y trataré del borrar el de arriba.
ResponderEliminarNo amedrentaros, "pito pequeñito"
Simpáticos asaz, y juguetones
vuestro semen reluce en los cojones
que estimulan un clítoris ahito.
No es vergüenza tener un pito chico
si su gracia desborda sensaciones
y la dama adormida de emociones
tuvo ya cuatro orgasmos mas un pico.
Y si el pitín en dura lucha ,mengüa
y la dama exigiera mas placer
no dudéis en el uso de la lengua.
pues eso, en mi modesto parecer
es recurso que para nada amengua
la vuestra habilidad para el joder.
No todo es tamaño. Soneto en clave de humor, para los no colosalmente dotados.
ResponderEliminarLe llamaban Pito chico
y le sentaba muy mal
y tras cien pajas y pico
lo convirtió en colosal.
Todo es cuestión de ejercicio,
la gimnasia es lo vital
y aunque lo tachen de vicio
es cosa muy natural