ZEPPELIN ROCK: Mastodon - Leviathan (2004): Crítica del disco (review)

sábado, 23 de noviembre de 2013

Mastodon - Leviathan (2004): Crítica del disco (review)



by Don Críspulo @DonCrspulo
Zeppelin Rock Sabbath



Leviathan es un gigantesco Moby Dick metálico, tortuoso, áspero, contundente y pesado como la propia ballena que se alimentaba de las obsesiones del capitán Ahab. No en vano es la obra de Herman Melville el eje central de este disco y nada mejor que la música de Mastodon para expresar y relatar la lucha entre el gigantesco cetáceo y la tripulación del Pequod capitaneada por el lisiado y maniático Ahab. 


Pero aquí no hay un Ismael que apacigüe nuestros sueños y ponga un poco de cordura y Mastodon, -nunca una banda hizo tanto honor a su propio nombre- se retuercen con agresividad como lo haría el Leviatán de las profundidades jugándose la vida contra los arpones de los balleneros.




Metal pesado, proveniente del Thrash de hace 15 años, pero cargado y recargado de multitud de influencias entre las que se pueden percibir las elaboradas artes de unos Rush hipermetalizados hasta la desazón y la desesperanza de las bandas del Rock alternativo de los 90. Sí, has oído bien. Desde luego no son fáciles de digerir y como la mayoría de las bandas de Relapse Records (The Dillinger Escape Plan, Neurosis o Nile), Leviathan necesita ser trabajado con calma debido a la complejidad de algunas partes y a los imprevistos y esquizofrénicos cambios de ritmo, que una ballena no se caza en dos minutos.

A lo largo de 10 temas, el Cachalote de Melville avanza impasible por el agitado océano sobre los riffs mastodónticos de Bill Kelliher, la fuerza y contundencia de la batería de Brann Dailor y la personalísima voz a cargo del bajista Troi Sanders y Brent Hinds (también guitarra). Piezas cortas, enérgicas y viscerales como la que abre el disco, “Blood And Thunder” (sangre y truenos) o “I Am Ahab” se combinan con otras donde hay una calma relativa, la calma que precede a la tormenta y en las que la vehemencia y la brutalidad da paso a la melodía (relativa, que al fin y al cabo estamos hablando de mastondontes y ballenas) como en la inquietante “Naked Burn” sobresaliendo por encima de todas el final con los casi 14 minutos de “Hearts Alive” donde la banda se siente a sus anchas enter the caverns of the deep... (entrando en las cavernas de la profundidad) de su propio sonido y la final instrumental “Joseph Merrick” que cierra el disco de manera brillante. Curioso que un disco de un grupo llamado Mastodon dedicado a una ballena termina hablando, aunque sea musicalmente, sobre el hombre elefante más famoso de la historia. ¿He dicho curioso? Supongo que quise decir obvio, lógico si es que alguna vez esas palabras tienen sitio en el mundo de Mastodon.

Leviathan es un disco que me ha hecho (y continúa haciéndolo) disfrutar mucho. No sólo por la música, sino también por su temática (presentada con un artwork cojonudo digno de ambas obras, el disco y el propio libro) que demuestra que en el mundo de la música hay muchos caminos por explorar.


[Una primera versión de este artículo fue publicada por el venerable Don Críspulo en The Sentinel].

©Don Críspulo
Zeppelin Rock Sabbath

2 comentarios:

  1. Completamente de acuerdo con Crispulo, uno de mis álbumes conceptuales favoritos de siempre, es tremendo, es mágico, una currada impresionante, y músicos como la copa de un pino. Saludos!!

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  2. La última canción del primer album, Remission, se titula elephant man y también va dedicada a Joseph Merrick, como curiosidad

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