ZEPPELIN ROCK: NAPALM DEATH - Throes of Joy in the Jaws of Defeatism (2020): CRÍTICA Review

martes, 6 de octubre de 2020

NAPALM DEATH - Throes of Joy in the Jaws of Defeatism (2020): CRÍTICA Review

 


Por Esteban Martínez
del blog Benditos Discos


Después de más de treinta años de ininterrumpida carrera y un nivel bastante regular, ¿qué se le puede pedir -pregunto- a una banda legendaria como Napalm Death? Bueno, sí, algo como lo que nos han vuelto a regalar en su más reciente trabajo: un "mal rollo" de comienzo a fin, momentos caóticos, acelerador a fondo, ese sonido tan grind/death y furiosas interpretaciones por parte de un incombustible Mark "Barney" Greenway. Eso y más es lo que encontramos en Throes of joy in the jaws of defeatism, un álbum que se mueve en la línea de su antecesor, Apex predator - Easy meat (2015), e incluso mejora la experiencia al complementar una serie de momentos que apuntan directo al mentón del auditor con otros que dan muestra de las inquietudes musicales de una banda que no teme a la hora de matizar su sonido. En ese sentido, acá el asunto abre con todo. Suenan en los primeros quince minutos una serie de canciones directas que rondan los tres minutos de duración y que están dispuestas a impactar en base a la furia y el descontrol, ahí 'Fuck the factoid' entregará dosis de velocidad incesante, 'Blacklash just because' destacará a causa de su llamativo riff en el coro mientras que canciones como 'That curse of being in thrall' o 'Contagion' jugarán un tanto más con las estructuras. El matiz en lo musical llegará cuando suene una novedosa, oscura y rasposa 'Joie de ne pas vivre' (notable lo de Greenway, que suena irreconocible) seguida de 'Invoriting clutch', que definitivamente bajará las revoluciones de golpe en un acierto que vaya que se agradece, cerrando así una cara A que funciona de principio a fin. 



Ahora, donde el asunto termina de conquistarnos será cuando la banda retome la brutalidad en la pasada por 'Zero gravitas chamber' + 'Fluxing of the muscle', donde se vuelcan al death de lleno, para luego impactar con la exquisita 'Amoral', una maravilla marca de la casa que nos recuerda el porque esta banda es lo que es, una leyenda del metal capaz de conciliar a la perfección la violencia con instantes melódicamente gloriosos. Finalmente en la recta final el disco continuará en su ir y venir, dejando en el aire esa sensación de satisfacción constante. 




No estamos frente a un disco como Utilitarian (2012), el último trabajo hasta ahora de la banda que apostó claramente por la diversidad en el sonido, ni tampoco a una emulación de una vieja gloria. Lo último de Napalm death suena tan desquiciado como la banda hoy puede serlo, ahí continúan cumpliendo de sobra y resultando una apuesta que pese al paso de los años se las arregla para siempre aportar algo interesante a la escucha. En definitiva: una leyenda del metal que increíblemente continúa a la altura.

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