ZEPPELIN ROCK: DESTRUCTION - Birth of Malice (2025): CRÍTICA Review

lunes, 23 de junio de 2025

DESTRUCTION - Birth of Malice (2025): CRÍTICA Review

 

Por Esteban Martínez (@EMartineC)



Os prometo que, cada vez que oigo un álbum de una banda con historia dentro del thrash o el death metal, acabo con la misma sensación, la de estar escuchando una eterna competencia consigo mismos, un esfuerzo desenfadado por demostrar que "aún son capaces" de componer un álbum a la altura de aquellos publicados treinta o cuarenta años atrás. Es como si Metallica durante toda su carrera hubiese imitado al Kill'em all (1983). En el caso de este Birth of malice nos encontramos frente a un Schmier que ha logrado sostener a una formación de músicos por unos cuantos años (2018/9 hasta ahora) lo cual explica el fiato de un álbum que suena impecable (vaya joya de producción) y en términos de ejecución tampoco falla entre los riffs afilados del argentino Martin Furia y el desenfado constante en la batería del canadiense Randy Black, sin embargo, lo dicho: que el disco es un constante guiño a la nostalgia.



De que lo hacen bien, no cabe duda, y quienes den play acá buscando aceleración a fondo y el desarrollo de la técnica en velocidad la encontrarán en toda la primera parte del disco, destacando cosas como 'Cyber warfare' , 'No kings - no masters' o 'God of gore', las cuales no dan respiro al oyente, aunque mi favorita desde la primera vez que oí el disco ha sido 'Scumbad human race', donde desaceleran un tanto y construyen peso sobre algo más cercano a un medio tiempo. Esta última anticipa también lo que será la segunda parte del álbum, mucho más lenta respecto a la primera y cercana a un heavy metal tradicional y melódico en toda la pasada por 'A.N.G.S.T', 'Dealer of death', 'Evil never sleeps' o 'Chains of sorrow', siendo recién en el cierre a cargo de 'Greed' y 'Fast as a shark' (tributo a otros titanes alemanes como Accept) cuando vuelven a acelerar.




Birth of malice es un nuevo buen álbum de Destruction realizando el auto homenaje de turno. Luce algo desbalanceado considerando su primera mitad cargada a la velocidad y una segunda bastante más lenta, pero está siempre bien ejecutado y seguro dejará satisfechos a los fans. Ahora, verdad sea dicha, no hay algo acá que no podamos oír en cualquiera de los chorrocientos discos que han lanzado desde su regreso en 2000 a la fecha.

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