ZEPPELIN ROCK: Judas Priest - Unleashed In The East: un homenaje

domingo, 26 de febrero de 2012

Judas Priest - Unleashed In The East: un homenaje


Otro más de mis pasados post que recupero para mi archivo particular. Fue mi homenaje a ese álbum tremendo de los Judas, Unleashed in the East. El milagro sucedió en 1979. Significó el primer platino para la banda y, anecdóticamente, llegaron a colocarse con este trabajo en el número 10 de las listas británicas. Pero para mí lo más importante es que la interpretación de los temas del disco, que recoge material de sus álbumes anteriores, abre definitivamente el camino del metal para la banda de Birmingham, y funda (sin que sirva en demérito de otros grupos del momento: Black Sabbath más que ningún otro quizá) el heavy metal moderno.


Los Judas se cubren de cuero y tachuelas. Salen al escenario y comprobamos que esa renovación es también interior, y se evidencia no solo estética. Los “viejos” temas (sí, viejos, porque suenan muy distintos) parece que también se visten con una pátina de cuero y nacen a una vida más trepidante. Los guitarreos (verdaderos protagonistas de este espectáculo) se vuelven más salvajes, cobran una energía y un nervio de los que carecían en sus versiones anteriores… y la voz de Halford parece que cabalgase al galope, encabritada, empujada por un nuevo brío, como espoleada por la tormenta desgarrada de las guitarras de Downing y Tipton. Ese portento de voz se sostiene a veces en el aire de manera casi imposible, como lo hace un funámbulo por una cuerda floja que uniese las cimas de dos rascacielos.


Este es quizá el álbum que más he escuchado en mi vida, y lo sigo escuchando, porque sigue siendo como un latigazo que me altera la sangre y hace bailar mis neuronas a ritmos que ningún otro consigue. ¿Qué palabras utilizar para describir el álbum favorito de uno? ¿De qué vocablos hemos de servirnos para describir un milagro? ¿No supone sino una quimera o una utopía querer definir lo sublime, aquello ante lo cual solo cabe la ovación, el arrobamiento o el silencio más absoluto para contemplar la maravilla?

Sí, ya sabemos lo que comentan las malas lenguas: el álbum fue muy retocado, tanto que incluso llegó a llamarse con ironía Unleashed In The Studio. Pero a mí me importa el resultado, el álbum que pincho y suena como una maravilla. ¿Estudio? ¿Directo? ¿Una mezcla de ambos? ¡Qué más da! Quizá lo único que pueda recriminárseles es que nos lo vendieran como un directo absoluto. Pero, bueno, sirva en su descargo que Halford tenía la voz cascada en esta gira nipona, etcétera, etcétera. Me importa un bledo. 

¿Hemos de seleccionar alguna canción del álbum, quedarnos con un tema? Difícil decisión también, pero no cabe duda de que esas versiones metaleras de los clásicos de Joan Baez ("Diamonds and Rust") y Fleetwood Mac ("Green Manalishi") suenan a gloria pura. En fin; tras él, siguiendo ese nuevo rumbo marcado, llegaron otros prodigios como British Steal o Defenders Of The Faith. Sirva esta entrada como homenaje a esta banda mítica que no acaba de jubilarse, y es que su reposo que se nos antoja inverosímil.


 Ángel Carrasco Sotos (ACS)

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