ZEPPELIN ROCK: Radiohead - A Moon Shaped Pool (2016): Crítica del disco Review

lunes, 9 de mayo de 2016

Radiohead - A Moon Shaped Pool (2016): Crítica del disco Review


Erick Delgand





Por fin, después de cinco años, tenemos el nuevo trabajo de Radiohead, A Moon Shaped Pool. Cinco años largos desde aquel The King of Limbs del 2011.

Un disco en que abundan los toques atmosféricos y un piano hipnotizador, y todo el arte musical de Radiohead, con el que no aburren ni defraudan.


Encuentra un buen sitio con una lámpara tenue y una cerveza bien fría al lado,creando un clímax propio para su primera escucha. Un interminable aura de efectos, sonidos y una producción excelente es lo primero que te llega al oído, hipnotizandote en sentimientos y pensamientos que te hacen viajar a algún lugar, pues da la impresión de que te teletransporta a otro mundo.

Burn the Witch abre el disco, del que ya fuimos testigos con su vídeo de una apertura propia de lo que te viene a lo largo del disco, un aura triste, con bellas melodías y el gran Thom Yorke con esas líricas melancólicas que le son propias, calentándonos para su siguiente tema.

En Daydreamer un piano te traslada a una zona triste de tu corazón, un temazo que a mí particularmente me fascina, con pinceladas melancólicas, jugando siempre con la armonía vocal.

Decks Dark sigue la misma onda con piano, una hermosa guitarra generando atmósferas, sonidos psicodélicos a la vieja usanza, un interminable juego de efectos que, con una suave batería de fondo, consiguen que se nos quede un buen sabor de boca.

Desert Island Disk es una pieza acústica en donde los acordes y el tono melancólico continúa, una sensación de que todas van en una: desde la apertura del disco hasta este cuarto tema parecen haber sido compuestas para ser una cuajando perfectamente entre sí.

Ful Stop: Se trata de un tema más electrónico, cósmico, psicodélico, con una melodía extraña que ayuda a Yorke a hacer lo suyo, explosionando a mitad del corte con abundantes efectos y rarezas.

Glass Eyes sigue con esa tristeza en la que nos está transportando el disco: violines, piano y una lírica deprimente.

Identikit empieza con batería electrónica aportando un ritmo frío y extraño, siguiendo la pauta de hermosos coros  y unas guitarras perfectas a mitad del tema hasta el final.

The Numbers tiene una parte rítmica acústica fantástica, molestándome, no obstante, el piano en ella, que deja en un segundo plano la guitarra. A mi entender debería haber sido al revés. Quizás porque hasta este punto ya se está haciendo repetitiva la misma atmósfera a la que nos quieren llevar. Se agradecen las cuerdas de chelo y violín, aunque siguen enmascarando unas guitarras que se están echando en falta a lo largo del disco.

Present Tense te mola nada más empezar porque se aleja un poco a lo que llevamos escuchando del disco, más melódica, acústica, una canción bonita sin más.

Tinker Tailer Soldier Sailor Rich Man Poor Man Beggar Man Thief comienza con un raro toque electrónico, la voz triste, lejana. Una guitarra espacial, psicodélica y como en el resto del álbum, te hace viajar hasta Saturno, pero del que quieres regresar al planeta Tierra; unas cuerdas de violín y unos sintetizadores en exceso terminan el tema.

Y llegamos al final con True Love Waits, un tema ya conocido, pero en versión acorde con ese toque melancólico que planea sobre todo el álbum.

Un disco aceptable del que echamos de menos unos toques guitarreros rasgantes, con una buena distorsión que tanto nos mola. Aunque creo que es un buen disco, en una honda que ya nos habían ofrecido anteriormente, pero no en exceso, como en este trabajo.

Erick Delgand

3 comentarios:

  1. Excelente blog! Buena reseña :)

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  2. quiza la critica mas coherente q lei sobre este disco .... la verdad seria un disco muy desapercibido y tildado de modesto si hipotéticamente fuera un debut . aclarar q 4 temas ya existian desde hace un par de años, es decir 7 canciones nuevas de 5 años solo me hace deducir q aparte del sonido forzado de a moon shaped pool el reencuentro tambien lo fue

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  3. Emorme Disco de Radiohead, la coherencia y la complejidad musical en una armonía única. Gracias por esta novena joya.

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