ZEPPELIN ROCK: Judas Priest - Stained Class (1978): Crítica del disco review

lunes, 9 de mayo de 2016

Judas Priest - Stained Class (1978): Crítica del disco review


Erick Delgand




Es una de las primeras obras maestras de Judas Priest, el cuarto álbum en estudio, en aquel febrero de 1978, cambiando de los pantalones de campana, a las tachuelas y pantalones de cuero ceñidos. Un cuarto álbum en el que estrenaban un nuevo logo de la banda, y en el que inventaban un nuevo cambio de sonido y nos demostraban una vez más que eran los mejores en el Heavy Metal.

Rob Halford nos demostraba que es el más bestia y a la vez que era el mejor en la voz, un álbum en el que vocalmente es el mejor de su carrera, haciendo literalmente lo que le viene en gana y deleitándonos con su maestría, tanto en altos como bajos. Una producción excepcional de Dennis MacKay en Chipping Norton Studios en Cotswold durante octubre y noviembre de 1977. Una portada futurista y bella del álbum y una obra maestra de la que se habla poco o menos que de otras, pero que lo es, como la copa de un pino de grande.

Fue el primer disco de Judas Priest que me compré, recuerdo que con la pegatina de "Precio Redondo 600 Pts", cuando en el que en el cajón de los vinilos solo estaban este Stained Class y el Unleashed in the East. Como la gran mayoría en esa época, comprábamos mucho por la portada, y la portada del Undealest in the east se sale, de buena, pero opté por este porque no le había visto nunca e incluso ni lo había escuchado. La decisión fue difícil porque ya tenía los 2 primeros trabajos(en cinta) de Judas Priest y el listón estaba demasiado alto, así que me decidí por el álbum en estudio. Por cierto, a la siguiente semana bajé corriendo a por el Unleashed in the East.




A nivel personal creo que Stained class es muy superior a sus otras obras maestras; excepto por Sad Wings of Destiny, creo que es un disco elegante, bien hecho y musicalmente en aquel 1978 un sobresaliente musical. Amo este álbum y no por ser mi primer vinilo: lo amo porque cada canción no sigue una pauta similar, sino que cada canción estructuralmente al oído es muy diferente la una de la otra.

Es un disco que me hace sentir diferente en cada corte del álbum, crea atmósferas relajantes, como otras brutales, un clima caliente y frío, y una tormenta del más puro heavy metal, sonando a algo único, sin copias de nada ni de nadie dando lo mejor de Judas Priest, y haciendo que sea tu banda favorita del momento.

Es curioso que se hable mucho en la carrera de Judas Priest de British Steel, Screaming for Vengeance, Defenders of the Faith... y se hable muy poco de este Stained Class. Fue el primero con el bateria Les Binks, todos aportaron a las composiciones, fue Les Binks quien escribió el riff principal de "Beyond The Realms...". Les binks colaboró con Roger Glover, Glen Hughes, Ronnie James Dio , David Coverdale. Stained Class es un disco que salió en el mejor momento de Judas Priest, y uno de los más influyentes en el panorama metalero.




El álbum abre con el tema "Exciter",una batería a doble bombo a cargo de Les Binks que recién llegado a la banda se luce por todo lo alto dándonos esta entrada brutal, un tema rápido y potente con un Halford inigualable, un precedente del speed metal.

White heat, red hot es un tema rápido, guitarras al puro ritmo Judas, un Halford chillón, una atmósfera en todo momento con segundos solos y un gran estribillo, típico de los Priest en la primera época.

Better By You, Better Than Me, original de la banda Spooky Tooth, más famoso por ser la causa de una demanda interpuesta a la banda en 1990 debido al intento de suicidio de 2 chavales que por un mensaje subliminal que contenía la canción,uno de ellos se suicido y los padres alegando que si dabas en reversa al disco oías la palabra HAZLO, incitando al suicidio del chaval. El juicio lo ganaron, y sirvió de precedente ante católicos extremistas que realmente odiaban toda la música metalera de la época y que hacían una campaña en contra no solo de Judas Priest ,si no de todo un genero musical.

Stained class--Empezando con un gran solo, y un ritmo tipo Diamond and rush,en el que Halford nada más abrir la boca crees que hasta este punto no podía superarse,pero lo hace a lo largo del todo el tema,como siempre grandes coros, pegadizos, propios de la casay unos dobles solos de lo mejor de Tipton y Downing a lo que nos tienen acostumbrados.

A lo largo del disco te das cuenta que Tipton y Downing dieron rienda suelta a todo lo que se les ocurría en forma de arte con la gran cantidad de solos que te encuentras en todas las canciones,o sea que no se cortaron un pelo,en cada tema, abarrotan con toda clase de destrezas propias que no tienen fin, haciendo tan particular esta obra maestra, en la que no se cortaron un pelo musicalmente en nada.

Oímos el tema -Invader-, uno de los pocos temas que acreditan a Ian Hill un tema más de la honda de sus anteriores trabajos ,pero creado para ser todo un himno para cantar en todo concierto.




Saints in Hell momento del álbum en el que Halford/Tipton/Downing se salen con todo lo que ellos tienen, ese talento que les hace ser, con todo lo que ello conlleva, unos monstruos del metal, avergonzando con su poderío musical y dando todo lo que tienen.

Savage hace que Halford te ponga los pelos de punta nada más abrir el tema con ese grito, que solo él lo puede hacer en esa octava, tan característica de él, una canción como el álbum entero que te da la sensación de que el único que presume es Rob Halford, pero no es así, son todos los que presumen de lo bien que lo hacen.

Beyond the Realms of Death, una de las mejores canciones de Judas Priest de su carrera, algunos dicen que la mejor, compuesta por el recién llegado a la banda Les Binks, tiene todo lo que tiene que tener para bordar el disco, una balada hermosa, ritmos increíbles, largos solos,una batalla entre Tipton y Downing interminable, unos largos 6 minutos y 51 segundos que se hacen cortos.

Es la canción propia para decir que tiene todo lo que vendría en sus siguientes trabajos.

Termina con Heroes End una canción únicamente de Tipton en su composición, un buen final para el álbum, en el que sigue siendo un obra maestra del Heavy metal, un referente en estilos, y del que vivimos la grandeza de unos Judas Priest que parece que siempre iban por delante de los demás recordándonos que son los números uno del Heavy Metal más puro, recordándonos lo que nos ofrecerían en sus siguientes obras de arte.

Un disco no valorado como se merece.

Erick Delgand

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