ZEPPELIN ROCK: Black Star Riders - All Hell Breaks Loose (2013): Crítica del disco Review

sábado, 27 de diciembre de 2014

Black Star Riders - All Hell Breaks Loose (2013): Crítica del disco Review


por Sergio Vargas
(@zarrabeita)

Estamos de enhorabuena los seguidores de la banda Thin Lizzy. Está claro que lo de poder resucitar a su líder Phill Lynott es una tarea imposible. Nos contentamos con poder saborear su discografía escuchando de vez en cuando la magnífica creatividad de la banda irlandesa en el periodo de los años 70-80 con sus aclamados duetos de guitarras históricos con composiciones de alta escritura (influencia de la gran literatura irlandesa) sobre la vida y la clase obrera.



También hay otras maneras de mantenernos frescos su sonido como por ejemplo: que los miembros que quedaban comandados por su guitarrista principal Scott Gorham se vuelvan a reunir con material nuevo bajo otro nombre Black Star Riders (que proviene de la película Tombstone) como respeto a la figura de Lynott o como también se ha dicho, el grupo quería valerse por sí mismo incluso sonando diferente. Sin conseguirlo porque con solo una audición de este All Hell Breaks Loose  nos daremos cuenta que encajaría perfectamente en cualquier noche de concierto de los Lizzy en los 70, con una imitación descaradamente poderosa del nuevo cantante Ricky Warwick pero dando un carácter propio a ciertas canciones. ¿Podríamos hablar de que la banda cae derrotada por no conseguir sonar novedosa? Nada más allá, realizan un más que respetable disco de hard rock melódico con potentes riffs (que me recuerdan a los primeros Whitesnake) sin olvidar el tiempo para el blues (Bad Company siempre presente). La marca de la casa está viva de forma envolvente en todo el álbum: sonidos de guitarra con ataques violentos, sensibilidad melódica y composiciones profundas. Todo despachado de una forma natural sin artificios, se nota que son músicos veteranos.



Los jinetes negros estelares saben abrir un disco, “All Hell Breaks Loose” va directa a tu tuétano, la banda es una piña sonando en armonía destacando la guitarra de Gorham. De forma particular en “Bound of Glory”hay un claro homenaje al legado de Lizzy.El sonido celta se cuela con coros “punkarras” (sobran) en “Kingdom of The Lost”; el swing divertido de rocanrol entra con “Bloodshot” y “Hoodo Voodo” donde el vocalista juega con maestría con cada una de ellas. Se vuelven agresivos llenos de euforia en “Befote the War” y “Kissin´ the Ground”.La rapidez con aroma Lizzy vuelve con “Valley of the Stones” sin tufo a refrito.

Concluyendo, estos jinetes vienen con un trote muy fiero dejando huellas con un fondo de calidad a su paso, son muchos los años que llevan montando a caballo por el universo como auténticos jornaleros del buen rock que son.

©Sergio Vargas

1 comentario:

  1. Es que hacer un álbum de Thin Lizzy sin Lynott es como los Stones sin Jagger o Richards: una gilipollez. Me gusta cómo suenan; siempre fui admirador de Gorham aunque, todo sea dicho, aún más de Sykes. Gran post. Un abrazo.

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