ZEPPELIN ROCK: LOS BRAZOS - Gas (2015): CRÍTICA Review

sábado, 6 de febrero de 2021

LOS BRAZOS - Gas (2015): CRÍTICA Review

 


por Rockología (@RockologiaTwit)
del blog Rockologia

Siempre me ha pasado que cuando descubro un grupo nuevo, más aún si me lo recomienda un amigo de buen gusto, me agarro a ellos con desaforada pasión. Necesito coger un poco de distancia antes de recomendarlos, no sea que el amor a primera vista sea eso, un rollo de una noche que, a la luz del día, pierde su encanto. Pero me dio para varias noches de enredo este Gas de los bilbaínos Los Brazos y no me importa que se convierta en un recomendación decidida.



Los Brazos son tres: a la guitarra y la voz William Gutiérrez, al bajo Txemi Gándara y a la batería Koki Chamorro. Grabaron en 2015 el disco en su propio estudio de Vizcaya en apenas dos días, tras varias jornadas de preparación en Gijón. Las voces se metieron en los estudios Sweet Saul Music de Sopelana, donde también se hizo la mezcla final. Todo a cargo, principalmente, de William Gutiérrez.

Hay variedad donde elegir en los nueve cortes. Aplastante riff en Black Sheep, melodía arrastrada, el tempo muy bien medido, acertados cambios y un solo para redondear el, quizá, mejor tema del disco. La inicial Fearless woman tampoco se queda atrás, y, como primer tema, contiene todos los aderezos del grupo: melodía, composición, arreglos, interpretación. Boom. Otro punto fuerte, la única concesión al blues lento, el único tema largo (siete minutos), de título Tales, donde se escurren por los caminos de Clapton y Haynes, palabras mayores.

No todo es seriedad. Nos invitan a mover el esqueleto. Me imagino la versión acústica de Not my kind con un banjo en mano, deje country bailón “your are not my kind of woman I’m not your kind of man”. Y si de bailar se trata, ponemos Boogie a todo trapo y no podrás parar el culo, menudo ritmo y fenomenal solo. Y como no hay dos sin tres, terminamos de romper la pista con Say my name, acelerado, con un tufo rockabilly gustoso. Randall me suena a The Quierboys, con todo lo que eso conlleva de herencia seventies, y excelente trabajo de guitarra, por cierto. Gallagher se aparece en Guardian, tanto por el riff como por los arreglos, tema excelente, otro. El álbum cierra con una rareza en el conjunto, un tema blues-jazz titulado Rose Tree, correcto.

Intenso, sudoroso, inspirado, lleno de pasión, buen gusto y amor por la música rock. Una vuelta completa al contenido de Gas y acabarás deseando escuchar más de estos tres.

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