by King Piltrafilla (@KingPiltrafilla)

Amigos, el primero fue Gene Simmons, que en 2004 –diez años ya, ¡cómo pasa el tiempo joder!- sacó su segundo álbum en solitario desde el mítico lanzamiento de 1978. Pero, si os he de ser sincero, su Asshole me pareció una porquería. Sin embargo, dos años después llegó el momento que estaba esperando. Así es, mi idolatrado Paul Stanley por fin hacía lo propio y editaba su segunda aventura al margen de Kiss, un más que digno Live to win que no dudé en comprar y que –de hecho- se convirtió en uno de los últimos cedés que adquirí a finales de la década pasada, antes de que internet me ofreciese otras oportunidades para disfrutar de la música.