by King Piltrafilla (@KingPiltrafilla)
Piltrafillas, en la primera nos encontramos con una historia angustiosa que avanza lentamente, mientras asistimos a la sorpresa de la joven indigente ante tanto agasajo a la vez que somos conscientes de que la pareja oculta unas intenciones de lo más deleznables. La fotografía es oscura, las tonalidades rojizas... y el desenlace terrorífico. En mi opinión –puestos a buscar significados ocultos- House and home utiliza el sexo y la sangre para elaborar una metáfora que ilustra la relación entre el poder económico y el pueblo llano, y de como puede romperse una cuerda si se tensa demasiado.
En la segunda Mutant tool nos encontramos con la misma fotografía oscura, pero con imágenes verdaderamente asquerosas y turbadoras envueltas en una estética que –debo ser alguna especie de enfermo degenerado- en algunos planos me ha resultado atractiva y llamativa.
Y por último Bitch, la historia de un pusilánime camarero llamado Pete -que está tan mal del tarro que es incapaz de mear de pie y lo hace a cuatro patas y poniéndose una máscara de perro- y su novia Claire, una administrativa en un trabajo de mierda cuya frustración esconde una personalidad agresiva y dominadora. Con una fotografía deliberadamente saturada en azul –excepto en alguna escena, como la de Claire sodomizando a Pete-, esta historia de venganza tipo “si no quieres que sea tu perro, serás la perra de otros” no es en realidad una historia de terror, sino un cuento extremadamente cruel y desviado, pero es un buen colofón para este trío de historias tan poco ordinarias. En resumen amiguitos, que –por si mis palabras no lo han dejado claro- os recomiendo sinceramente esta Little deaths, que no se convertirá en la película del año pero que opino que se trata de una pequeña y extraña delicatessen –eso sí- para piltrafillas frikis. Los que lloren con Sonrisas y lágrimas, que se abstengan.
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