ZEPPELIN ROCK: ALANIS MORISSETTE - Such Pretty Forks in the Road (2020): CRÍTICA Review

lunes, 10 de agosto de 2020

ALANIS MORISSETTE - Such Pretty Forks in the Road (2020): CRÍTICA Review


Por Esteban Martínez (@EMartineC)




Llevábamos un tiempo sin tener noticias de Alanis Morissette pues sus últimos trabajos datan de 2008 (Flavors of entanglement) y 2012 (Havoc and bright lights), ambos con una baja repercusión, y desde ahí solo supimos de ella en 2015 y ahora en 2020 a causa de los aniversarios de Jagged little pill, su mítico éxito noventero. Fue a partir de esto que volvimos a oírla explicando las razones de su prolongado silencio a causa de una serie de situaciones que debió enfrentar durante esta década, las cuales incluyen una estafa por parte de un ex manager, un aborto, un embarazo inesperado a los 45 años de edad y una depresión post parto que la tuvo en el suelo durante un largo período. Habló también de toda la traumática experiencia que significó el éxito obtenido a mediados de los años noventa con Jagged little pill, por lo que realmente agradece el hoy vivir un bajo perfil y que su música casi pase desapercibida. En medio de todo este convulsionado contexto personal también informó la publicación de un nuevo disco, el cual tras una serie de adelantos al fin ha llegado a nosotros.




A diferencia de lo trabajado ocho años atrás en Havoc and bright lights, el noveno álbum en la carrera de Alanis Morissette (si contamos los dos inicialmente publicados en Canadá) aborda una vibra muchísimo más baja mediante una serie de baladas cuyo eje, como era de esperar, se encuentra en la reflexión del momento personal que ha vivido la artista. Ahí, el álbum abre de manera majestuosa con la enorme 'Smiling', en donde Alanis declara intenciones de inmediato abordando su crisis ("Esta, mi rendición, como tu lo llamas / Es la anatomía de mi caída") pero se da ánimos para seguir adelante ("Y yo sigo sonriendo / Me mantengo en movimiento / No puedo estar quieta...") en una canción de características épicas que bebe un tanto de viejas glorias de la artista como 'Joining you' (en su puente previo al coro) o 'Uninvited' (en ese cierre orquestado).




De ahí en adelante el disco oscilará entre uno que otro medio tiempo pop y una serie de oscuras baladas. Entre los temas más dinámicos aparecerá 'Ablaze', una carta de amor escrita a sus dos hijos e hija , 'Reasons I drink', donde aborda sus adicciones a diversas drogas e incluso a la comida, o 'Sandbox love', que relata entre esperanzadoras guitarras el desafío que implica el intentar llevar una sana sexualidad tras haber vivido una experiencia de abuso en el pasado ("Aquí vamos / Hacia esa zona peligrosa / Pero esta vez con un amigo..."). En otra arista aparecerán las canciones más espesas, ahí destaca por sobre todas 'Diagnosis', con una Alanis que se percibe desnuda ante un piano, quebrándose incluso mientras habla de su rendición ante un momento de absoluta depresión ("Llámame cuando quieras / Ya no me interesa más / Llámame como quieras / Como te haga sentir mejor..."), pero canciones como 'Missing the miracle' o 'Reckoning' en su simpleza también funcionan.

Y aquí me quiero detener, pues Such pretty forks in the road cuenta con varios puntos a favor pero también algunos en contra que pesan bastante. Las letras personales y potentes están, la voz de Alanis ni hablar, enorme y aún intacta transmitiendo, sin embargo, en lo musical el álbum flaquea. Los medios tiempos son bastante comunes y las baladas sobre el piano también, lo cual hace que el álbum como conjunto no funcione del todo, con momentos como 'Losing the plot', 'Her', o 'Pedestal' donde el trabajo se vuelve derechamente monótono. En la recta final, la única excepción a la regla es 'Nemesis', una gran canción que cuenta con una exquisita aceleración en batería pero que (lamentablemente) sabe a poco en medio de un conjunto de lugares comunes.




Nos quedamos así ante un regreso que no está mal pero acaba quedándose a medio camino. Un álbum desbalanceado, honesto y a momentos bastante visceral en cuanto a letras e interpretación vocal pero que en lo musical extraña algo más de riesgo, que se queda entre baladas algo típicas y medios tiempos de tres minutos que, salvo un par de excepciones, no sorprenden ni impactan.

3 comentarios:

  1. Esperabas algo de alguien que aun no puede ni creer el éxito que tuvo?

    Sonó la flauta una vez. No mais

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    1. Alanis tuvo éxito en Canadá y Estados Unidos ya en 1991 y 1992. Vamos, que Alanis no es de que le sonara la flauta una vez y, ya está. En 1995 se consagró, y sus siguientes discos eran mejores, más maduros. Al menos Supposed Former Infactuation Junkie de 1998. El problema no es Alanis, el problema es que ya en el siglo XXI los gustos y estilos que se quieren imponer a los nuevos jóvenes, los estilos, etc...han cambiado. Alanis (como muchos otros artistas) tuvo su momento, y a diferencia de otr@s de su generación, ella ofrece nuevas propuestas, algo que muchos no quieren entender, por aquello de que viven en el pasado, y siguen empeñados que Alanis vuelva a su estilo de 1995. Pero es que aquello se quedó allí, en 1995. Es el pasado. Alanis ha tenido problemas de salud, etc...y ha ido ofreciendo discos cada cuatro años, y en este último caso, desde 2012 por aquello de la maternidad. Alanis realmente se alejó del espectáculo, cambió incluso de residencia. Y ahora ha sacado un nuevo disco, que es muy personal, donde medita y reflexiona sobre sus problemas...que por cierto, son los problemas de muchas personas más. Y eso se refleja en el disco. Esta señorita (que de tonta tiene más bien poco) hace lo que quiere, cuando quiere, y con el sonido que quiere. Lamentablemente en un mundo actual tan adoctrinado, eso va a contracorriente, y por lo tanto no vende. Venden las tetas, los culos, y las latinadas, o bien vivir del pasado con remezclas, nuevas versiones y mierdas parecidas.

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  2. Mira, no te engañes, Alanis es una petarda y casi una One-Hit-Wonder. Hay artistas como por ejemplo Tori Amos, Joan Osborne o Fiona Apple que no venden un clavel desde hace siglos pero tienen una base de fans incondicionales. Siento que no te guste leer esto pero la carrera de Alanis es penosa. Tuvo la suerte de vender millones con el disco de marras pero se acabó. No murió de éxito ni cambiaron los gustos. Simplemente es una artista muy limitada.

    Salud, hombre!!

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