ZEPPELIN ROCK: ALCEST - Spiritual Instinct (2019): Crítica review

lunes, 9 de diciembre de 2019

ALCEST - Spiritual Instinct (2019): Crítica review


Por Esteban Martínez (@EMartineC)




Precisamente a estas alturas de la película lo de Alcest ha dejado de ser una sorpresa y, lentamente, disco a disco, se ha transformado en una propuesta que asegura identidad y nivel. Y si bien durante sus primeros tres álbumes se apreció un camino ascendente, la sensación de que con Les voyages de l’ame (2012) la banda había tocado techo se instaló en el aire. Así lo entendió Neige, quien en 2014 decidió dar un drástico giro hacia lo melódico en Shelter, un disco muy limpio en su sonido (que a día de hoy me sigue pareciendo hermoso cada vez que vuelvo darle al play), pero que por lo mismo fue ampliamente criticado, dividiendo aguas en su momento. Mirado a distancia, sin embargo, aquel fue el trabajo capaz de darle nuevas alas a Alcest, las cuales dos años más tarde vimos madurar en Kodama (2016) y hoy rendir frutos definitivos en este notable Spiritual instinct.



Hubo muchos que entendieron el de 2016 como una “vuelta a las raíces” aunque no era tan así. La banda nunca ha dejado de mirar hacia adelante. Su sexto álbum se percibe, por tanto, como un enorme ejercicio de crecimiento, una nueva visita hacia sus inicios, recuperando conexiones con el black aunque empapándolas de una particular emocionalidad y ese (ya) característico sonido envolvente marca de la casa. En ese sentido, más allá de destacar una u otra pieza, Spiritual instinct se percibe como un todo, un continuo que durante cuarenta minutos oscila entre un sonido en general oscuro que apuesta con fuerza por las guitarras y ciertos momentos de sensible calma.




Abre el disco de manera fenomenal con la frenética ‘Les jardins de minuit’, un tema intenso, ruidoso, que no regala pausa y, por cierto, trae de regreso los guturales. En una misma línea se desenvolverá la fantástica ‘Protection’, sin duda la pieza que visita con mayor claridad el blackgaze con esos murallones impenetrables de guitarras. Enorme es poco. La primera y necesaria pausa llegará con ‘Sapphire’, una que irá construyéndose de manera más tradicional en el estrofa/coro para finalmente explotar en su recta final. Es una de las grandes canciones que habremos oído en este 2019.




La cara b del álbum continúa con los dos temas más espesos de este, aunque también los más interesantes: ‘Lile des morts’ + ‘Le miroir’, casi quince minutos en total donde nuevamente las capas de guitarras acaban comiéndose todo (un pero: en ciertos pasajes de la primera he necesitado oír a un baterista de mejor técnica). Mientras que el cierre llega con ‘Spitirual Instinct’ (la canción), otra que apostará todo en la creación de atmósferas, en su primera mitad sonando muy limpia para luego ir soltando las guitarras, el peso y a la banda, cerrando así el disco de manera épica.




Spitirual instinct es Alcest en toda su magnitud. Una fórmula que ha sabido abrirse camino y frente a la que hoy no queda sino entregarse. Cohesionado de principio a fin, potente y envolvente en sus arreglos, intenso y emotivo en cuanto a interpretaciones, cualquier adjetivo tiende a quedarse corto. Candidato directo a disco del año.

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