ZEPPELIN ROCK: RAMONES - Pleasant Dreams (1981): Crítica Review

martes, 19 de septiembre de 2023

RAMONES - Pleasant Dreams (1981): Crítica Review

 

The Hunter



Siendo el caso que para End Of The Century los Ramones acudieron al mago creador del "muro de sonido", para su siguiente plástico, el excéntrico Phil Spector dejaría su sitio a otro pope como el británico Graham Gouldman, compositor de éxitos para iconos de los 60 como The Hollies, y miembro de la banda 10cc.



Y si bien de la mano del productor nacido en el Bronx alcanzarían su mayor éxito comercial hasta la fecha, la frustración por un estrellato y una aceptación que no llegaban seguía ahí. El himno que abre el álbum, "We Want The Airwaves", sería la mejor forma para canalizar y exorcizar un resentimiento que hacía mella especialmente en Joey Ramone. Son Dee Dee y el espigado vocalista quienes se reparten los créditos de todos los temas de Pleasant Dreams cuando hasta la fecha éstos correspondían a la banda en su conjunto en un vano intento de que los egos no se impusieran. La primera aportación del bajista es la noctámbula oda a Nueva York "All´s Quiet In The Eastern Front" que da paso a un clásico de nuevo cuño, el caramelo envenenado de impagable título "The KKK Took My Baby Away". La producción envuelta en algodón de azúcar de Gouldman acerca como nunca a Joey a su sueño de convertirse en una Ronnie Spector (la sixties "Don´t Go").



Una acerada "You Sound Like You´re Sick" y la declaración de principios nuevaolera "It´s Not My Place (In The 9 To 5 World)" nos conducen a uno de los mejores inicios de Cara B de la discografía ramoniana, "She´s A Sensation" y "7-11", la clase de canciones que sabes que no te podrás quitar de la cabeza una vez llegan a tus oídos. "You Didn´t Mean A Thing" y "Come On Now" ahondan en ese contraste entre lo festivo y lo lúgubre (a pesar del embriagador perfume pop que lo inunda y de sus referencias explícitas a Roger Corman o los Beach Boys hay un ligero manto de oscuridad amenazante en más de un momento del disco). El penúltimo corte, "This Business Is Killing Me", viene a reafirmar que nunca Joey cantó mejor que aquí; un sencillo y genial arreglo de guitarra dispara al corte que nos despierta de este placentero sueño, "Sitting In My Room", directo al cerebro.

Obra menor para unos y de culto para otros, desde aquí nos limitaremos a decir que el sexto elepé de la banda de Queens brilla hoy aún más que hace 40 años.

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