ZEPPELIN ROCK: Helix - Bastard of the Blues (2014): Crítica del disco. Review

martes, 3 de junio de 2014

Helix - Bastard of the Blues (2014): Crítica del disco. Review


por Blue Monday (@BlueMonday1971)


Seis años después del Vagabond Bones de 2008 y tres del Skin In The Game, EP lanzado en 2011, Helix están de vuelta con un nuevo álbum de estudio, Bastard Of The Blues, el que hace el número trece de estudio de los canadienses; una banda que este mismo año 2014 cumple cuarenta en la carretera durante los que los de Brian Vollmer han ido perfeccionando su adictiva mezcla de blues y rock and roll profundizando en la búsqueda de un característico sonido hard rock que sin duda han logrado.


Sean Kelly, en las tareas de bajista en Helix en los últimos años, abandonaba la formación en 2009, pero lo hacía de manera amistosa, y más importante aún, mantenía la pareja compositiva que formaba brillantemente con Vollmer hace ya seis años. Fruto de una experiencia que crece paulatinamente Kelly y Vollmer han logrado temas más centrados y letras más concisas y pegadizas que otorgan carácter y cohesión al resultado final de Bastard Of The Blues.




Bastard Of The Blues, con ese paso adelante en composición y escritura, es una especie de continuación del Vagabond Bones de 2008 y del Skin In The Game, su EP del 2011 del que incluso han incluido dos temas en el nuevo disco, y realmente reúne todo lo bueno que se puede esperar de un álbum de Helix. Hard rock interpretado a la perfección, melodías pegadizas e intensidad y energía repartidas a lo largo y ancho de un álbum que deja un excelente sabor de boca.

La fórmula es aparentemente sencilla, pero no es tan fácil de ejecutar en la mayoría de ocasiones. Sin embargo Helix han alcanzado la excelencia en el sonido que proponen. Voces potentes cargadas de pasión y energía y sobre todo toneladas de actitud de un Vollmer que mantiene las mismas ganas que en 1974, pero dotado ahora de una más que beneficiosa madurez para su banda. Las guitarras de Kaleb Duck y Chris Julke interpretan a la perfección los vericuetos compositivos trazados por Vollmer y Kelly, poblando el álbum de atractivos riffs y excelentes solos que lo convierten en un fantástico disco de guitarras. Y para soportar esa intensidad vocal y guitarrera un combo rítmico lleno de solvencia y solidez, el formado por el bajista Daryl Gray, quien incluso compone y canta uno de los temas del álbum, y por el excelente baterista Gregory "Fritz" Hinz.




Para abrir el álbum un tema como Bastard Of The Blues, un melancólico trallazo de hard rock que describe a la perfección la música y el sonido de una banda como Helix con la adecuada mezcla de blues y rock and roll. Inspiradísimos Duck y Julke en las guitarras y estratosféricos los coros que proporciona Cheryl Lescom, una de las mejores voces femeninas de la escena blues canadiense. A continuación "Even Jesus (Wasn't Loved In His Hometown)", otro pelotazo rockero cargado de actitud en el que Helix se revela abiertamente contra las emisoras de radio canadienses que les ignoran.

Entra "Screamin' At The Moon" enarbolando la bandera del hard rock, la que Helix porta como estandarte por razones obvias que aparecen de nuevo en "Metal At Midnight", auténtica joya del hard rock de la vieja escuela, disciplina en la que los canadienses son maestros consumados. Destaca la presencia en los coros de Nick Walsh, de los también canadienses Slic Toxic. Luego "Axe To Grind", rock agresivo y enérgico, puro hard rock de fuerte aroma a Alice Cooper.

"When All The Love Is Gone" se convierte en uno de los mejores momentos del álbum. Una fabulosa balada compuesta y cantada por el bajista Daryl Gray que ofrece una excepcional línea de guitarra y un estribillo apoteósico embebidos del más puro ambiente Gary Moore. Gran ritmo melódico y esencia hard rock para "Winning Is The Best Revenge", otro trallazo que ofrece sin miramientos todas las virtudes de la banda. Después el fresco y melódico "Hellbound For A Heartbreak", un tema protagonizado por la adicción al juego, algo que Vollmer conoce sobradamente.

"Skin In The Game" es un tema del EP del mismo nombre publicado en 2011, un corte que podría hablar sobre cómo se ha mantenido Vollmer en el negocio durante estos cuarenta años, y lo hace con un adictivo y evocador sonido de aroma AC/DC. Después "The Bitch Is A Bullet", también del Skin In The Game, un tema sobre divorcios complicados con profundo e inspirado sabor a blues. El toque setentero a lo Aerosmith sirve para cerrar Bastard Of The Blues con una personal visión sobre los engreídos que terminan de la peor de las maneras.


Así es en resumen Bastard Of The Blues, el último artefacto de Helix, un disco que resume la honesta carrera de una gran banda cuyo reconocimiento nunca ha estado a la altura de sus méritos. Vollmer no sólo ha mantenido la llama encendida, el tipo la ha avivado, y con un álbum como este reivindica su papel en el hard rock de las últimas décadas. Un disco potente y enérgico, lleno de entretenimiento y diversión, un artefacto para girar largo tiempo en el reproductor de manera continuada.

©Blue Monday

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