ZEPPELIN ROCK: ¡Que vivan los 80!: Una lista alternativa con los mejores discos de la década

jueves, 19 de marzo de 2020

¡Que vivan los 80!: Una lista alternativa con los mejores discos de la década


por Alberto Iniesta (@Radiorock70)
del blog Discos







Hay mucho bicho humano suelto por ahí que se empeña en afirmar con rotundidad -a menudo, incluso con menos educación que argumentos- que la década de los 80 fue una mierda. No puedo estar más en desacuerdo, por razones varias: 


En primer lugar, el heavy metal y el hard rock viven durante esta década unos años gloriosos. Para la historia quedaron LPs como el Defenders of the Faith, Ace of Spades, Back in Black, Powerslave, Hit And Run, Wheels of Steel... incluso en España tenemos el Volumen Brutal de Barón Rojo, un disco que poco tenía que envidiar a lo que se hacía en territorio anglosajón.

Como no solo de heavy vive el melómano, durante los 80 también tendremos varias obras maestras de tres bandas imprescindibles en la historia de nuestro querido rock: The Cult, R.E.M. y Dire Straits. Títulos como el Love, Electric, Making Movies, Love Over Gold, Lifes Rich Pageant o Reckoning son algunos de los que más hondo han llegado en su incursión en mi patata.

Por otra parte, pese a que los 80 no fuesen su mejor década, Lucinda Williams se las arregló para entregarnos, además de aquel Happy Woman Blues que no está nada mal, uno de sus mayores logros: ese glorioso LP homónimo.

Aunque la cosa no termina aquí; yo también prefiero su década anterior, pero no pocos músicos se cortarían un brazo o dos por sacar The River, Nebraska, Born in the U.S.A. y Tunnel of Love. El Boss, amigos.

Pero bueno, vamos a lo que nos ocupa hoy. Es un hecho que gran parte de las bandas y músicos de los 60 pegaron un bajonazo importante durante los 80. Demasiado sintetizador y no pocos excesos relegaron lo musical a un segundo plano, pero aún así hubo momentazos memorables que esos genios nos regalaron a lo largo de la década maldita. Vamos con ellos. ¿Es necesario repetir lo de que el orden no importa?


 
Leonard Cohen - Various Positions (1984)

Quizá este disco se conozca, sobre todo, por Hallelujah, pero no nos podemos detener exclusivamente ahí: Dance me to the end of Love es una gozada para los sentidos, y hablando de amor, Coming Back to You es estremecedora. De mis favoritos del genio.


 
George Harrison - Cloud Nine

Por favor, obviemos lo horrible de la portada. Importante labor, sin duda, la de Jeff Lynne en aquellos años produciendo discos brillantes, pero sobre todo aquí hay temas mayúsculos: sus slides típicos en temones como Just For Today, canciones sencillamente redondas como Someplace Else... imprescindible.


 
Paul Simon - Graceland (1986)

Toda la bendita locura de ese genio llamado Paul Simon en una obra maestra que, eso sí, no es de esos discos de escucha fácil. En todo caso, que un tío que hizo magia junto a Garfunkel en los 60 me saque un discazo como este después de seis lanzamientos previos en solitario, es simplemente un placerazo para mis oídos.


 
John Fogerty - Centerfield (1985)

Una resurrección musical en toda regla. Después de diez años donde le echaron por tierra el famoso Hoodoo, una de mis voces favoritas del rock and roll regresó como si nunca se hubiese ido. Ahí estaban, como si nada, canciones enormes como The Old Man Down the Road o el Big Train. Una joya.


 
Emmylou Harris - Roses in the Snow (1980)

Así se empieza una década. Muy bien rodeada de nombres grandes como Willie Nelson, Johnny Cash o Dolly Parton, Emmylou entrega un disco que se suele olvidar cuando se repasa su preciosa carrera, pero que me parece un ejemplo perfecto de disco bonito. Nunca unas canas quedaron tan bien en una portada.


 
Lou Reed - New York (1989)

Es muy difícil quedarse con un solo LP en un carrerón como el que Lou Reed llevó a sus espaldas, pero seguramente este disco sería un fijo en muchas quinielas. Halloween parade es una pasada, me encanta la falsa rabia contenida de Sick of You, Last Great American Whale remueve muchas cosas por dentro... en fin, una jodida obra maestra. Punto y final.


 
The Kinks - Give the People What They Want (1981)

Ninguna década lo fue, pero los 80 no fueron sencillos para mis Kinks. Este disco representa un momento feliz para ellos, cuando tenían un éxito enorme en Estados Unidos, pero es que la alineación es brutal: más allá de esa preciosidad llamada Better Things, Killers Eyes te está matando solo con sonar por tus oídos, Art Lover es pura delicadeza, mientras que trallazos como Around the Dial lo confirmaban: los Kinks seguían jugando en otra liga.


 
Bob Dylan - Oh Mercy (1989)

Escuchas el disco, más de un cuarto de siglo después del Freewheelin', y parece sencillo. Man in the Long Black Coat es una burrada de canción, Ring them Bells vuela todas las cabezas a su paso, y lo increíble es que el disco se mantiene en ese nivel. Una de las grandes obras del maestro, de las que no salen en las listas pero calientan el alma a base de grandes canciones. 


 
Serrat - En Tránsito (1981)

Discazo descomunal del cantautor con mayúsculas de nuestra música, capaz de mirarle a la cara sin pestañear a otras de sus grandes obras como los discos dedicados a Machado y Miguel Hernández o Com Ho Fa El Vent. No hago otra cosa que pensar en ti es de esas que tocan el alma, Esos locos bajitos es pura infancia con un piano excelso... en fin, un disco esencial.


 
Deep Purple - Perfect Strangers (1984)

El reencuentro de esos cinco genios condenados a entenderse - al menos, durante algunos discazos - no pudo salir mejor. El resultado es un disco que se reivindica menos de lo que se debería, pero con unos temas apabullantes. Que nadie se quede en la canción homónima: aquí hay disco para disfrutar de las 33 revoluciones por minuto de principio a fin con algo de beber a la altura de las circunstancias.


 
Neil Young - Freedom (1989)

El maestro entre maestros, en un ejercicio de reinvención como muy pocas veces se ha visto en la historia de la música. Esa capacidad de anticiparse a guitarrazo limpio a lo que vendría después, pero sin dejar de sonar a Neil Young, es una de las razones por las que es el tipo con mayor cantidad de discos buenos que existe. Una auténtica bestia parda en uno de sus mejores discos.

3 comentarios:

  1. Tu a mi un día me vas a matar a disgustos y rarezas.....eres raro pero raro ,raro de cojones.....hoy me has matado con Serrat,hombre un poco de seriedad,es como si me pudieras a Mari Trini.saludos

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    1. Hombreeeee, qué alegría me das, no sabes lo muchísimo que te estaba echando de menos, man. No podía vivir sin esos comentarios tuyos tan llenos de razón y sabiduría. Ahora ya no me importa estar cuatro años más en cuarentena, porque has vuelto a iluminarme con tu sapiencia, y ya nada me falta.

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    2. jajajajajaja,tu t lo buscas ,Alberto

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