ZEPPELIN ROCK: THE KILLERS - Imploding the Mirage (2020): CRÍTICA Review

lunes, 7 de diciembre de 2020

THE KILLERS - Imploding the Mirage (2020): CRÍTICA Review


Por Esteban Martínez (@EMartineC)




Hace ya algún tiempo que mis sensaciones con respecto al grupo The killers venían rondando la resignación. Y es que, tras un gran debut en 2004, los liderados por Brandon Flowers han ido desarrollando una discografía marcada por singles potentes pero conjuntos en general débiles. En este 2020, y con una agrupación quebrada (Dave Keuning y Mark Stoermer, en guitarra y bajo, participaron en la grabación del álbum, pero están más fuera que dentro), la llegada de Imploding the Mirage sembraba más dudas que certezas, sin embargo, la música tiene estas cosas curiosas y, con todo en contra, la banda (o lo que queda de ella) ha acabado firmando uno de los álbumes más sólidos en su carrera, o al menos uno que se puede escuchar de comienzo a fin sin terminar en el tedio absoluto. 



El sexto álbum de The killers abre con un golazo incontestable. 'My own soul's warning' bebe en la fuerza de sus teclados de The war on drugs (y por ende de Bruce Springsteen), es contagiosa y derrocha potencia en su interpretación, con un Brandon Flowers pletórico. Hasta ahí, sin embargo, no hay novedad respecto a anteriores trabajos de la banda, los cuales contaron con sencillos igual de memorables ('The man' o 'Runaways', claros ejemplos) para luego caer en dramáticas irregularidades. La primera mitad de Imploding the Mirage marca en ese sentido una clara diferencia, abrazando el vértigo en unas convincentes 'Dying breed' o 'Caution' y adoptando tonos más reflexivos en 'Blowback' o la emotiva 'Lightning fields' (de lo mejor del álbum sin lugar a dudas), donde Flowers aborda la relación entre sus padres con K.D Lang como invitada adoptando el rol de su madre (fallecida en 2010 a causa de un cáncer). 




En verdad la cara B del disco mostrará algunos ripios (sin estar declaradamente mal), con canciones como 'Fire in bone', que intenta colocarle algo de sabor al álbum pero va perdiendo fuerza en medida que avanzas sus coros, o 'Running towards a place', cuyo gancho está en los teclados pero no en mucho más, aunque recuperaran el nivel gracias al trabajo de percusiones que acompaña el tono gospel de 'My god'. El complemento final llegará con 'Where the dreams run dry' + 'Imploding the mirage' (la canción), que llegan para cerrar de manera correcta un disco que va claramente de más a menos, que concentra todos sus puntos fuertes en su primera mitad pero cuenta con una segunda que se deja oír. No es la octava maravilla pero se sostiene más allá de sus singles, lo cual considerando los antecedentes de The killers siempre será una buena noticia.

2 comentarios:

  1. Le daré una escucha, pero, salvo canciones sueltas, como bien dices, me parece una banda muy sobrevalorada. Mucho marquetin y pocos cojones musicales. De todos modos, a por ello voy. Un saludo.

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  2. Paso de the Millers como de la mi.....son unos plastas insoportables

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