The Hunter
En la entrada anterior os dejé del 21 al 30, pues seguimos un orden ascendente (asciende hasta el mejor; hay que esperar).
Guste o no, la década de los 90, quedará marcada por el auge del rock alternativo y el grunge (etiqueta -como la mayoría- cogida por los pelos pues, más allá del marco geográfico, no creo que Mudhoney o Soundgarden, Nirvana o Screaming Trees, por poner un par de ejemplos, tuvieran mucho que ver). Y claro que Sonic Youth, los Replacements o Pixies ya estaban antes (y grabaron grandes obras como Goo y Bossanova), pero ¿qué hacemos, cerrar el chiringuito y limitarnos a Chuck Berry, los Beatles y la Velvet? No sé si me explico. Esas nuevas bandas de Seattle, además, no dejaron de reivindicar a aquellos que les precedieron e inspiraron, fueran estos Neil Young, Black Sabbath o Meat Puppets. Quien no sintiera nada por el grunge, tenía a su disposición una pléyade de grupos indies (cuando esa etiqueta tenía aún algún sentido); bandas excelentes -y con las que servidor debe seguir profundizando- como Yo La Tengo u otras como Pavement o My Bloody Valentine, con las que uno ya no conecta. Mientras, Metallica, Guns N' Roses o Aerosmith mantendrían viva la llama del rock en los estadios y unos jóvenes de Atlanta, The Black Crowes, nacían para convertirse en los últimos clásicos.
Otra etiqueta, el americana, asoma en esos años. Otra etiqueta para tomar con precaución y un sonido que terminó deslizándose por la pendiente del hastío tras alumbrar grandes discos como Strangers Almanac de Whiskeytown (otra cosa es considerar a Ryan Adams una especie de Van Morrison, Gram Parsons, Gene Clark y Keith Richards todo en uno). Etiqueta que le quedaba pequeña a Wilco o The Jayhawks. Siempre me he sentido más cómodo hablando de rock americano o música de raíces. Uno de sus veteranos, Tom Petty, alcanza una emocionante madurez y factura perlas como Wildflowers, Echo, She's The One o Into The Great Wide Open.
Pero si hablamos de clásicos, ¿qué decir del Tiempo Inmemorial de Dylan, o de la ¿tercera? reinvención de Tom Waits. O de Neil Young; que siguió, veinte años después, moviéndose entre lo intrascendente (Fork In The Road), lo tedioso (Storytone), la sobrevalorada corrección (Psychedelic Pill) y la tomadura de pelo (Le Noise, A Letter Home) no conviene dejar de mirar a unos años donde enlazó monumentos como Ragged Glory con notables trabajos como Mirror Ball, Harvest Moon o Sleeps With Angels. Casi nada.
Nuevo cambio de rumbo. Los texanos Pantera abrieron nuevas vías para un género tan transitado como el metal y viejas glorias del género como Judas Priest sacaron a la calle el brutal Painkiller (sí, Guzz, Up the Irons!, pero yo soy de los Judas; elige arma y lugar). Siguiendo con sonidos extremos, Ministry y NIN llevaron el rock industrial a las portadas de las revistas. A título personal, disfruté en su día con los de Trent Reznor, pero creo que esos discos se quedaron embalsamados en su época. Como abanderados del stoner, Kyuss reinventaron el legado hard-psych de los 60/70 desde una perspectiva moderna en pleno desierto.
Veo movimiento en el fondo de la sala, tú, el de la camiseta de Blur... ah, claro, el brit-pop, dices. Bueno, a no ser que consideremos brit-pop a TFC u Ocean Colour Scene permitidme el "chiste": not my cup of tea. Vaaaale, el primero y el tercero de Suede no están mal.
Siempre tiene que haber versos sueltos y los 90 no serían ajenos al fenómeno. Redd Kross (su sagrada trilogía), Urge Overkill (Saturation, Exit The Dragon) o Jon Spencer Blues Explosion (Orange) si de grupos hablamos, y artistas con mayúsculas como Nick Cave (Let Love In, The Boatman's Call) o su ex PJ Harvey (el atemporal To Bring You My Love) entregan soberbios álbumes a los que sigue siendo un placer acudir. ¿Más? Y mejor: Jane's Addiction, que rompieron el molde al nacer aunque se les metiera en el saco de lo alternativo, The Afghan Whigs, los eternos Blind Melon, Jeff Buckley,...
Llegados a la segunda mitad de la década, el rock deja de tener la relevancia mediática de la que disfrutó hasta ese momento, el grunge da paso a un infumable sucedáneo (Bush, Creed,...) y todo vuelve a la "normalidad". Aunque aquí en Europa unas bandas provenientes del frío mantendrán la llama del rock'n'roll bien alto. Mirándose en el Detroit de MC5, la Australia de Radio Birdman, pero también en el legado setentero de los Stones o Kiss, combos como Gluecifer o los añorados Hellacopters se convierten en la dieta diaria de muchos de nosotros.
Añádanle todo lo que no conozco y aquello de lo que me habré olvidado y no quedaron mal los noventa, no.... Si hasta U2 sacaron un buen disco (Achtung Baby)!!!
(AVISO: la siguiente lista puede contener trazas de repelente para 'gafapastas')
20) No Lunch (D Generation)
19) Danzig II-Lucifuge (Danzig)
18) Heartbreak Station (Cinderella)
17) Five Man Acoustical Jam (Tesla)
16) Badmotorfinger (Soundgarden)
15) Forever Blue (Chris Isaak)
14) Dust (Screaming Trees)
13) Magnolia (Screamin' Cheetah Wheelies)
12) Bone Machine (Tom Waits)
11) Songs From Northern Britain (Teenage Fanclub)
 






 
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