ZEPPELIN ROCK: THE METERS - The Meters (1975): CRÍTICA Review

martes, 16 de enero de 2024

THE METERS - The Meters (1975): CRÍTICA Review

The Hunter


Solo haciendo excepción de Memphis, ninguna ciudad ha ejercido tanta influencia sobre la música norteamericana como Nueva Orleans. No en vano es la cuna del jazz, estilo que echaría raíces en la llamada Crescent City a finales del siglo XIX, en la ciudad sureña se tenderían también los puentes (Dave Bartholomew, Fats Domino,... ) que el rhythm 'n' blues cruzaría en la década de los 50 para encontrarse transformado en aquel "invento del diablo" bautizado como rock 'n' roll.



De África al Caribe, pasando por Francia o España, la cultura mestiza y vibrante de Nueva Orleans tenía que dar como resultado una música semejante. Leo Nocentelli (guitarra), Arthur "Art" Neville (órgano), George Porter Jr. (bajo) y Joseph "Zigaboo" Modeliste (batería), rodados como músicos de sesión en las producciones con las que Allen Toussaint definiría el "sonido NOLA" durante las décadas de los 60 y 70 debutarían bajo su propio nombre -y de la mano de su protector- con álbumes seminales como The Meters y Look-Ka Py Py. Grabados para el sello Josie, estos discos instrumentales, precisos como un metrónomo y tan profundos y calientes como el corazón de un volcán, son el ejemplo práctico de que -haciéndonos eco de sus propias palabras- los Meters tocaban y sonaban funky antes de que existiese el funk.



Abandonado el sello neoyorquino recalarían en Reprise Records para los que registrarán, entre otros, discos como el célebre Rejuvenation o el que hoy nos ocupa. Grabado en 1975 con el grupo convertido ya en quinteto tras la incorporación del hermano de Art Neville, Cyril, Fire On The Bayou afianzaba y, en nuestra opinión, sublimaba -pese a no contar con singles como "Hey Pocky-A-Way" o "People Say"- el giro ejecutado en esta nueva etapa, vuelta de tuerca donde los temas habían pasado a contar con sus voces lo que añadido a la incorporación de arreglos de viento ampliaba la paleta de sonidos de la que Mick Jagger calificaría como "the best motherfucking band in the world". 



De este modo, los casi ocho minutos del instrumental jazz de "Middle Of The Road" conviven con el R&B canicular de "Love Slip Upon Ya" de la misma forma en que lo harán las guitarras con wah-wah del tema homónimo con el dejo latino de "Mardi Gras Mambo"; mientras, temas como "Can You Do Without?" (¡escuchen esa sección rítmica!) rescatan el calor, el sudor y el groove de sus primeros elepés lo que hace aconsejar no pinchar Fire On The Bayou hasta que los termómetros no bajen de 25º o, en su defecto, se cuente con un cubo repleto de hielo a mano. Así que... abrid la ventana.

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