ZEPPELIN ROCK: SIX FEET UNDER - Nightmares of the Decomposed (2020): CRÍTICA Review

lunes, 26 de octubre de 2020

SIX FEET UNDER - Nightmares of the Decomposed (2020): CRÍTICA Review

 


del blog Benditos Discos


Mira que lo veía venir. No me han fallado las predicciones. Y es que desde 1995, año en que Six feet under debutó con el notable Haunted, Chris Barnes prácticamente no ha parado de producir. El ritmo del "disco cada dos años" le termina pasando la cuenta a cualquiera, tanto física como creativamente, y aquello es lo que le ha acabado por ocurrir a esta leyenda del metal. Sin ir muy lejos, en el último tiempo, cuando mejor ha logrado sonar Six feet under fue cuando más tiempo se tomó para lanzar un álbum (cuatro años), me refiero a la dupla Undead/Unborn (2012/13), pasada que incluso dejó material como para un siguiente Crypt to the devil (2015), que repitió fórmulas para cumplir con bastantes méritos; sin embargo, a partir de ahí algo se quebró. El problema es que no es lo mismo romperte a los 25 que a los 50, menos para un vocalista de metal, quien ya en 2017 evidenció una baja de nivel importante con la edición de Torment y en este 2020 ha debido enfrentar las inclemencias de su desgaste en la grabación de Nightmares of the decomposed ("Pesadillas de lo descompuesto", nunca mejor dicho...) con seguridad el peor álbum en la carrera de Six feet under y uno de los descalabros más grandes que oiremos este año, si es que no el más. 



No hay por donde rescatar a este disco. Su producción es pobre, con unas guitarras que suenan poco nítidas y sin brillo, las ejecuciones no tienen fuerza, las estructuras son las típicas y el estado de Chris Barnes es terrible, dramático, al límite de convertirse en un meme. Lo que el vocalista realiza, por ejemplo, en una canción como 'The rotting' es penoso, lanzando unos agudos al comienzo y desarrollo del tema que no hacen sino evidenciar que está roto (más adelante repetirá la idea en 'The noose', otro desastre) y, ciertamente, ha perdido completamente el pudor (o el sentido de la realidad). La misma canción a los dos minutos de duración se sumerge en un quiebre instrumental, ¡que no va hacia ningún lado! Es un redoble que se repite y se repite con un riff de fondo que dan muestras de que la banda y Barnes están secos de ideas. Antes había sonado una tradicional 'Amputator' seguida de la terrible 'Zodiac', donde nuevamente Chris expone en el fraseo todas sus debilidades vocales para colocar la guinda del pastel silenciar a la banda y exclamando un triste "Pick up the pieces of my destruction...", que es un apaga y vámonos en toda regla. Eso sin mencionar lo que ocurre en 'Blood of the zombie', que realmente no se entiende, una canción que parece ser un demo, que tarda dos minutos en comenzar para luego dar un par de vueltas sin sentido. Amateur total, al punto de no entender como esto se puede haber grabado oficialmente por un sello como Metal Blade Records. 




Y así, canción a canción Nightmares of the decomposed demuestra una y otra vez el mal estado creativo por parte de un proyecto que claramente no logra estar a la altura de la leyenda. Este álbum es una falta de respeto de Chris Barnes, no con los fans, sino que consigo mismo. No te puedes transformar en el hazme reír del metal y no ser consciente de aquello. Por esto mismo, por el cariño y respeto que se le tiene a su persona, no queda sino esperar que respire, descanse y regrese un poco más repuesto. Porque asumimos que lo volverá a intentar y tampoco lo vamos a culpar, que de algo hay que vivir...

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