ZEPPELIN ROCK: U.D.O. - Touchdown (2023): CRÍTICA Review

lunes, 11 de septiembre de 2023

U.D.O. - Touchdown (2023): CRÍTICA Review

 

Por Esteban Martínez (@EMartineC)



Como veis, este hombre no para. Ya sea bajo el nombre de U.D.O. o mediante el reciente álbum de versiones que publicó en 2022, el alemán Udo Dirkschneider se las ha arreglado durante la última década para mantener a tope una actividad prácticamente incesante, al punto de venir entregando una publicación por año desde 2020 a la fecha. Funcionar de esta manera tiene, sin embargo, sus consecuencias. La principal guarda relación con una incapacidad para salir de una determinada zona de confort, en este caso ese característico heavy metal al que el alemán le ha sido fiel incluso desde sus tiempos en Accept. En este camino tuvimos pasada inspirada en aquel Rev-Raptor (2011) seguido de Steelhammer (2013) y deberíamos remontarnos luego a la excelente jugada sinfónica de We are one (2020) para mencionar un siguiente punto realmente alto en la carrera del vocalista. El resto ha sido enrular el rulo en base a álbumes más o menos correctos que no disgustan aunque tampoco impactan. Ahora, en esa línea Touchdown se muestra como un nuevo eslabón a destacar en la trayectoria del pequeño alemán, otro excelente de heavy que lo muestra particularmente iluminado, lo cual no deja de impactar considerando lo prolífica que ha sido su discografía.



Para su álbum número diecinueve, Udo vuelve a trabajar con su hijo Sven en batería aunque suma al notable Peter Baltes (otro histórico de Accept), elementos que sin duda han aportado un toque innegable de frescura a la alineación, lo cual se traduce en un sonido que apela a los recursos de siempre pero ejecutados con tal buen tino que jamás en sus más de cincuenta minutos de duración alcanzan a cansar, incluso yendo de menos a más en medida que avanzan los minutos. 



Nos encontramos acá entonces con esa clásica cabalgata rock con tintes épicos en cosas como 'Fight for the right' (simpático el segmento de Mozart que han incluido) , 'Forever free' o 'Heroes of freedom', aceleraciones afiladas en 'Isolation man', 'Sad man's show' o 'Touchdown', momentos altamente melódicos en 'The double dealer's club' además de bajadas de tiempos en 'The flood' o 'Punchline', conformando así un disco que se deja oír sin problema alguno, que muestra a un vocalista empapado de lo que hace y en plenas facultades a la hora de entregar un trabajo, por sobre todo, honesto. En la lista, las guitarras de algo como 'The betrayer' (la mejor de todas para quien escribe) vendrían a ser de lo más innovador que suena en el álbum, pero ciertamente no hay quejas respecto al resto gracias al nivel regular que muestra en el canción a canción, fuera de una producción exquisita que muestra un sonido limpio y equilibrado.

El tiempo pasa y no perdona por lo que frente al dilema de detenerte a buscar mayor inspiración o simplemente disfrutar el momento, el alemán Udo Dirkschneider claramente ha optado por lo segundo. El resultado es una discografía robusta que ronda los treinta y cinco años de existencia donde prácticamente no encontramos disco malo, aunque tampoco señales de evolución. Touchdown es otro (gran) disco que cumple con los estándares del artista, es decir: un vocalista completamente entregado a un sonido, una portada simplona y feísima (las sanas costumbres se conservan) y un set de canciones potentes e interpretadas con cariño. ¿Se podría pedir algo más?

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