ZEPPELIN ROCK: ¿Fue el movimiento NWOBHM el desencadenante del Heavy Metal en 1980? - La NWOBHM y los 80

martes, 11 de junio de 2013

¿Fue el movimiento NWOBHM el desencadenante del Heavy Metal en 1980? - La NWOBHM y los 80


by Don Críspulo


Si hiciéramos una encuesta preguntando por qué se revitalizó con tanta fuerza el Heavy Metal en la década de los ochenta, seguro que muchos de vosotros responderíais sin pensar que la New Wave Of British Heavy Metal fue el desencadenante principal del resurgimiento del estilo. Y no os faltaría razón aunque a mi entender hay otra “nueva ola” que, aunque más dispersa y sin nada en común excepto la calidad, fue tan importante o más que la propia NWOBHM.


1980 es un año importantísimo para la historia del Rock. Importante porque es el año de la muerte de Bon Scott y de la separación de Led Zeppelin tras el desgraciado final de Bonham el 25 de septiembre, es el año del asentamiento del Punk y el año donde los grandes dinosaurios del Rock sinfónico dan sus últimos estertores, pero también es el año donde coinciden una serie de lanzamientos que cambiarán, definitivamente, la manera de hacer y entender el Heavy Metal.



Cuando Ozzy se fue, o fue echado, de Black Sabbath en 1979, muchos pensaron que era el fin de la banda. Nada más lejos de la realidad. Iommi es, además de un gran guitarrista, un excelente “ojeador” de cantantes (sólo hay que ver los que ha tenido en nómina en la banda) y rápidamente vio en el menudo frontman de Rainbow el substituto perfecto para el Madman. Cuando en 1980 salió a la luz el tremendo Heaven & Hell no sólo salía a la calle un disco más de Black Sabbath, sino uno de los discos más importantes de la década siguiente y uno de los que más repercusión tuvo. Porque en Heaven & Hell el dúo Iommi/Dio da una vuelta tuerca al sonido rudo de Sabbath y lo empapa de una iconografía que será el referente para muchos grupos posteriores. Claro que al mismo tiempo el come-murciélagos más famoso de la tierra no iba a quedarse quieto y con la ayuda del tristemente desaparecido Randy Rhoads, saca ese mismo año un disco que hoy en día sigue siendo uno de los pilares básicos del Heavy Metal. Blizzard Of Ozz es toda una lección maestra del estilo y los riffs de Randy, a pesar de que han transcurrido 25 años, siguen siendo imitados en la actualidad.



Hasta 1980, Judas Priest había estado en un segundo plano. Si al comienzo de su carrera se les tachaba, con razón, de imitadores de Sabbath, poco a poco, disco a disco, fueron buscando y hallando su propio sonido que a la postre les haría merecedores del número uno de los Headbangers del planeta. Es precisamente en 1980 cuando dan el espaldarazo definitivo con la publicación de “British Steel”, un disco que sienta las bases de la NWOBHM hasta en el título. El cuero y las tachas se ponen de moda, las guitarras lisérgicas de los setenta dan paso a guitarras afiladas como cuchillas y las percusiones a baterías con vocación de apisonadoras. También contribuyen a todo esto unos jóvenes de Londres que ese año publican el disco definitivo del Rock & Roll: Ace Of Spades. Ya nada volverá a ser igual sobre la faz de la tierra. Sucios, agresivos, enérgicos y todo lo rápido que podían ser, Motörhead se convierten en el espejo donde se mirarán muchas bandas posteriores.



La muerte de Bon Scott tras el fantástico Highway To Hell parecía el final de AC/DC. Nadie apostaría ni un céntimo por la supervivencia de la banda sin la presencia del carismático cantante, pero los hermanos Young eran demasiado obstinados como para tirar por la borda el sueño de su vida, así que no tardaron mucho en encontrar un substituto para Bon y a los pocos meses Back In Black estaba arrasando en las tiendas de todo el mundo. Como bien indica la portada el disco homenaje al fallecido Scott, es un disco oscuro y poderoso con el material más “Heavy” que habían grabado hasta la fecha. Coplas como “Hell´s Bells” o la propia “Back In Black” están grabadas a fuego en la mente de todos nosotros.



Scorpions ya era una banda grande a finales de la década de los setenta. Sin embargo la marcha de Roth y la entrada del joven Mathias Jabbs coincidió con un cambio notable en el sonido del grupo. En 1980 publicaron el discreto Animal Magnetism, que a pesar de estar muy por debajo en cuanto a calidad de sus vecinos, corroboraba el nuevo sonido, más duro y metálico, que los alemanes ya habían apuntado en el anterior y excelente Lovedrive. Sonido al que le dieron el empujón final dos años más tarde con el superventas Blackout.



Podríamos seguir páginas y páginas hablando de gente como Van Halen, Thin Lizzy, Whitesnake, Kiss, Mötley Crüe y un sin fin de bandas que, sin quizás proponérselo, tuvieron igual o más importancia que la NWOBHM en la concepción moderna del Heavy Metal. Y que Dios me libre de negarle a grupos como Maiden o Saxon el gran mérito y la importancia, ni hablar ya de la gran influencia (y si no que se lo pregunten al simpático Lars Ulrich) en los primeros ochenta pero en mi opinión fueron estos discos los que de verdad sentaron las bases de todo lo que vendría después.

©Don Críspulo

La primera versión del texto de este post fue publicada por vez primera en The Sentinel y  ha sido cedida a por su autor para que sea publicada también en este medio].

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