ZEPPELIN ROCK: Crítica de HERVIDERO (John Woo, 1992): Review

martes, 17 de diciembre de 2019

Crítica de HERVIDERO (John Woo, 1992): Review


por Möbius el Crononauta



Os diré (y no os asustéis). ¡Giros y retorcimiento de vértebras! ¡Tiroteos imposibles¡ ¡Explosiones a mansalva y muertos por doquier! ¡Pacientes de hospital masacrados! ¡Casquillos de bala hasta en la sopa! ¡Chow Yun-Fat ametrallando malutos con un bebé en brazos! ¡Un villano que se cambia más de chaqueta que un político tránsfuga! En resumen, entretenimiento palomitero (o más bien rollitero primaveral) de la mano de John Woo, un tipo que se echó a perder en Hollywood y ahora ha vuelto a China, esperemos que para encontrar la inspiración perdida.



La verdad es que con la fama que se ganó en su día Hervidero (título original: Lashou shentan; en inglés: Hard boiled) esperaba más; a ratos me ha parecido que el ritmo decaía demasiado, pero con el Waco particular que se monta Woo al final de la película reconozco que no se puede pedir más, uno se queda satisfecho con el 'my own over the top privado' del amiguete Woo. No me extraña que tal cantidad de muertos, explosiones y balas por solo cuatro millones de dólares le abrieran las puertas de Hollywood.

Tengo una teoría particular, la de que el cine de acción asiático recibió tanto influencia de Hollywood como la que dejó caer sobre los estudios angelinos. En Hervidero, si uno le echa ganas, se pueden encontrar referencias a grandes títulos norteamericanos del género como Arma letal, Terminator 2, La jungla de cristal y demás. Y al mismo tiempo, viendo esta cinta y otras que la precedieron, muchas veces pienso que si un buen día los héroes de acción de Hollywood comenzaron a disparar cayendo por escaleras, atravesando paredes y bajando por huecos de ascensor fue, en parte, por la influencia del cine de acción honkgonés y taiwanés. Aunque la, al parecer, coincidencia de la idea del arma oculta en una cajita de un ramo de flores tiene un precedente más antiguo.




En fin, que Hervidero es un buen film de acción que entretiene sin hacerte pensar y sin hacerte parecer tonto, que también es importante. Chow Yun-Fat, el Bruce Willis asiático, cumple sin demasiado esfuerzo, y aunque ese villano con pinta de cantante de salsa de Hong Kong no me acaba de convencer, parece una versión del malo chaquetero de El último boyscout. Aunque en realidad quien más destaca es un tal Phillip Kwok, actor, especialista y jefe de especialistas, que fue incluido en el reparto sólo por la admiración que le tenía Woo. Y bien que hizo, este Kwok es un tipo carismático.

Así que ya sabéis, si un sábado noche os quedáis sin plan, pedid comida china, armaos con unos buenos palillos, y dejaos llevar por la belicosidad de Hervidero. Se garantiza que no aprenderéis absolutamente nada y pasaréis un buen rato.

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