ZEPPELIN ROCK: Francisco Corrales - Un feliz regreso: Mis microrrelatos favoritos 2

domingo, 26 de agosto de 2012

Francisco Corrales - Un feliz regreso: Mis microrrelatos favoritos 2



La semana pasada dimos comienzo a esta nueva sección dedicada a los microrrelatos favoritos de quien esto escribe, en este caso ajenos (para los propios ya sabéis que los voy colgando en ese otro cajón en cuya tabla frontal figura la leyenda "Basura Espacial"). El primero de estos post lo dedicamos a Julio Cortázar (seguro que volverá a pasearse por aquí, tranquilos) y su "Continuidad de los parques". Permitidme ahora que os mencione a un autor que a mí me emociona con sus cuentos. Se trata de un profesor de Lengua que sirve en el instituto “La Hontanilla” de Tarancón, ex compañero y amigo aún, llamado Francisco Corrales.


Ganador del VIII premio de novela corta “Salvador García Aguilar”, que cuenta con cierto prestigio, con su obra Hagan juego, tiene en su haber otros de relato: el Alberto Lista, el Ciudad de Requena, el Moreda de Aller, el Peñíscola, el Ciudad de Arévalo... Algunos de estos relatos podéis leerlos a través de Internet (están por ahí; buscadlos), todos magníficos: “Mi familia”, “La cabaña del bosque”, o los que a mí más me gustan: “El hombre invisible” y “Curso práctico de amor en veintidós minutos”. Son cuentos de una escritura pulcra (perdón) y certera, reflejo de una intuición y observación del comportamiento humano incomparables. Os aseguro que me daréis las gracias si conseguís llegas a ellos. Otros dos micros suyos podéis leer en esa Nave de los Locos, el blog que tiene como timonel a Fernando Valls.

Maestro del microrrelato (y quizá no haga falta que escriba ninguno más para demostrarlo), Paco ha dejado para nosotros y para la historia de la cuentística en lengua castellana -me atrevería a decir- un ejemplo electrizante tocado por lo divino, y creo que no exagero. Se titula “Un feliz regreso”, una historia rebobinada, contada al revés (se publicó en un libro de la serie "Quince Líneas", editado por Tusquets). Ahí lo tenéis como regalo; saboreadlo, releedlo y luego pensad en dónde reside su magia.


Un feliz regreso

A las cuatro en punto sus manos fueron liberando el cuello de la mujer. Luego le abrochó la blusa roja aún manchada de barro, mientras ella abría sus mortecinos ojos. Después la cogió de los brazos y la arrastró por un lodazal, insensible a sus agonizantes súplicas, hasta alcanzar el taxi. Tras un blando forcejeo, a las cuatro menos cuarto la introducía en el maletero y arrancaba el coche. A las tres y media se detenían a la entrada de un camino. Antes de cambiarla al asiento trasero, el taxista la golpeó con saña en la cabeza. A las tres y cuarto llegaban a la ciudad. Poco a poco la mujer recuperaba la calma y la pulcritud de su aspecto físico. A las tres el taxi se paraba ante la verja de una casa y la mujer descendía del coche con una sonrisa nerviosa pero no exenta de cortesía. A las tres menos cuarto se ponía su blusa roja y a las dos y media telefoneaba a su marido. Ahora mismo iba a verlo a la fábrica, acababa de recibir una inquietante llamada y tenía miedo. A las dos y cuarto una voz anónima le comunicaba que con toda seguridad a las cuatro en punto estaría muerta.

ÁCS

3 comentarios:

  1. Me la imagino como un cortometraje oscuro, sangriento, inquietante... Yo es que soy muy visual emocionalmente.

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    1. Magistral historia rebobinada. NO es fácil conseguir este resultado.

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  2. Podrías compartir el cuento "Mi familia"? No puedo encontrarlo en internet.
    Muchas gracias!

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