ZEPPELIN ROCK: UFO - Strangers in the Night (1979): CRÍTICA Review

sábado, 21 de noviembre de 2020

UFO - Strangers in the Night (1979): CRÍTICA Review

 

por Rockología (@RockologiaTwit)
del blog Rockologia



Veamos, si se diese el caso de que uno tuviera que elegir un único disco de UFO sin lugar a dudas pincharía este Strangers in the Night. Tal cual. Tiene todo lo que una gran banda de hard and heavy debe poseer: fuerza, técnica, estilo, buenas composiciones, una interpretación soberbia y buen sonido. La característica combinación de melodía, ritmo y fuerza te empapa en cada canción y cada miembro tiene su momento de gloria: las líneas de bajo de Pete Way, la distintiva guitarra de Michael Schenker, la especial voz de Phil Mogg, el característico feeling del batería Andy Parker y la brillante aportación melódica de Paul Raymond en los teclados y como segundo guitarrista. Cualquier banda grande tiene un gran álbum en directo, y UFO no podía ser menos, uno doble, como Thin Lizzy (Live and dangerous), Kiss (Alive!), Deep Purple (Made in Japan) o Queen (Live Killers!). Durante aquella gira presentando Obsession tocaron en pabellones ante miles de personas (15000 en Chicago, la ciudad más “UFOrica”), bien solos o acompañados de bandas de éxito como Aerosmith.

Entre 1974, cuando se incorporó Schenker a la banda, y 1979, cuando se edita este directo, los británicos había publicado cinco excelentes álbumes en estudio, todos presentes aquí. Era el momento de intentar dar ese pequeño salto mortal hacia las listas yanquis, que habían intentado, con moderado éxito, bajo la batuta del productor Ron Nevison. Para esta aventura volvieron a contar con él y la Record Plant Remote Mobile manejada por otro monstruo, Mike Clink. Se grabó en varios conciertos durante otoño del 78: Chicago, Wisconsin, Cleveland, Columbus y Kentucky. Lo curioso es que tras esta última grabación Schenker abandonó a sus colegas una vez más y tuvo que ser sustituido por Paul Chapman para las últimas fechas. Regresó meses después, para la gira europea y meter arreglos de estudio en el directo, pero, nuevamente, se marchó, esta vez de manera definitiva tras una pelea con Mogg (bueno, hasta la reunión de 1995). El título, Strangers in the night, se le ocurrió al propio Nevison escuchando la canción homónima de Frank Sinatra en un descanso durante la fase de mezclas; simplemente le pareció que encajaba con la realidad del grupo y sonaba comercial.




Una curiosidad respecto al álbum. El orden de las canciones no corresponde con la de los directos; las alteró Nevison para que le cupieran en las cuatro caras de los vinilos, recortó algunas (en especial Rock Bottom, que duraba casi catorce minutos), eliminó dos (Hot’n’ready y Cherry) y llevó al estudio a la banda para regrabar Mother mary y The kid’s en un falso directo para mezclarlo con las tomas originales. La re-edición de 2009, conmemorando el treinta aniversario, devolvió las dos canciones “robadas” y presenta el set list tal y como se tocaba en aquella gira. 




Canciones como Doctor, doctor, Natural thing, Only you can rock me o Too hot to handle suenan tan grandes como debe ser un himno roquero sobre un escenario. Músicos imprescindibles de estilos tan diferentes como Steve Harris (Iron Maiden), Slash (Guns n’Roses), Joe Elliot (Def Leppard) o Kirk Hammet (Metallica) han reconocido la influencia de Strangers in the night en su desarrollo como compositores y artistas. 

Cuarenta años después sigue sonando tremendo, mantiene su actitud, su frescura, su fuerza. Uno de los grandes, sin duda.

1 comentario:

  1. Cuando descubrimos que estos legendarios discos en directo no son tan "en directo" como creíamos, me llevo una decepción. Pero sigue siendo una obra imprescindible!

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